“No estoy pidiendo más dinero. Creo que estoy muy bien pagada, especialmente siendo una trabajadora de una organización financiada públicamente. Simplemente quiero que la BBC acate la ley y valore a los hombres y las mujeres por igual”, dijo hace dos años la editora jefa en Asia de la cadena británica BBC, Carrie Gracie, cuando renunció a su puesto, cansada por la brecha salarial entre hombres y mujeres en la estación.

Su protesta no es diferente a la que hoy presenta la periodista puertorriqueña Celimar Adames Casalduc, quien demandó a Televicentro de Puerto Rico (WAPA TV) alegando un patrón de discrimen por género y edad, manifestado en una larga trayectoria de recibir menor paga que sus contrapartes masculinos y también en removerla como mujer ancla mientras se mantenían a hombres ancla en sus posiciones. La alegación de discrimen por edad se detona por la introducción de Katiria Soto en la posición de ancla que solía ocupar Adames Casalduc.

La periodista británica decidió renunciar en su puesto a la BBC y otras 170 trabajadoras se unieron a la protesta después de que la lista de los profesionales mejores pagados estuviese liderada por los hombres, un reclamo similar al de Adames Casalduc, cuyo último contrato de 2018 presentaba un salario que, según alega en la demanda, “fue de al menos sesenta y seis mil ($66,000.00) dólares menos que el salario recibido por el varón ancla con igual o similar experiencia y funciones que ella”.

Según reportes de prensa que citan el reporte anual de la corporación para 2018, en BBC, el exfubolista de 57 años Gary Lineker es quien más cobraba, con un ingreso de casi dos millones de euros, mientras que la primera mujer que aparecía en la clasificación fue Claudia Winkleman, en el puesto número 13, cobraba unos 418,000 euros; una quinta parte del salario de Lineker. Ella y Vanessa Feltz eran las únicas dos mujeres entre los 20 trabajadores mejores remunerados de la BBC.

En verano pasado, en la ciudad de Nueva York, cinco presentadoras de la estación NY1, uno de los canales de noticias locales más prominentes del país, demandaron por discriminación por edad y género, alegando un esfuerzo sistemático por parte de los gerentes para obligarlas a salir del aire a favor de anfitriones más jóvenes y menos experimentados. Este es un reclamo similar al de Adames Casalduc hoy.

En el caso de las periodistas de Nueva York, la demanda, presentada en el Tribunal del Distrito Federal en Manhattan, retrata una sala de redacción en desacuerdo con la imagen amistosa que ha hecho de NY1 una institución querida entre los neoyorquinos. Y dio a conocer las tensiones que han afectado durante mucho tiempo el negocio de las noticias de televisión, donde las carreras de las mujeres mayores a menudo se desvanecen a medida que prosperan los homólogos masculinos.

Entre las historias se encuentra la de Roma Torre, una de las presentadoras con más experiencia en el canal. Ella, y sus codemandantes, Amanda Farinacci, Vivian Lee, Jeanine Ramirez y Kristen Shaughnessy, dijeron que el equipo de Charter Communications, compañía que adquirió NY1 en 2016, redujo su tiempo al aire y los espacios de anclaje, también similar al caso de Adames Casalduc.

Una de las periodistas que se ha unido al reclamo en NY1 es la puertorriqueña Marisol Seda, quien el mes pasado había publicado en sus cuentas de redes sociales un post en el que expresó “Somos diferentes, pero somos iguales. Somos excelentes periodistas, valientes profesionales, jugadores de equipo, mentores, madres ... descubriendo la verdad sobre la discriminación por edad y género; sobre el acoso sexual y también tomar una posición en contra del silencio en el lugar de trabajo”.

Al conocer sobre la demanda de Adames Casalduc, Seda la felicitó por su valentía al reportar el caso. “Nuestro respeto, apoyo y solidaridad con Celimar Adames Casalduc por ser valiente y arrojar luz sobre los problemas de discrimen por edad y género en Puerto Rico. Como periodistas con integridad y ética, estamos comprometidos con reportar la verdad y destapar las injusticias. Por lo tanto también debemos pararnos en firme y levantar nuestras voces en contra del discrimen en nuestros ambientes de trabajo. Celimar, estamos contigo”, puntualizó.