Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Tribunales

Supremo valida el 'tira la piedra y esconde la mano' de Rivera Schatz

Casi cuatro años después, abren posibilidad de sanciones contra líder sindical que demandó al Senado.

Roberto Pagán, a la derecha.
Foto: Juan R. Costa

El Tribunal Supremo devolvió al Tribunal de Primera Instancia un caso de hace cuatro años que el líder sindical Roberto Pagán Rodríguez sometió para que se le permitiera entrar al Capitolio y que el expresidente del Senado Thomas Rivera Schatz mantuvo vivo todo este tiempo porque quiere que el tribunal le ordene a Pagán pagar por lo menos $10,000 en los honorarios de abogado de la Cámara Alta.

La demanda se coloca dentro del estilo que mantuvo Rivera Schatz como presidente legislativo de negarse a realizar ciertas acciones hasta justo después de que se le demandara. Una vez la persona que le reclamaba la acción hacía el esfuerzo de recurrir al tribunal, entonces el líder senatorial usualmente accedía a la solicitud original.

En este caso, los hechos se remontan al Puerto Rico prehuracán María, cuando el 18 de abril de 2017, Pagán acudió al Capitolio para cabildear junto a otros miembros del Frente Ciudadano por la Auditoría de la Deuda para cabildear en contra del proyecto que eliminaría la Comisión de Auditoría de la Deuda y que eventualmente fue aprobado por la Legislatura y convertido en ley por el exgobernador Ricardo Rosselló Nevares.

Al llegar al Capitolio, un contingente de policías y personal de la Superintendencia, que entonces estaba bajo el mando de Rivera Schatz, le impidieron la entrada. Según la prueba ante el Supremo, esto conllevó varias horas de diálogo hasta que Pagán recurrió al tribunal a las 2:46 pm para pedir una orden contra el liderato legislativo y poder entrar. A las 2:51 pm, cinco minutos después de radicada la petición judicial, se le permitió entrar. Ese mismo día, el tribunal emitió un interdicto provisional y citó para vista el día siguiente, 19 de abril.

Sin embargo, el día 18 la Cámara aprobó el proyecto que ya el Senado había aprobado el día antes y el día 19, antes de la vista, ya Rosselló lo había convertido en ley. Por tanto, en la vista se discutió esto y se le concedió un término a Pagán para que planteara por escrito si desistiría de su caso, lo cual hizo y el tribunal cerró el caso por haber sido desistido. Pero Rivera Schatz sometió una moción de reconsideración pidiendo al tribunal que reabriera el pleito y que impusiera a Pagán por lo menos $10,000 en pagos de los abogados del Senado basándose en videos que sometió y que mostraban a Pagán entrando al Capitolio, así como declaraciones juradas, con los que planteó que Pagán había sometido un pleito frívolo y había sido temerario por supuestamente incluir hechos falsos en la demanda.

Tanto el Tribunal de Primera Instancia, como el Tribunal de Apelaciones, fallaron en contra de Rivera Schatz concluyendo que no procedía imponer esa sanción a Pagán porque las alegaciones del líder senatorial mínimamente requerían que el lider sindical las contestara y porque ya el pleito estaba desistido. Pero Rivera Schatz recurrió al Supremo, que en mayoría 6-2 decidió que el Tribunal de Primera Instancia puede evaluar su solicitud. El Supremo no evaluó los méritos de la solicitud, pero interpretó que, bajo un precedente del Tribunal Supremo federal, el juez tenía que evaluar la solicitud de sanciones y no podía limitarse a decir que el caso ya estaba desistido.

Solo los dos jueces que quedan en el Supremo designados por un gobernador del Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, la jueza presidenta Maite Oronoz y el juez asociado Ángel Colón, fueron votos disidentes. Los demás jueces, nombrados por gobernadores del Partido Nuevo Progresista (PNP) y con nombramientos avalados en el Senado bajo presidencia de Rivera Schatz, votaron a favor de reabrir la controversia.

En su disidencia, Colón Pérez señaló que el precedente federal en el que se sustentaron los jueces de mayoría no tenía los mismos hechos de este caso porque aquel fue un pleito que duró años, mientras que la controversia de Pagán y Rivera Schatz duró cuatro días en total.

Oronoz argumentó que la prueba es clara a los efectos de que la demanda no contenía hechos falsos porque al momento de presentarse a Pagán no se le había permitido entrar y que el Supremo pudo haber examinado la prueba y dar por terminado el caso, como lo hicieron los foros inferiores, sin "concederle un segundo turno al bate (a Rivera Schatz) para insistir en su caso".

"La acción de interdicto que promovió el señor Pagán Rodríguez duró un total de tres días. El peticionario lleva años litigando en diversos foros, a costa de los fondos del erario, la imposición de unos honorarios de abogado que claramente no proceden. Si alguna parte ha incurrido en gastos de tiempo y dinero injustamente --primero para vindicar su derecho de acceso al Capitolio y luego para defenderse en este litigio inmeritorio-- es el señor Pagán Rodríguez. La determinación de la mayoría tiene el efecto peligroso de desalentar la participación ciudadana en asuntos del más alto interés público, pues se amenaza con la imposición de sanciones a quien se auxilie en los tribunales para vindicar sus derechos. Este Tribunal no debió avalar ese abuso de poder cuando tiene de frente la evidencia para impedirlo", concluyó.

Un posible curso para el pleito devuelto a Instancia es que el Senado, ahora bajo un liderato distinto, desista de la moción de reconsideración y sanciones ya que la misma fue promovida por Rivera Schatz como presidente del Senado y no a título personal.

Pagán fue miembro del Comité de Transición entrante de García Padilla y, como líder del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores, uno de los propulsores del Movimiento Victoria Ciudadana.

Para ver la decisión del Supremo, pulse aquí.

PDF: 2021 tspr 17
Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.