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Tribunales

'El Loco' ata a Áurea con el bajo mundo

Se convirtió en el testigo #21 de la fiscalía

Poco antes de que Álex Pabón 'El Loco' recibiera la supuesta petición de parte de Áurea Vázquez Rijos de que asesinara a su esposo, el empresario canadiense Adam Anhang, le habría dicho que el la maltrataba en medio de unas conversaciones en las que tambien habló de sus presuntos contactos del bajo mundo.

El asesino confeso, que cumple su condena desde el año 2008 en el Centro Correccional de Guaynabo por cargos de asesinato por encargo, relató cómo cometió el vil crimen y cómo lo habría ideado junto con Áurea, su hermana Marcia y su pareja Jose Ferrer, tambien implicados en el caso bajo cargos de conspiración.

'Estábamos hablando negocios, de reguetón, de la Perla, me dijo que estaba envuelta con gente poderosa, con abogados como Gordon y Prado, y que tenía un 'escort-service', que tenía prostitutas, y un romance que tuvo con Don Omar, una conexión que tenía con Angelo Millones, y que quería matar al canadiense', dijo el asesino confeso, quien aseguró que hubo un primer acercamiento para que se le diera una golpiza.

Las conversaciones surgieron en dos ocasiones, dijo, primero en Pink Skirt, y luego lo continuaron el El Hamburger. Señaló que en ambas reuniones estaban los tres: Áurea, Marcia y Jose Ferrer.

'Ella me decía que cuando lo matara que lo hiciera como si fuera en la forma de un asalto, de algo real, y cuando lo hiciera… porque ella pensaba que lo iba a hacer con una pistola; ella me hizo un cheque de cinco mil dólares, para que comprara una pistola e hiciera el trabajo. Le dije que no podía coger el cheque porque nos detectaban. Como pensaba que lo iba a hacer con una pistola, dijo que cuando hiciera el asalto que le diera a ella en el hombro o en la pierna, o que le diera un coletazo en la cabeza, pero que se viera algo real, algo profesional. Si fuera un disparo se habría visto más real. Cuando hablaron me ofrecieron $2 millones de dólares y Jose Ferrer y le dijo: 'No seas maceta, dale un millón más', relató.

'Ella quería que contratara a un asesino, pero se desesperó tanto que quería que yo lo hiciera. Me decía que mientras más rápido mejor, porque tenía problemas con el canadiense', contó.

Pabón Colón dijo que la noche del 22 de septiembre de 2005, noche del asesinato, se había reunido con un narcotraficante con quien tenía unos negocios, se dio un baño, se cambió y se encontró con unos amigos en Douglas Pub. Poco despues, recibió una llamada de Jose Ferrer, quien le habría advertido que Áurea ya estaba cenando en el restaurante Dragonfly con el canadiense.

Pabón Colón relató que se fue del negocio para realizar el trabajo.

'Me quede esperando que salieran… Pero antes que eso pasara me metí al negocio Guarionex que es un negocio que tenía controlado con drogas, entre a la cocina y cogí un cuchillo de chef, guantes y una bolsa de papel. Me quedo esperando que lleguen más o menos cerca de allí. Cuando ella (Aurea) me ve, me hace seña como que esa es la persona… Áurea hace el gesto con la cabeza', dijo, despues de detallar que no había podido conseguir una pistola, porque su compadre se la había negado, ya que sabía que se metería en problemas.

Cuando la pareja se acercó, dijo, se mantuvo caminando de cerca en la acera contraria, y notó que ellos iban hablando.

'Ella le enseñó un edificio, yo cruzo, siento un adoquín suelto. El pedazo era como filoso, como una lanza. Me di cuenta de que había un pedazo de adoquín suelto, lo eche en la bolsa de papel y, de momento, cuando me voy a acercar, cojo el celular y hago como si estuviera hablando. Suelto el telefono me le acerco a el y le dijo esto es un asalto. Lo dije en ingles porque ella me dijo días antes que el hablaba en ingles. El se asusta y me da un puño en la cara. El empujo a Áurea y le dijo: 'Run, baby, run'. Le doy el fuetazo con el pedazo de piedra. El cae al piso, saco el cuchillo y me tiro como alma que lleva el diablo a darle 'puñalás'. Mientras lo hago, el pelea por su vida, hubo un combate, y lo llegue a apuñalar en diferentes partes del cuerpo, el costado, y el corazón…', dijo.

'Lo apuñale por la espalda, en el pecho y la yugular… lo arremate con el adoquín, dándole por la cara… Áurea miraba y no decía nada. Y me pare y la ataque a ella, le meto un cantazo en la cabeza y la sangre chispoteó. Pense que la había matado tambien. Me di cuenta que había un muchacho que conozco, Rafi Mano Dura, que trabajaba en La Cochera y me estaba mirando. Y arriba desde un edifico me gritaron… perdón por la ofensa: 'Sueltalo ya, cabrón', contó.

Despues del ataque, dijo, se fue hacia la Perla a deshacerse de la ropa y soltarse el pelo, que llevaba largo en ese entonces para pasar desapercibido.

Dijo que le había confesado lo que había hecho a una persona en el video club Laomoure, y luego se contactó con su mejor amigo Derek, a quien confesó el crimen en El Morro.

Pabón Colón tambien dijo que en medio de la confusión había dejado olvidadas las pertenencias de la víctima, entre ellas una tarjeta negra que, supuestamente, debía llevarse 'si era necesario'.

Terminó contando que había permanecido oculto despues de los hechos y habló sobre las cartas que redactó, las que identificó en corte y dijo que rompió. Según destacó, en las cartas no cobraba los $3 millones que se le ofrecieron porque, supuestamente, se había acordado que las cantidades serían pagadas 'a traves de meses o años' en cantidades de $100,000, $50,000, y $200,000. Tambien señaló que de las reuniones surgió que lo querían tener 'retenido para otros trabajos más, además del canadiense'.

En el inicio de su relato, el confinado de 40 años dijo que conoció primero a Jose Ferrer, ya que coincidían en el negocio Douglas Pub. En ese local, Pabón Colón aseguró que tenía clientes a quienes vendía drogas.

'Yo me pasaba en Douglas Pub, que es un negocio que estaba al lado de Pink Skirt. Tenía clientes que se encontraban conmigo ahí. Jangueaban en ese lugar, como tenía eso controlado con droga y perico ahí (Douglas Pub)', dijo el testigo.

Pabón Colón detalló que Ferrer se convirtió en cliente y luego le presentó a Marcia. Más adelante, la pareja les presentó a Áurea y dijo que se convirtieron en sus clientes, pues les vendía marihuana.

A partir de ese momento, conversaban dentro y en el exterior del local. En una de esas ocasiones, fue cuando surgió el tema del asesinato que continuaron el El Hamburger.

Áurea tambien quería matar a otras personas

Durante el contra interrogatorio de la defensa, la licenciada Lydia Lizarríbal intentó establecer que el testigo solía enviar 'cartas y artes' a personas 'que conoce y no conoce'. Tambien, la abogada hizo ver que es conocido por escribir historias, guiones de película y canciones, entre otras cosas.

En medio de la conversación surgió un dato revelador. Aparentemente, Pabón Colón le escribió una carta a las autoridades federales despues de que tuviera un problema en prisión con un grupo.

Fue entonces cuando dijo que, presuntamente, Áurea era pareja 'en el pasado', de Jose David Figueroa Agosto, conocido como 'Junior Cápsula', y luego, de otro recluso que identificó como Henry López Rodríguez, alias 'Rambo'.

'Escribí cartas por problemas que tenía con un grupo de gente por ser testigo. Uno de ellos fue el novio de Áurea que mandó a hacerme daño. En la federal la gente habla por interphone', dijo.

Además, dijo que le proveyó al FBI nombres de personas adicionales que Áurea presuntamente quería matar. Entre ellos, mencionó los nombres de Alexis García Mollinet, quien le reclamó por copiar el estilo de la marca de su restaurante Pinky's para su negocio Pink Skirt, Roberto Cacho y Jorge De Castro Font.

Cuando se le preguntó por la cantidad de dinero ofrecida por matar a Cacho, el testigo dijo que 'despues de lo que pasara con el canadiense'.

'¿Y cuánto por De Castro Font?', preguntó la defensa. 'No quedamos en una cantidad', respondió.

Tambien se indagó sobre el estado mental del testigo, y sobre una serie de medicamentos que se supone ingiriera para controlar ataques de pánico. Dijo que tenía alucinaciones y le habían recetado medicamentos pero no los tomaba porque entendía que no los necesitaba.

Áurea Vázquez Rijos (Juan R. Costa / Archivo NotiCel)

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