Intensa emoción en tributo a Sylvia Rexach (galería)
Más de 25 músicos de distintas generaciones imprimieron una intensa emoción, que llegó en algunos momentos a las lágrimas y otros a las carcajadas, en el tributo que se le rindió ayer en el Colegio de Abogados a Sylvia Rexach.
La noche, que tuvo a la actriz Georgina Borri como maestra de ceremonia, levantó vuelo con un aire clásico y un tanto solemne, para evolucionar en juntes innovadores y versiones jazzísticas y rockeras de algunas piezas del repertorio.
El concierto 'Tributo a Sylvia Rexach: Son cincuenta', con motivo del 50 aniversario de la partida física de una de las grandes figuras de la música puertorriqueña, se dividió en dos partes. El comienzo presentó la interpretación de 'Nuestra luna' a cargo de Luis Rodríguez (voz y arreglo) y el quinteto de cuerdas Laura en Albanta, produciendo un efecto íntimo e inmediato a la bohemia. Acto seguido, Yarimir Cabán (Mima) se hizo acompañar sólo de su guitarra para entonar 'Matiz de amor', ataviada con un vestido blanco y una corona que leía '1940', en alusión a la histórica foto de Sylvia Rexach a los 18 años como 'Reina del Palacete'.
La misma Yarimir Cabán repitió, esta vez con Tato Díaz del Cuarteto Los Hispanos, y ofreció a los cerca de 400 asistentes 'Alma adentro', que disfrutaron los fanáticos de dos generaciones.
Díaz aprovechó para regalarle a Cabán el disco que éste grabó en los sesenta de canciones de Sylvia Rexach con la fenecida cantante Carmen Delia Dipiní.
A continuación, se presentó Díaz y Kacho Montalvo (guitarra) con 'Mi versión', para luego dar paso a la música del mismo Díaz, Montalvo y Giselle Solís. El trío interpretó 'Tus pasos', una canción creada por Rexach cuando escuchaba llegar a su esposo irlandés a su casa, en los años cuarenta.
Más tarde, con el romanticismo desatado, Solís cantó 'Había una vez'. Cómoda en la bohemia, la cantante entregó en una versión que arrancó aplausos de los asistentes. Luego, con 'Chato', que Rexach nunca grabó y que tiene ribetes de humor, la artista invitada confirmó su talento y sus inclinaciones jazzísticas.
Después vendría la voz de Kianí Medina, ataviada con gafas y un vestido rojo profundo, quien con su voz silenció la sala, lo que permitió disfrutar de la guitarra de Omar Silva y de 'Mi subconsciente de amor' y 'En mis sueños'.
Tras el intermedio, Jaime Albizu Lamboy, nieto de Sylvia Rexach, anunció la reproducción de un mensaje sonoro enviado por Sharon Riley desde el estado de Florida, el cual arrancó con el sonido de un piano que interpretaba 'Alma adentro'.
Enseguida entró la voz de Riley: 'Querida mami: Un 20 de octubre de 1961, mientras bajaba tu féretro, Los Hispanos comenzaron a cantar ‘Alma adentro'. En ese momento comenzó a llover y las gotas de lluvia se confundieron con las lágrimas de los que te llorábamos'.
En ese momento, el silencio y atmósfera del Tributo se transformó en uno de solemnidad y comunión. De haberse caído un alfiler, seguramente se pudo haber escuchado por la audiencia que atestaba el lugar.
'Hoy, cincuenta años más tarde, nos encontramos en el Colegio de Abogados donde hoy se celebra un tributo no a tu partida sino a tu vida', prosiguió Riley a la distancia, mientras Sylvia 'Chivin', la mayor de las hijas de Sylvia Rexach, secaba sus lágrimas en primera fila, junto a su hijo Jaime Albizu.
'La familia que sí ha crecido es la de tus admiradores y seguidores. Son los ‘sylvistas' que no te olvidan, y se ha creado otra generación que, sin haber sido de tu época, son conocedores de tu música y continúan la tradición de la bohemia pura de antes en la que se reúnen a cantarte, analizarte y a vivirte, lo que nos indica que tu música es la mejor herencia que nos pudiste dar', explicó.
'Tenemos la seguridad, después de cincuenta años de que esta generación enseñará a otras sobre ti, sobre tu vida, tu música y tu musa… Hoy te honramos, te recordamos y tus amigos, familiares y artistas recibirán de ti tu matiz de amor', finalizaba Sharon Riley, al tiempo que comenzaban a dibujarse las sonrisas de emoción de la inmensa mayoría del público, el cual se puso de pie y ofreció un apabullante aplauso y un aguacero de miradas encontradas que parecían desconcertadas de tanta emoción.
Pasado el momento, el Trío Bahía se presentó para interpretar 'Quisiera ser', 'Por siempre' y 'Qué has hecho', esta última inédita.
Luego se sumaron las interpretaciones de Chabela Rodríguez, Nancy Millán y Macha Colón, con 'Es tarde ya'. Colón también añadió 'Y entonces' en versión rockera, añadiendo gracia y chispa al espectáculo, en un in crecendo de alegría, baile y soltura. Macha se hizo acompañar de la melodía armada por Francis Pérez (guitarra eléctrica), Fermín Segarra (violín), Gerardo Segarra (batería).
La sorpresa anunciada de un personaje santurcino tuvo lugar en el medley de Cautiva Rexach, personaje de travesti protagonizado por Ricardo Santana, quien puso al descubierto a Maggy Sola, en personaje de La Lupe que ameniza la bohemia de los domingos en La Placita de Santurce.
Ambas arrancaron gritos y vítores del público al cantar juntas el medley que incluía un fragmento de 'Mi versión', mientras se movían entre el público y dejaban claro a todos que el amor no tiene género, que todos tienen derecho a su propia versión.
'No se piensa en el deber / ni se piensa en el honor. Es el instinto creador / pues sólo somos dos', entonaban impecablemente ambas como sosteniendo un diálogo, mientras se despojaban de sus respectivas pelucas y dirigían sus miradas a los cientos de asistentes que, ya de pie y satisfechos, aprobaban su versión.
Rexach, quien creó el primer trío de mujeres en la isla ('Las damicelas'), falleció el 20 de octubre de 1961, tras padecer cáncer por más de una década.
Sus canciones han sido difundidas por artistas como Lucecita Benítez, Linda Rodstandt, Ednita Nazario, Lourdes Robles, Chucho Avellanet y Lunna.
Además, el compositor mexicano Armando Manzanero grabó en 1990 una de sus obras en el disco 'Canciones que yo quise escribir'.