Celebran con agua en Tailandia
Bangkok - Una colosal batalla con agua comenzó hoy en las ciudades de Tailandia para festejar el Año Nuevo tradicional, la fecha del calendario más importante de este país que sufrió hace varios meses las peores inundaciones de su historia reciente.
Cuando muchos edificios aún mantienen en su fachada las marcas dejadas por las inundaciones, decenas de miles de tailandeses han salido a las calles armados con cubos y pistolas de agua para empapar al prójimo que se cruce con ellos.
El festival del 'Songkran', que así se llama y coincide siempre con el movimiento del sol desde la constelación zodiacal de Piscis a la de Aries, es una tradición ancestral que en sus orígenes tuvo un carácter eminentemente religioso, pero que durante las últimas décadas se ha ido transformando en una diversión.
Durante los tres días que dura el festival, los mayores cumplen con los ritos budistas, mientras que los jóvenes tailandeses y turistas de todas las edades libran innumerables escaramuzas en las que el objetivo es mojar al contrincante de los pies a la cabeza y embadurnarle el rostro con polvo de talco.
Unos cinco meses después de que las inundaciones terminaran en distritos de Bangkok, muchas calles de esta capital vuelven a estar encharcadas por el agua que arrojan sobre los transeúntes la gente que se desplaza por la ciudad en furgonetas y camiones cargados de de agua.
'Según la tradición el agua purifica y limpia los pesares pasados, este año Tailandia ha sufrido mucho, así que tendremos que limpiar todos los rincones de la ciudad', afirma a Efe una joven duchada de arriba a abajo.
Y es que durante estos días, es casi imposible mantenerse seco en las calles de las ciudades tailandesas, patrulladas la mayor parte del día y de la noche por hordas de jóvenes provistos de todo el agua que consigo pueden cargar.
El blanco predilecto de estos guerreros armados con cualquier ingenio que sirva para arrojar agua, es siempre el turista que por mucha compasión que pida, recibe un remojón.
'Acabo de llegar a Tailandia tras 30 horas de viaje y el primer recibimiento que me han dado ha sido lanzarme un cubo de agua', dice a Efe Raúl Rivas, un turista español.
Las batallas con agua, a veces helada, se agradecen en esta época del año, cuando las temperaturas en Tailandia alcanzan los máximos anuales de 40 grados centígrados.
'El ambiente de las calles es fantástico, nadie se enfada aunque te lancen un chorro de agua o te embadurnen de talco', comenta Jairo Gonzalo, otro visitante de origen español.
A pesar de que no existe una vestimenta oficial para el evento, las camisas de estampados con dibujos de flores y de tonalidades muy llamativas dan colorido a la gran contienda.
Los policías, motoristas, conductores de taxi y autobús tampoco libran del chapuzón, aunque las autoridades piden cada año que se les aplique la bula dado que esos ataques al personal de servicio pueden acarrear desagradables accidentes.
Unos pocos días antes de la llegada del Songkran se desata un éxodo masivo de personas hacia el medio rural, del que provienen casi la mitad de los más de 10 millones de habitantes de Bangkok, para celebrar las festividades en familia.
La cara siniestra de este festival son los cientos de muertos que se producen en las carreteras a causa de accidentes motivados, por lo general, por exceso de velocidad y el alcohol.
Noel Caballero