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A todo dar Festival del Volantín de Cataño

El Alcalde del Municipio Autónomo de Cataño, José A. Rosario Meléndez, celebró el éxito del Festival del Volantín de Cataño, celebrado este domingo a la orilla del mar.

'Estamos bien satisfechos con la gran cantidad de personas que llegaron para participar de las distintas categorías, que iban desde el volantín más pequeño, hasta los más coloridos y los más estables en las alturas. Este compartir comunitario, organizado por nuestro Departamento de Recreación y Deportes, lo hacemos para realzar la tradición del volantín. Es lo que conocemos como chiringas, pero confeccionadas a mano, usando la creatividad y los recursos disponibles', detalló Rosario Meléndez.

El Alcalde recibió un inesperado regalo: un volantín hecho en Mayagüez y creado especialmente para esta actividad. 'En Mayagüez tenemos también una gran tradición de volantines y nosotros quisimos participar y regalarle al Alcalde y a todos los catañeses este volantín que supera los 8 pies de alto. Es una manera de hermanar estos dos pueblos que comparten una misma tradición', expresó Luis González, el creador del volantín gigante, quien invirtió su creatividad y más de 6 horas de trabajo a mano.

'Lo recibimos con mucho orgullo y agradecimiento y le anunciamos a Luis que su creación estará en exhibición desde mañana en la recepción de la Alcaldía', dijo Rosario Meléndez.

Entre los presentes habían personas con volantines alusivos a los bailes de bomba y del famoso ancón de Loíza, así como los de inspiración religiosa y por supuesto, otros en celebración al triunfo de las Lancheras del Volleyball Femenino.

'Estamos bien agradecidos del Alcalde que nos trajo este equipo de volleyball y en menos de tres años trajo este campeonato a Cataño. Aquí somos bien aficionados al deporte. Precisamente hoy salimos de aquí para el juego AA contra Corozal. Y vamos a ganar!', dijo entre risas Migdalia Carmona, residente dell Matienzo Cintrón.

La tradición de las chiringas en Cataño data de muchos años, cuando los pescadores de la bahía rescatan las chiringas que caen desde los predios del Morro en el Viejo San Juan. 'Ellos las recogen, las reparan y se las regalan a los niños de la vecindad. Es una manera simpática de mantener la bahía limpia y reciclar muchas de esas chiringas que los niños las puedan aprovechar y divertirse un rato', comentó Juan M. Cortiña, administrador de la Villa Pesquera de Cataño.