Gobierno no debe favorecer todas, sino ninguna religión
Nos decía el filósofo político italiano de la era renacentista, Nicolás Maquiavelo, que los príncipes y gobernantes debían aparentar su religiosidad en aras de ganar legitimidad política y apoyo popular.
En Puerto Rico, el ex gobernador Pedro Rosselló González dijo en una ocasión que 'El Príncipe' de Maquiavelo era uno de sus libros favoritos. Tal comentario no sorprendió a muchos si tomamos en consideración la manera en que este ex primer ejecutivo dedicó gran parte de su mandato a hacer 'iglesia tours', promover legislación a favor de los grupos de fe e integrar sectores religiosos como participantes activos en el diseño de su política pública durante los años 1993 y 2000. En fin, Rosselló González hizo historia al ser el primer gobernador isleño en declararse abiertamente como 'católico-protestante'.
El debate en torno a la separación de Iglesia y Estado es tan viejo como la época que precedió el advenimiento del mismo Jesucristo en la Tierra.
No obstante, en el Puerto Rico del 2012, comentarios y legislaciones recientes han puesto nuevamente estas discusiones en boca de muchas personas.
Matrimonio Gay
Tras el apoyo expresado por el presidente estadounidense Barack Obama a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo, las reacciones no se hicieron esperar y muchos políticos boricuas dejaron claras sus posturas tradicionales sobre el asunto.
En una convergencia ideológica que pocas veces se palpa en un año electoral, Alejandro García Padilla y Luis Fortuño Burset, quienes son los candidatos a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista respectivamente, fueron enfáticos en declarar que el matrimonio es una institución constituida sólo por un hombre y una mujer.
García Padilla, quien es fanático, colega Demócrata y hasta compañero de almuerzos de Obama, declaró en una reciente entrevista radial su posición de 'que el matrimonio es entre hombre y mujer. Yo no favorezco el matrimonio entre personas del mismo sexo', dijo el también senador popular a la cadena Radio Isla.
Fortuño se hizo eco de las expresiones vertidas por su principal rival político y declaró que su 'posición siempre ha sido la misma: que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer'.
Tanto García Padilla como Fortuño aparentan tener supuestas diferencias irreconciliables, pero los une su visión sacramental católico-romana del matrimonio o tal vez una agenda 'maquiavélica' para activar el apoyo popular a través de la apariencia religiosa, según sugerida por el filósofo italiano antes mencionado.
Separación Iglesia-Estado cuestionada
Para el profesor y director del Departamento de Ciencia Política en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Héctor Martínez Ramírez, tanto el PPD como en PNP han participado de alianzas políticas con sectores religiosos que, de alguna forma u otra, han incidido en el diseño y aplicación de sus políticas públicas.
Martínez Ramírez, quien ha hecho varias investigaciones académicas sobre la relación entre religión y política, comentó en una entrevista reciente que le hiciera el diario Puerto Rico Daily Sun, que la era 'rossellista' representó un importante hito histórico porque, en aquel entonces, marcó una ruptura entre los sectores protestantes tradicionales y pentecostales con el PPD.
'Lo que hizo Rosselló fue construir una base política sólida alrededor de un sector que a finales de los 80s y principios de los 90s se sintió amenazado por el giro pro-hispánico que había asumido el PPD. Pedro Rosselló aprovechó esa coyuntura y atrajo a aquellos sectores religiosos que pensaron que un Puerto Rico pro-hispano y políticamente soberano iba a representar una retorno a la hegemonía católica en la isla,' Martínez arguyó.
Tal parece ser que los rezagos de esa era 'rossellista' aún permean en el modo de operación de muchos políticos contemporáneos. Tan reciente como el 26 de abril, el representante novoprogresista, Ángel Peña, presentó la resolución conjunta RCC1464 con el fin de ordenarle 'al Departamento de Transportación y Obras Públicas, a ceder por el valor nominal de un ($1.00) dólar, a la Iglesia Asamblea de Dios, la parcela de terreno ubicada en el Barrio Valenciano Abajo del término municipal de Juncos, con una cabida de mil seiscientos ochenta y seis metros cuadrados con noventa y tres decímetros cuadrados de otra, equivalentes a cuatro mil doscientos noventa y dos diez milésimas de cuerda'.
La medida de Peña se asemeja a la política pública establecida por Rosselló en la cual favorecía a las iglesias al permitir que 'organizaciones sin fines de lucro' pudieran adquirir terrenos rurales baldíos por tan sólo $1.
Durante el mes de marzo, el gobernador Fortuño dio instrucciones a la Cámara de Representantes para presentar un proyecto de ley que busque eximir a las iglesias del pago del Impuesto de Venta y Uso (IVU) aduciendo la aportación que éstas hacen con obras de caridad y otros servicios sociales. Así surgió el proyecto PC 3863, el cual aún no ha bajado para votación en el pleno de la Cámara.
Queda por verse si el argumento que justifica estas concesiones a las iglesias como programas que son ofrecidos a entidades sin fines de lucro y del tercer sector, es bien recibido por la mayoría de los electores que se darán cita en las urnas de noviembre.
Sin embargo, poco sabemos en cuanto al verdadero impacto – si alguno – que este debate tendrá en los comicios electorales que se avecinan. En lo que se dirime tal cuestionamiento, el profesor Martínez Ramírez nos arrojó luz sobre lo que él piensa tanto en el plano personal como en el académico en torno al principio constitucional de separación entre iglesia y estado.
'Para el gobierno, esto no se trata de favorecer todas las religiones, sino de no favorecer ninguna,' sostuvo el catedrático de la UPR.