Reseña: Irreverencia de sobra en 'The Dictator'
Sir Sacha Baron Cohen regresa con su peculiar estilo irreverente cargado de humor negro en 'The Dictator'.
El actor interpreta al dictador Admiral General Hafez Aladeen, aparentemente modelado en Moammar Ghaddafi.
Esta vez el objeto de sus burlas y escarnio es la raza árabe estigmatizada en un país imaginario llamado Wadiya que básicamente pudiera ser cualquier país nor-africano.
Como es usual, Sir Sacha logra su cometido de manera excelente en un filme cargado de risas de principio a fin.
Posiblemente para el populacho las mejores escenas sean las que son mas gráficas cargadas de secreciones humanas, sexo o vulgaridad, para otros la verdadera genialidad estriba en sus parlamentos llenos de sarcasmo y cinismo con entrelíneas burlándose de mucha gente incluídos los Estados Unidos.
Lo más cómico, es que si bien satiriza los régimenes dictatoriales de estos países, también con su jueguito mongo destroza al capitalismo y la democracia principalmente asociándolos con la corrupción.
El personaje central, el dictador de Wadiya, es terrorista, genocida, antisemita, misógeno, en fin...un 'típico' árabe.
El estilo de Sir Sacha definitivamente no es para todo el mundo y es consabida la gran cantidad de gente que se siente ofendida con su particular humor.
Trabajar con Sir Sacha aparentemente se ha convertido en algo 'in' si tomamos en consideración todos los cameos de estrellas que tiene el fime. Recomiendo la película si estás en el mood de reirte y tus sentidos toleran todo tipo de irreverencia gráfica, definitivamente no es para personas tikis-mikis que sean muy sensibles.