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Vida

Willy Rodríguez: músico, papá y vecino

Willy Rodríguez conversa con la franqueza de un niño. Su voz, la de tanta poesía, también es la del muchachito de Río Piedras que a menudo ganaba la Carrera del Pavo en la escuela.

Precisamente la escuela fue el abono de su futuro musical.

'Mi madre era maestra de la escuela elemental de la Universidad de Puerto Rico y mis tres hermanos y yo tuvimos la dicha de estudiar ahí', comentó el menor de la casa.

Antes de la música, Willy era todo un velocista. 'Era el más rápido en la escuela pa mi tiempo. El maestro Danny Soto me llevó a muchas competencias fuera de la escuela, que si las justas Colgate y todas esas cosas. Hice otros deportes también, jugué pelota, jugué VolleyBall...', recordó el cantante.

Su vocación lo asaltó luego parrandeando en Navidad. Fue su maestro de música, Juan Correa, quien lo guío hacia el mundo de las melodías.

'Se lo debo todo a él. Iba con él a parrandas navideñas, que eran las parrandas mas ‘exajererás' que te puedes imaginar. Él iba con una orquesta completa, se conectaban a las luces de navidad de la casa con todos los amplificadores y te hacían un concierto desde afuera. Todos los vecinos tenían que venir y ver que estaba pasando porque era impresionante. Después iban a la casa, se acomodaban bien y eso era con micrófonos, con todo los muñequitos. Eso causa una impresión en un chamaquito bien fuerte y me fui acercando a la música', evocó.

Como cualquier proceso evolutivo, en su desarrollo musical pasó por dolores de crecimiento.

'Empecé a tocar el bajo en quinto grado, con Juan Correa. Yo quería tocar batería pero habían muchos chamaquitos que querían tocar batería, así que él decidió que como tenía mucha facilidad con los tonos, para entonar y eso, además tenía facilidad rítmica, pues él entendía que podía tocar el bajo. No había nadie que quería tocarlo... Yo ni sabía que era el bajo. En un principio me molestó pero luego lo entendí', narró el artista con algo de melancolía.

Su voz dulce, que al hablar parece entonar una canción de cuna, se comenzó a escuchar en todas las actividades de la escuela. Sin darse cuenta, por que ni el mismo lo creía, la facilidad que siempre tuvo para cantar le tendió el camino.

En octavo grado su tío le regaló una guitarra y entonces, en los pasillos de la escuela superior lo que se escuchaba eran las canciones de Silvio Rodríguez que practicaba hasta perfeccionar.

'Trataba de imitar hasta el detalle ...Como los panas se idetificaban, se sentaban alrededor, y pues, se creaba algo y me gustó cada vez más', indicó quien entonces ya pertenecía a una banda con músicos que le doblaban la edad.

A quien tiene el don, el destino no perdona, y al graduarse de cuarto año, grababa con Cultura Profética su primer álbum Canción de Alerta. Agobiado por clases pre requisito que no lo retaban, Willy se matriculaba en clases de arte mientras estudiaba en el Departamento de Humanidades. En su tercer año llegó su segunda producción, Ideas Nuevas, y para entonces las amanecidas y las presentaciones le cambiaron el rumbo.

'Sentía que no estaba aprovechando mi potencial y tenía tanto encima, tanta responsabilidad con la banda que pues, tengo un propósito y decidí seguirlo, esperando que siguiera fluyendo', señaló Willy, aclarando que aún así entiende que la educación es la mayor herramienta que alguien pueda tener.

Para construir su poesía Willy mencionó haber leído a autor chileno Vicente Huidobro 'que era psicoldélico. Estaba bastante adelantado a su tiempo'.

'Me gusta la manera en la que le quitaba el sentido a las palabras y le daba el sentido que le daba la gana. Veo influencias de él en Silvio Rodríguez que también es un maestro y ha tenido en mi una influencia grande. Soy más de escuchar que de leer pero igual, leo mis cosas', expresó.

El que su madre se especializara en educar de acuerdo a la preferencia del escolar en libros para niños, ha hecho que al componer Willy se inspire 'en esas enseñanzas simples, básicas, pero con valores claves, algo que se ha perdido en estos tiempos'.

El músico menciona mucho a su madre pues dice fue quien formó su carácter artístico y le inculcó sus valores. En cuanto a la figura paternal Willy expresó que su papá le ' enseñó a usar las manos y a que uno puede hacer lo que se proponga. Él fue un negociante toda la vida, hizo muchísimas cosas diferentes. Él tuvo nada más que un cuarto año de 'high school' y cuando se graduó era manejador de una tienda de zapatos aquí en San Juan. El mudó a casi toda la familia de mi mamá que eran de Orocovis para acá . Era un tipo bien fajón, bien trabajador. Perdió a su madre a una edad bien temprana y lo crío una tía, así que desde chiquito, él crío a su hermano menor. Me enseñó eso, a no depender de nadie'.

La paternidad es algo que está a la vuelta de la esquina para Willy, quien lleno de ilusión anunció que en octubre nacerá su primogénito.

'Gracias a Dios encontré a una mujer perfecta, aunque no la soñaba de esa manera, y me está haciendo padre... Una nunca está completamente listo para eso pasos, pero me siento tan contento que sé que todo va estar bien', expresó el artista emocionado.

La vida de estrella del reggae ha tomado otros matices. La marihuana ya no es un constante aunque dice disfrutarla recreativamente. En varias ocasiones el cantante ha mencionado que la ganya 'fue importante en el trayecto' pues le 'abrió los ojos para percibir cosas de otra manera'. ,

'Al igual con los hongos alucinógenos que están ahí, claro con mucho respeto, yo pienso que hay plantas que están puestas en la tierra para que uno aprenda usarlas. Nosotros hemos sabido aprovecharlas para accesar una energía que está más allá de nosotros, que está por ahí siempre, y cogemos un 'poncito' con esa energía y volvemos a la realidad para poder proponer', teorizó.

De igual manera la fama es algo que Willy no se toma muy en serio. Según explicó, 'no porque hayan personas que te idolatren significa que eres Dios. Estar en contacto con la humanidad y teniendo presente la humildad desde donde vienes, te hace mantener los pies en la tierra.' Para el cantor su carrera es un regalo, una misión, que sobrepasa el ego.

Además de la música, Willy dice disfrutar del la cocina y del arte gráfico. El hombre hace toda el arte promocional de la banda y ha creado varias de las caratulas de los discos. A sus sueños le añade tener un restaurante algún día.

Las mujeres también lo apasionan y aunque el rey ya tiene princesa, Willy ha confesado ser un enamorado. Sus gustos 'no se basan en los rasgos. Me gusta la mujer con curvas, como caribeños que somos. Prefiero las nalgas que las tetas, y perdona que lo diga así pero para mi, una mujer debe tener unos pechos palpables, suficiente para poder agarrar, pero las nalgas son importantes'.

Cambiando el tema a la realidad puertorriqueña, el artista opinó que a parte de la salud y la educación, el mayor problema que tenemos se 'traduce en la falta de sensibilidad'. Estas elecciones será la primera vez que irá a votar para no dejar que 'todo se vaya por la borda'. No quiso decir por quién.

Sobre el concierto de hoy en el Isla Grande Pier, Willy aseguró que el público 'va a tener un concierto que nunca ha sido escuchado en Puerto Rico. Psicodelicamene vamos a estar haciendo música de mente. Le hemos dado énfasis a cada instrumento y estoy seguro que la gente se va a ir de ahí con algo diferente. Van a ver que está pasando con nosotros ahora mismo y van a ver el futuro de Cultura'.

Cultura Profética. (Roso Sabalones/NotiCel)
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