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Radiohead cierra el Optimus Alive en Lisboa

Lisboa - Desde el rock más clásico hasta el sonido puramente electrónico. Letras profundas cantadas ante decenas de miles de personas. Alternativos, pero a la vez seguidos por una legión de fans. Contradicciones a priori que en el caso de Radiohead parecieron no ser tal para cerrar por todo lo alto el Optimus Alive.

El festival lisboeta, que ha reunido a más de 150.000 personas en los últimos tres días, tenía esta vez a la banda inglesa como principal atractivo, lo que se notó en la venta de entradas, agotadas desde hace semanas.

Con puntualidad británica, Radiohead arrancó la que fue su primer concierto en suelo luso en los últimos diez años.

A lo largo del repertorio, plagado de temas de sus últimos dos discos, hubo momentos en que entre la multitud incluso se hizo el silencio, algo poco habitual en actuaciones de este tipo, prueba del misticismo que rodea a la banda.

Pese a que apenas interactuaron con el público -a excepción del consabido 'obrigado' tras terminar cada tema-, las cerca de 55,000 personas que se congregaron para verles se dejaron llevar desde el primer momento y parecieron disfrutar del eclecticismo del grupo durante las dos horas que estuvieron encima del escenario.

Precisamente hoy se cumplía justo un mes desde que el técnico de batería de la banda, Scott Johnson, sufriera un fatal percance en el montaje del concierto previsto en Toronto (Canadá), un accidente mortal que les llevó a cancelar varias actuaciones pero que hoy no fue mencionado, al contrario que en su anterior cita en directo, en el BBK de Bilbao.

El líder de Radiohead, Thom Yorke, apareció en el palco principal con el pelo recogido en una coleta y ganas de bailar, moviéndose frenéticamente en temas como 'Pananoid Android'.

El ritmo del concierto fue claramente de menos a más, dejando algunos de sus 'hits' más movidos para el final.

Los británicos volvieron a hacer gala de ese alejamiento de todo lo que huele a comercial que los caracteriza -la inmensa mayoría de sus canciones es incompatible con la línea seguida por las emisoras de radio convencionales- y no tocaron temas clásicos y reconocibles como 'Creep' o 'Karma Police'.

Sus incondicionales, sin embargo, no parecieron echarlas de menos y gozaron igualmente con 'Reckoner', 'Lucky' y 'Everything In It's Right Place', entre otras.

A pesar de ser considerados como un exponente de la música de la década de los 90', entre el público asistente se entremezclaron muy diferentes generaciones, que vibraron al unísono con sus ritmos.

Además de bailar y exhibir diferentes registros con su voz, el propio Yorke mostró su habilidad a la guitarra y también al piano, acompañado por los 'virtuosos' Jonny Greenwood, Ed O'Brien, Colin Greenwood y Phil Selway.

Radiohead echó el cierre al calificado de mayor festival de música de Portugal tal y como llegó: con música y sin prácticamente despedirse del público, después de tres días llenos de conciertos con marcado acento británico gracias a The Cure, The Stone Roses, Morcheeba y Snow Patrol.

Thom Yorke, cantante de Radiohead. (Agencia EFE)
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