Loíza se llena de colores (galería)
Con precisión y sutileza en cada pincelada, jóvenes de Loíza y artistas universitarios unieron fuerzas para completar un mural, que le dio vida a la fachada de una escuela comunitaria, que sirve de centro de apoyo tanto para los jóvenes loiceños, como para sus familias.
En el pueblo, conocido como 'la cuna de la tradición', estudiantes de Nuestra Escuela diseñaron un mural representativo de la unidad, la paz y la posibilidad de cada uno para alcanzar sus metas.
Poco a poco, con los toques de pintura roja, azul, violeta, naranja y verde, la pared del centro de apoyo sustentable, Nuestra Escuela, en Loíza, cobraba vida artística. Los llamativos colores -tradicionalmente asociados a los partidos políticos- atraían las miradas de cuanto transeúnte se encaminaba al centro de Loíza.
'El logo de Nuestra Escuela es lo que más me interesa dentro de esa pintura porque si no fuera por esta escuela, qué tú ibas a esperar de mí? En la otra escuela (que yo estaba) decían que yo era un fracasado y aquí, cuando yo entré, me dijeron que no... que era un estudiante excelente y hasta tengo buenas notas', dijo Ian Cabrera González, de 16 años.
El boceto diseñado por este joven y Ángel Luis Alicea Moreno, de 29 años, también contiene elementos de la cultura puertorriqueña y los colores de los partidos políticos, donados porNotiCel, con el auspicio de pinturasBenjaminMoore, y como parte de la campaña publicitaria 'La verdad sin colores'.
'La guitarra representa la cultura de mi pueblo, que es bien importante para mí. Los colores son símbolo de paz. Todos los colores simbolizan unión para que todos los partidos hagan un cambio por Puerto Rico', mencionó Alicea Moreno.
Esa unión de colores e ideologías por la que abogan los estudiantes a través del arte, se atestigua en el interior de la escuela,a pesar del ambiente de tensión y violencia que pudiera estar afectando a las comunidades aledañas.
'Un día nosotros decidimos que no queríamos ser partícipes de esa segmentación de barrio, ni aportar a esa conducta violenta. Decidimos que esta escuela iba a ser un espacio de paz, donde iban a poder estudiar jóvenes de cualquier barrio de Loíza en un ambiente sano y tranquilo, donde se sintieran seguros y libres de hacer lo que realmente ellos quisieran hacer', explicó Marivette Lanzó Cortijo, directora del centro.
En efecto, en el interior de la escuela los jóvenes toman sus cursos en un ambiente familiar, donde incluso llevan a sus niños de uno o dos años a tomar las clases junto a ellos.
'Aquí nosotros matriculamos familias, no matriculamos estudiantes; lo que significa que atendemos e impactamos el núcleo familiar. Los padres muchas veces están aquí haciendo labor comunitaria, participando de las actividades de sus hijos. Igual que los hijos de los estudiantes nuestros, que se educan con sus papás aquí', dijo la directora.
Para el universitario José Gabriel Miranda Rosario, mentor de los jóvenes en este proyecto, resulta gratificante ver cómo se aprovechan los colores con otros jóvenes con interés en el arte. 'Es un comentario políticobien fuerte como el puertorriqueño se ha dividido y esto es un intento de anular eso, que no somos un color, sino que todos somos puertorriqueños', concluyó.