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Vida

'Brokeback Mountain', la ópera

'Brokeback Mountain' será desde mañana no solo la novela y la premiada película sino la ópera, que se estrenará mundialmente en el Teatro Real en medio de una 'enorme expectación internacional' por conocer el resultado de adaptar a la lírica esta 'gran tragedia' de amor prohibido entre vaqueros.

'El resultado es muy satisfactorio', aseguró hoy en rueda de prensa el estadounidense Charles Wuorinen (1938), compositor de la música, una opinión compartida por la autora de la novela y del libreto, su compatriota, y premio Pulitzer como él, Annie Proulx (1935), que ha apostillado que es 'maravilloso, excelente y fantástico'.

Proulx, Wuorinen y quien tuvo la idea de convertirla en ópera, Gerard Mortier, explicaron algunos de los pormenores de la obra que se estrenará mañana con los directores de los teatros de Filadelfia, Aquisgrán, La Monnaie, Los Ángeles, Santa Fe y Zúrich y 31 corresponsales extranjeros acreditados entre el público.

Para Wuorinen escribir esta música fue 'como un parto, pero de una camada' y detalló que él y Proulx trataron de crear una estructura 'muy amplia', acentuando algunas frases de lo que representaba el mundo de Ennis y Jack, y que no hubiera interrupciones, de ahí que sean dos horas sin descanso.

Al compositor le fue 'muy fácil', bromeó, evitar cualquier mínima referencia al sonido country. Lo que ha hecho, afirmó, es 'música propia para una historia universal', que dirigirá el suizo Titus Engel.

'Cuando se escuchan las primeras notas inmediatamente se entra en el mundo de Wuorinen. El leitmotiv de 'Brokeback' se escucha en muchas partes, en los preludios, en los interludios, en los duetos de amor y, sobre todo, en la parte final', precisó Engel.

El proyecto nace en 1998, cuando Mortier propuso a Wuorinen que compusiera la ópera y luego los dos convencieron a la autora de la novela de que escribiera el libreto, en el que ha acortado las frases, ampliado personajes y situaciones y reducido o eliminado otros.

La idea era estrenarla en la Ópera de Nueva York, pero su contrato con ese teatro se frustró y luego vino su 'fichaje' por el Real, detalló Mortier, muy contento de haber podido viajar a Madrid desde Alemania, donde se trata del cáncer que le detectaron este verano.

Wuorinen, un compositor 'típicamente americano pero con una relación muy fuerte con Europa', ha conseguido, según Mortier, 'una maravillosa música', 'una gran tragedia, no un music hall' y Proulx 'no solo se ha adaptado a las exigencias del género sino que ha hecho unas frases realmente de ópera'.

'Habrá gente que dirá 'Mortier, oh la lá', algo inmoral, dos hombres amándose en escena... Alguien del comité de empresa me preguntó qué público quería para esta producción y yo contesté que 'liberal', que piense que el teatro es no solo entretenimiento sino grandes temas actuales', indicó.

Para los papeles protagonistas -el canadiense Daniel Okulitch, en el de Ennis, y el estadounidense Tom Randle, en el de Jack-, quisieron 'los tipos justos', es decir, 'fuertes, no afeminados', para representar 'a gente normal que se ama', para contar 'una verdad que existe aunque se quiera ocultar', según Mortier.

'Muchos siguen con el fanatismo, con la oposición al matrimonio homosexual. No quiero entrar en discusiones sobre eso pero debemos saber que la gente sufre... Existe una gran doble moral: Madrid luchó por Eurovegas y eso para mí es Sodoma y Gomorra', dijo.

Sobre un paisaje humano evocador y muy simple, el director de escena, el belga Ivo van Hove, ha 'traído' la montaña al teatro con un vídeo que grabaron tras un viaje de él, Proulx y Wuorinen a la zona montañosa de Wyoming en la que la autora imaginó el pico del título.

No tiene nada que ver con la película, con la que Van Hove ha decidido no competir en absoluto, por eso las imágenes reflejan un mundo 'duro, agreste e inhabitable', lejos del de Ang Lee: 'es 'Brokeback' la ópera, no la película', remachó ante los aplausos de Proulx.

A todos les parece irrelevante la reacción del público: 'lo que piense el espectador es su problema no el mío', resumió Wuorinen; 'la carrera de esta ópera no depende de la reacción que tenga mañana el público', agregó Mortier, que seguirá firme en sus ideas sobre el teatro 'pase lo que pase'.

(EFE)
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