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Kianí Del Valle: la 'guerrera' de la danza contemporánea y la videodanza (galería)

Relajada en el balcón donde pasó sus días de infancia, Kianí Del Valle, de 30 años, comenzó a hablar sin tan siquiera mover los labios. Las palabras ya estaban pintadas en su cuerpo; atadas a su cuello. El brazo izquierdo leía 'esperanza'. La muñeca derecha resaltaba la 'fe', y en las orejas colgaban unos pendientes de metal que le atribuían la cualidad de 'guerrera'. Despues de todo, su figura se había convertido en un tablón de expresión pública. No hay necesidad de palabras cuando puede hablar a traves de la danza.

La coreógrafa puertorriqueña visitó la isla en enero, tras 9 años desde que salió a cazar sueños al exterior. Desde hace 18 meses reside enBerlín, pero también ha pasado por Brooklyn y Montreal, así como de gira por Rusia.

Del Valle tuvo los primeros indicios de lo que sería su profesión durante una clase de pintura en la Escuela de Artes Plásticas. Disfrutaba de tirar el canvas al suelo y enloquecer por un instante al utilizar sus pies como pinceles. Así comenzó a identificarse con otro tipo de arte. El arte de inventar signos con el cuerpo.

Su carrera, sin embargo, inició una tarde de 2004, en que desertó del bachillerato de pintura. La pelea que armaron sus padres fue motivo suficiente para salir a refugiarse al apartamento de su hermana, en Nueva York. El plan era despejar la mente durante una semana, mas no hubo marcha atrás. Los días rápido se hicieron meses tras ser seleccionada en el programa de baile de la escuela Alvin Ailey.

A sus 21 años, cruzó la frontera a Canadá para hacer un bachillerato en Danza Contemporánea en la Universidad de Concordia. Desde el norte comenzó a experimentar con la videodanza o el arte que convierte la pantalla en un espacio coreográfico. Sus esfuerzos fueron bien vistos, y el año pasado, recibió la invitación de diseñar la coreografía de un vídeo musical para 28 bailarines, en lo que definió: 'el proyecto más grande de mi vida'. Ahí fue queBerlínapareció en su mapa biográfico.

Coreografía para 28 bailarines como parte del video 'Plastic Like Your Mother'de Brandt Brauer Frick.

Dieciocho meses después, sentada en un sofá en la casa de sus padres, evaluó los aciertos de ese traslado. Nada más el año pasado, participó en 13 vídeos musicales, 2 puestas en escena y una gira por Rusia con la cantante británica, EMIKA. Este año, sin embargo, le emocionó poder lograr una de sus grandes metas en el país que llama patria. Dijo enfática que su deseo es fomentar 'una costura entre todas las escenas de la danza' y romper con el elitismo tradicional.

'Pongo mi cabeza en un picador... Los bailarines puertorriqueños son de los más fajones, los más talentosos, los que más hacen su autogestión', indicó para luego lamentar que el escenario no crezca debido al abandono del gobierno y las divisiones entre los grupos. El artista puertorriqueño, según la bailarina, anda con demasiada carga sobre sus hombros.

En el taller de tres días titulado ‘Del cuerpo al lente', Del Valle se propuso traducir todas las experiencias que había tenido fuera de Puerto Rico para beneficiar a los bailarines locales. Para su sorpresa, el taller rompió con los elitismos del subconsciente puertorriqueño, al unir, en un mismo salón, a bailarines de ballet con estudiantes de danza posmoderna. 'Siento una energía de la juventud bien bonita. Veo una diferencia', reflexionó, al afirmar que seguirá trayendo el taller cada año para desarrollar una comunidad de videodanza en el país.

Sus padres, una educadora y un representante de fábrica, le inculcaron la pasión por las artes desde los cinco años en que la introdujeron a programas de cerámica y pintura. Poco imaginaron la creatividad que se desataría casi veinte años más tarde, ni las preocupaciones iniciales que le haría pasar al tomar las riendas de su vida en ciudades tan distantes.

Del Valle, por su parte, no sólo habló de desnudar el alma en el baile; sino que frente a las cámaras, no ha tenido reparos en bailar sin tela alguna. Mencionó que la utilización del desnudo en la danza viene de su fascinación por la pintura, y de los tiempos en que posaba para las obras de arte de las mejores instituciones en Nueva York. 'Viene de una nostalgia de querer estar oliendo las pinturas', comentó mientras acercaba las manos al rostro para inhalar un óleo imaginario. Su trabajo es una mezcla entre la pintura y la danza, aseguró mientras cruzaba y descruzaba sus piernas al hablar.

Mas que adornar su figura de virtudes, la mujer de ojos negros y pelo corto las exhibe a su paso, independientemente de cuán lejos se encuentre.

    

Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
Foto:
Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
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Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
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Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
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Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
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Kianí del Valle (Josian Bruno/NotiCel)
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