Catarsis salsera en su Día Nacional (galería)
Los cocolos se desbordaron afuera y adentro del Estadio Hiram Bithorn de San Juan el domingo para la trigesimo primera edición del 'Día Nacional de la Zalsa'.
La producción del evento, a cargo de SBS Entertainment, calculó la venta de 31 mil boletos. Sin embargo en la medida que salían individuos, otros llegaban y las instalaciones del parque nunca estuvieron vacías. Esto desde las 9:00 a.m. hasta pasadas las 8:00 p.m.
La fiesta era en todas partes literalmente. Los autos con sillas, casetas y sombrillas de playa montaron sus propios espacios desde tempranas horas del día en el estacionamiento del mencionado escenario, así como en Plaza las Américas que queda contiguo. En lo que fallaron los que se quedaron en los alrededores fue en recoger su basura. Dejaron en su mayoría sus espacios asquerosos.
Ya en el estadio la dinámica se tornó en un agasajo admirable. No se reportaron peleas ni altercados y los asistentes fueron preparados no solo para la dosis salsera, sino para el calor y los estragos de la temperatura. La grama artificial y las losetas de plástico que se ubicaron en el terreno de juego del Hiram Bithorn se calentaron de una forma tan impactante que las suelas de los zapatos dolían. Esto no paró el entusiasmo de la audiencia quien no dejo de bailar, beber y comer.
La jornada de entretenimiento inició con Plena Libre agrupación que debutó en el festival con ansias de propagar su ritmo. 'Es momento de que le demos espacio a la plena puertorriqueña, a nuestras raíces afrocaribeñas', sentenció Gary Núñez, líder del grupo que cumplió recientemente 20 años de trayectoria. 'Aspiramos a que no sea solo una, sino dos o tres agrupaciones de plena en eventos como éste', agregó.
Le siguió en tarima Juan José y su orquesta San Juan Habana, quien estuvo acompañado por Roberto Roena. Este último dio cátedra de su veteranía en escena sin dejar rostros de una recaída de salud que tuvo hace poco menos de un mes.
La oferta musical continuó con Moncho Rivera y su orquesta. El artista, quien espera lanzar próximamente un disco con canciones de su inspiración, rindió tributo a su fenecido tío, Maelo. Explicó que no le molestaban las comparaciones con su familiar por entender que 'es el mejor halago que me pueden hacer'. Enfatizó que el hecho de interpretar las canciones de su tío no le restan, sino que le suman a la carrera que se labra hace dos años.
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue cuando subió nervioso al proscenio Eddie Santiago. Arrancó su presentación estático, sin poder creer que estaba en Puerto Rico, hasta que según dijo sintió 'el amor' de la audiencia con su salsa romántica. Temas como ‘Lluvia', ‘Tú me quemas', ‘Que locura enamorarme yo de ti' y ‘Para que vuelves' transportaron a la audiencia en un viaje de recuerdos ala década de los 80.
En un aparte con la prensa Santiago admitió su nerviosismo y dijo que ya 'voy de salida' refiriéndose a que es un veterano en la música. Dijo además que participará de la segunda edición de ‘Salsa Giants' del productor Sergio George.
Pasada la 1:00 p.m. se anunció que el estacionamiento se había cerrado, debido a la cantidad de vehículos, y que los que se quedaron afuera fueron desviados al Parque Central donde serían aguardados por ‘trolleys' para transportarlos seguros hacia el estadio.
Bobby Valentín tomó el escenario con su orquesta para continuar con el festejo salsero. De hecho fue uno de los que le ofreció un verdadero festín a los asistentes con temas de su trayectoria como ‘Huracán de pasión', ‘El jibaro y la naturaleza' y ‘La boda de ella'. Una vez en el salón de prensa aseguró que la salsa sigue viva y que lo único que hace falta en Puerto Rico son lugares para exponerla.
La música no paró, ya que Joe Rodríguez le hizo un tributo a la desaparecida orquesta La Terrífica acompañado de la agrupación Abran Paso.
El plato fuerte de salsa lo puso El Gran Combo de Puerto Rico a quien se le dedicó esta edición del festival. Una vez los honraron, los Mulatos del sabor arrancaron su presentación llenos de ánimo luciendo un uniforme alusivo a la monoestrellada. Dejaron todo en escena literalmente.
Más tarde se presentarían Meñique, Luis Perico Ortiz, Justo Betancourt, Domingo Quiñones, Oscar D'León y Andy Montañez.