A la tercera va la vencida: 30 Seconds to Mars cautiva al público boricua (galería)
Corto, pero cargado de contenido. Eso fue lo que vivieron los cientos de seguidores de la banda angelina 30 Seconds to Mars en su concierto del viernes en el Coliseo Jose Miguel Agrelot.
Jared Leto, ganador del Oscar y vocalista de la banda, no necesitó una gran producción para encantar de principio a fin. De hecho a juzgar por el entusiasmo del público no pareciera que la actividad fuera pospuesta en dos ocasiones anteriores.
El artista supo cómo echarse literalmente en el bolsillo a los boricuas con frases como 'Me encanta este país' y 'No dejemos que pasen nuevamente tres años para regresar'.
La jornada de entretenimiento, que no dio pie al aburrimiento, arrancó al ritmo de ‘Carmina', ‘Up in the Air' y ‘Search and Destroy' mientras la audiencia no necesitaba saberse las letras para intentar cantarlas de alguna manera u otra.
El también actor, ataviado con una cotana plateada abierta a ambos lados con unos pantalones de deportivos debajo de la misma, parecía un dios de la mitología griega.
Ciertamente su carisma y presencia escénica lograron que hechizara a todos a su paso. El tipo saltó del proscenio y se confundió en el público como cualquier hijo de vecino y sin ayuda de personal de seguridad. Brincó las vallas de arena y nivel principal y siguió cantando al tiempo que más de uno lo tocaba o lo besaba.
Leto se mostró tal cual, sin egos ni presunciones al exclamar que 'mi hermano (el baterista) y yo teníamos dos amigos puertorriqueños cuando creíamos. Eran tremendos chicos. Gracias por recibirnos en este hermoso país'.
‘This is War' fue una de las canciones claves del espectáculo porque la producción lanzó unas gigantescas bombas de colores al público mientras el vocalista cantaba ‘fight' o ‘guerra' como parte del sencillo. Eso bastó para que la audiencia enloqueciera de delirio y sin mayores percances disfrutara sin pensarlo mucho.
El repertorio incluyó además ‘Conquistador' y ‘Kings and Queens' para darle paso a un libreto, casi improvisado, en el que Leto invitó a una persona a tarima. Se trató de un joven quien ayudó al cantante a motivar las masas con aplausos y gritos de aceptación.
‘Do or Die', ‘City of Angels' y ‘End os All Days' completaron la primera mitad del show para que el artista se trasladada a una tarima al centro en la parte posterior de arena, justo antes del nivel principal, causando no solo delirio sino más de un suspiro.
Jared se cotoneó con una guitarra hasta más no poder con su frondosa cabellera larga producto de la película que lo llevó al Oscar (‘Dallas Byers Club') para interpretar éxitos, solicitados por la audiencia, a manera acústica. Flaco y de baja estatura el individuo volvió a capturar al público con guitarra y voz.
Fanático de las redes sociales grabó en varias ocasiones desde su celular a los presentes al mencionar en que redes ponía los vídeos y una que otra foto.
Solo le bastó exclamar ‘Puerto Rico' en su español maltratado para que ganara más de una ovación de pie. Siguió con ‘Bright Lights' y ‘Closer to the Edge'.
De la misma manera como llegó, enérgico y pasional, así se despidió y no complació con una ñapa al público que acabó ensimismado y satisfecho con el estilo del cantautor.
*Adelanto publicado originalmente a las 10:04 p.m. del viernes y reseña actualizada a las 10:43 a.m. del sábado en su versión final.