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Crianza de apego: un giro moderno a un eco del ayer

Crianza de apego: un giro moderno a...

Los metodos de crianza antigua, conocidos en tiempos modernos como la crianza de apego, están regresando poco a poco y son recomendados por muchos pediatras y expertos en el desarrollo de los niños.

Sin embargo, aún hay grupos que permanecen algo escepticos a estos estilos.

Como parte de estos estilos "a la antigua", se encuentran, por ejemplo, una alimentación prolongada mediante la lactancia, el cargar a los niños en brazos cuando así lo soliciten, y permitir que los pequeños duerman con papá y mamá para sentir esa cercanía que han sentido desde el vientre.

Es muy normal que muchas madres escuchen frases como "Ponlo en el coche que lo vas a engreír", "Quiere que lo cargues porque ya está engreído" o "Déjalo llorar que se va a cansar y se dormirá".

Todas estas son actitudes que han sido muy cuestionadas por grupos que están tratando de retomar la crianza antigua en las sociedades modernas, crianza en la que las madres cargaban a sus pequeños en portabebés mientras hacían las gestiones de la casa, los amamantaban por un período muy prolongado y los acostaban en sus propias camas. Este tipo de crianza es aún común en sociedades rurales, por ejemplo.

El término crianza con apego lo comenzó a utilizar el pediatra americano Williams Sears, tomando la teoría del apego del psiquiatra John Bowlby de 1939, que se basa en la idea de que un fuerte vínculo emocional de los padres con el bebé, los hará más seguros y confiados.

Según más mujeres se iban sumando a la fuerza laboral fuera del hogar, comenzó a tomar mayor auge la sustitución de la leche materna por fórmula, los brazos por los coches y las camas de papá y mamá por las cunas, ya que era muy fuerte mantener el ritmo de trabajo en ambas áreas.

Sin embargo, grupos proapego han comenzado a orientar a las madres sobre la manera más eficiente de retomar estos estilos de antaño sin tener que descuidar su vida profesional. Uno de los profesionales que más activo se encuentra en la orientación respecto a la crianza con apego es el pediatra Carlos González, quien ha recopilado una serie muy exitosa de libros como "Bésame mucho", "Creciendo juntos" y "Mi niño no me come". Una de las cosas que más enfatiza este doctor es la orientación a los padres respecto al no dejar llorar a los hijos, ya que creen que es una manera efectiva para que se duerman pronto o "no se engrían".

"Es absurdo eso de que a los niños les viene bien llorar porque el llanto les abre los pulmones. A los adultos con insuficiencia respiratoria el médico no les recomienda jamás que lloren", sostiene.

Sin embargo, estos grupos están claros de que este estilo no tiene por qué ser llevado a los extremos y que las mujeres deberían simplemente dejarse llevar por su instinto. Cada niño es muy especial y diferente, de lo que se trata la crianza con apego es de respetar los sentimientos de los niños y de no apartarlos de una cercanía que sintieron desde que estaban en el vientre de mamá.

En ese sentido, la psicóloga argentina Adriana Penerini, quien además es escritora y experta en crianza, aclara que el apego lo debe desarrollar cada mamá con su hijo dependiendo de su estilo de vida, cultura y época en la que esté.

"No es necesario dormir en la misma cama para que el hijo se sienta acompañado y cuidado con amor. Tampoco hace falta darle durante años la teta. Lo que debemos hacer es respetar sus necesidades y las de la madre, que también existen. Y que si está en pareja, en algún momento debe ser 'rescatada' por su hombre para recobrar su singularidad", explicó Penerini.

De esta misma manera, se ha explicado que hay que saber identificar cuándo el co-lecho (práctica de dormir en la misma cama) se realiza por aferramiento de parte de los padres hacia el niño, ya que aquí se estaría convirtiendo en una práctica disfuncional.

"En cuanto a dar o no el pecho en forma prolongada, esto es muy particular de cada caso. Muchas mamás no pueden hacerlo, y también es posible dar la mamadera con mucho cariño. Así como también se puede dar el pecho con muy poco amor", aportó el pediatra Carlos González al respecto.

Un dato muy importante de estas prácticas "antiguas" es que tienen que ser miradas con objetividad, ya que todo dependerá del entorno de los padres. No deben darse de manera forzada, ya que de no lograrse, solo pueden provocar frustraciones y sentimientos de culpa.

(Archivo/NotiCel)
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