Una puerta se cerró y muchas se abrieron con 'Nuevo Ángulo' (video)
En un tramo de la avenida Domenech, donde las aceras se pintan de medianos y pequeños comercios puertorriqueños - de esos que persisten, firmes ante el vendaval económico - reluce un edificio mitad gris, mitad verde chatre. En su interior, alberga una empresa creada por siete periodistas para contar el país desde un periodismo innovador, pertinente y creativo, dándole a la información un nuevo tratamiento, un nuevo ángulo.
Era la mañana del 17 de octubre de 2014 cuando a los empleados del Departamento de Noticias de Univisión Puerto Rico le anunciaron que 'Las Noticias' y demás ediciones informativas, que durante años proyectaron la agenda noticiosa diaria del país - con todos sus muertos y chanchullos políticos - sobre miles de pantallas televisivas de la Isla, llegaba a su fin. Así, sin más, casi sin un tiempo de silencio para digerir la noticia, los trabajadores quedaban cesanteados.
En aquel momento, el reportero Felipe Gómez escribió en su cuenta de Twitter: 'He vivido esta angustia en tres ocasiones. Es momento de recordar mi frase favorita: 'No es lo que te pase sino lo que tú haces al respecto''. Como si fuera un augurio, un proyecto empezó a cuajarse.
Exactamente un mes después, el 17 de noviembre, como respuesta directa, los periodistas Yolanda Vélez Arcelay, Liza Lugo, Daisy Sánchez, Mariliana Torres, Roberto Arias, Carlos Weber y Felipe Gómez inscribieron su propia corporación, y de ahí, cobró forma su empresa Nuevo Ángulo, una casa productora de contenido con el ojo puesto en las nuevas tecnologías que moldean la distribución actual de la información.
Se entra a la oficina por la escalera de atrás que conduce a la segunda planta. Hay un escritorio de bienvenida, y detrás, en el salón contiguo, una mesa larga de redacción, austera, con sillas plásticas a su alrededor. Una pizarra con marcadores apunta los temas - educación, salud, reforma, economía - y el nombre del encargado al lado.
La producción de contenido funciona por varios canales. Por un lado, los experimentados periodistas suplen las necesidades de medios de comunicación y empresas, creando contenido e impartiendo talleres de redacción, oratoria y, en el último caso, sobre cómo relacionarse con los medios. 'A veces hay contenido vacíos, no sabes por dónde publicar, o le faltan a la inteligencia de la persona, o le falta muchísima información. Ante ese vacío tienes que buscar una casa productora de contenido', dice Mariliana Torres, firme.
Pero también crean contenido propio. Un contenido vivaz que llegue como un salmo en medio de un país abatido por el diarismo. El diarismo, el día a día, la publicación inmediata, esa reacción mediática breve y rápida que a veces deja el sabor amargo de lo inconcluso.
Un nuevo ángulo para el periodismo local
'La mayoría de los medios de comunicación de Puerto Rico están dedicados al día a día, al trabajo diario, a la conferencia de prensa, a la noticia inmediata, y son pocas las veces y pocos los medios que se dedican a hacer entrevistas en profundidad, darles más historias a las notas y a los reportajes. Todos teníamos esa inquietud en común, cada vez era más complicado realizar ese trabajo', recuerda Liza Lugo, con las palabras que le brotan como un río.
Video reportajes, reportajes especiales audiovisuales y escritos, entrevistas, documentales, reportajes para periódicos y revistas, cápsulas informativas. Todas las opciones forman parte del portafolio de presentación de la joven empresa, que en dos meses cumple su primer año de fundada.
'No deja de ser buena redacción, no deja de ser investigación profunda, pero visto de otra manera también para nosotros refrescarnos y salir del periodismo que hicimos todo los días por veinte, treinta años', dice Daisy Sánchez, que regresa del sol infernal del verano, luego de cubrir uno de los temas en la calle. 'Nuevo Ángulo es precisamente eso, estamos viendo la vida desde otro lugar', prosigue la laureada escritora y profesora de periodismo investigativo.
En una de las habitaciones contiguas a la mesa de redacción, hay un pequeño estudio de edición. La gran pantalla de una computadora descansa sobre un escritorio. Ahí, trabaja Eddie Díaz, camarógrafo, editor, cineasta. Estudió sociología en Puerto Rico, cinematografía en México, y aceptó unirse al equipo de Nuevo Ángulo precisamente por eso, por la nueva mirada al periodismo, a la forma de contar historias, a la narrativa visual.
'Yo no veo televisión desde hace 30 años porque no la aguanto. No aguanto estar viendo mucha promoción de cosas comerciales y frías. En cuanto a la información de noticias, ni los periódicos te dicen cosas verdaderas ni relevantes. Cumplen con un público y con una ñoñería, politiquería. Aquí no hay narrativa visual, no te lleva. Vas viendo la misma noticia con otro logo.. las preguntas bobas', dice Díaz.
En esa habitación contigua, Arias muestra un proyecto en el que han estado trabajando. Se trata de una crónica audiovisual cuya protagonista es una centenaria del interior de la isla. Muestran el contenido. No hay un periodista hablando frente a la cámara, no hay asomo de micrófono, ni de corbata, ni tacones altos. Solo ella. Con sus arrugas y su mirada sagaz, mirando, refugiándose en los recuerdos de los juegos de la infancia, el activismo en los inicios del Partido Popular, el amorío de barrio. Mientras habla, se entrelaza material histórico, fotografías con la tinta desgastada de aquella época. Otra forma de contar la información.
'Venimos de una empresa que los últimos años nos fue coartando esa libertad que queríamos tener para hacer trabajos a profundidad. Aquí los noticiarios por radio o televisión están enfocados en la cosa corta, dinámica, de publicar 30 segundos de un evento. Vimos en la propia empresa que a veces había mucho interés nuestro de hacer cosas más allá, pero los recursos nos limitaban', dice Roberto Arias, esa voz conocida del deporte, que asoma en la mirada una energía vital, unas ganas de crear.
Con una visión de cómo hacer periodismo televisivo totalmente opuesta a la convencional, al típico puente, el periodista parado en una esquina, el tono de voz repetido, la inmaculada presencia, el equipo de trabajo de Nuevo Ángulo arriba con la intención de echar por la borda la tradición y nutrirse de las miradas jóvenes y los proyectos innovadores que se cuecen en otros países.
'Somos unos viejitos que no nos empeñamos en la tradición', dice Arias. 'Viejito tú', contesta Lugo. Reímos todos. 'Estamos dispuestos a absorber el conocimiento de gente joven, de ellos aprendemos. Sabemos que el mundo cambia, no te puedes empecinar en una posición, no te puedes anquilosar. Tenemos que ir cambiando con el mundo y no resistirte a las sugerencias', sostiene Arias.
Los cuatro periodistas, Sánchez, Lugo, Torres y Arias están sentadas en el último salón de la oficina. Detrás de ellas, varios libros de historia, filosofía y literatura descansan tras una vidriera. A la izquierda, una sábana plástica con el nombre repetido de Nuevo Ángulo. A su lado, un cuadro de una mujer desnuda.
'Ese cuadro lo pintó Yolanda Vélez Arcelay', dice Lugo. Y con ello, alude a este nuevo proyecto que también les ha permitido, desde esta plataforma, exponerse a otros temas, otras facetas. Lugo y Carlos Weber se topan en política sudamericana, Felipe Gómez conoce de meteorología, Arias posee una maestría en estadísticas, con conocimiento de economía y finanzas. Todos van sacando nuevas capas y se exponen a cualquier tema.
'Es la autogestión o nada'
Entre los comercios de la zona y Nuevo Ángulo existe un diálogo constante. Es una avenida viva, sin espacios muertos, dice Lugo, una calle colmada de quienes apuestan por la mejoría socioeconómica del país. 'Hay movimiento y hay retroalimentación. Es hasta altruista. Es esperanzador, diría yo. Creo que hacia ahí tenemos que ir todos', concluye.
Para la clase trabajadora del país, para quienes quieren hacer, la autogestión persiste como la respuesta, incluso en medio de la crisis económica. Nuevo Ángulo, por el momento, se basa principalmente del financiamiento propio. Se nutre de los ahorros de los siete periodistas que apuestan a su empresa, y la remuneración monetaria que reciben por sus trabajos.
'La autogestión es igual a libertad, eso es a lo que cada ser humano aspira. Estamos libres y creando, qué mejor tarea?', comenta Torres. 'Para nosotros es la autogestión o nada', añade Arias. 'Después de estar atados por tantos años a una empresa, la oportunidad de crear lo que tú quieras y empezar a caminar por donde quieres caminar, sin una camisa de fuerza. Es la oportunidad de demostrar a la gente que no tenemos que estar amarrados', añade con una fuerza vital.
La empresa está inscrita como una corporación especial propiedad de trabajadores. Este modelo se rige por principios cooperativistas pero mantiene su status como corporación con fines de lucro. 'Era lo que más se acercaba a lo que realmente somos nosotros', dice Torres. Son un grupo de trabajadores que se estrenan como empresarios, cumplen ambas funciones y son socios a partes iguales.
'No hablamos esto constantemente y en los medios no se trata, pero quienes realmente están echando adelante el país no son las grandes empresas afiliadas a empresas fuera de Puerto Rico, por lo que el dinero no se queda moviéndose en el país, [sino] esas otras empresas medianas y pequeñas que son puertorriqueñas y están moviendo al país', sostiene Lugo.
Por otro lado, forman parte del Pacto Global de la Organización de las Naciones Unidas, que se instituyó en el Foro Económico Mundial como una iniciativa para promover el diálogo social entre corporaciones y ciudadanos. Nuevo Ángulo es la única organización inscrita en el Pacto cuyos miembros son periodistas.
Para Daisy Sánchez, es el riesgo y el optimismo lo que hace que el viento sople a favor para el proyecto. 'No somos ilusos, sabemos en el mercado que nos estamos moviendo. El país está atravesando una situación muy compleja, pero eso no quiere decir que el país se va a hundir. Los puertorriqueños somos personas bien luchadoras, hemos demostrado con los años que si hay que dar el resto, se da, y confío que el país va a salir de esto. Es el valor que nos caracteriza como pueblo aunque a veces tendemos a menosprecianos como colectivo. Somos un país muy fuerte', concluye.