Con música y boda, Sie7e rinde tributo al amor en el CholiBeach (Galería y vídeo)
'¿Cuándo fue la última vez que le dieron un abrazo a un desconocido? Me parece que este es un buen momento', preguntó Sie7e desde el escenario. Se miraron los extraños, sonrieron a medias, y algunos entonces se abalanzaron y le pasaron el brazo por los hombros a los que estaban sentados más allá.
Esa es la propuesta del músico bayamonés que celebró sus diez años de carrera en el Coliseo de Puerto Rico con su llamado constante al amor en las letras de las canciones que han florecido en sus cuatro discos, en las historias que relató y hasta en una sortija de compromiso. Y es que el cantante aprovechó el momento para pedirle matrimonio a la pareja con la que ha estado durante dieciséis años.
'Este año cumplo dieciséis años con una persona que cambió mi vida por completo y a mí me preguntan por qué hablo tanto de esto que tenemos y es porque yo era una persona completamente autodestructiva antes de conocerla. Entendí que uno es feliz cuando quiere, no cuando las circunstancias lo permiten. Lo aprendí a través del amor y el amor lo conozco a través de ella. Atravesamos el infierno juntos y hoy dieciséis años después estamos celebrando aquí en el Choli Beach', dijo el músico antes de preguntarle a su pareja si se casaría con él. Esto al final del concierto, antes de entonar las notas de su canción más reconocida 'Tengo tu love'.
El concierto empezó con el sonido de las olas, una tras otra. Una sucesión de imágenes del Instacam en que niños y jóvenes tocan a golpe de guitarra sus canciones, un atardecer naranja sobre un mar que se proyecta en la pared de tela: esos son los elementos que dieron la bienvenida a Sie7e, que irrumpió con su guitarra acústica al son de la canción 'Aló', no sin antes lanzar con su voz enérgica y pausada un 'Buenas noches, Puerto Rico, estamos vivos'.
Antes, ya el público gritaba y reía mientras las coloridas pelotas inflables saltaban de un lado a otro en el público, la fila para los tatuajes de henna persistía a un costado del área baja, la gran superficie de arena de playa sostenía las toallas y sobre las toallas, la gente, sentada, moviéndose al son del reggae de Café por tus venas y Yibáro, mientras un hombre en zancos bailaba, y al fondo, dos Volkswagen verdes cobijados por palmeras cercan el panorama.
'Creo mucho en la energía y que nos vamos a llevar algo de aquí, mucho más que solamente entretenimiento y más que música. Yo creo que Puerto Rico se va a levantar de todos los problemas que tiene. Que me digan optimista, pero prefiero ser eso que quedarme en la casa echando nalgas, mirando la televisión y quejándome', dijo Sie7e a modo de bienvenida a su público, justo antes de tocar sus éxitos 'I'm sorry' y 'Tocando el cielo'.
En una emotiva vuelta al principio de la noche, una lluvia de aplausos le dio la bienvenida al coro de niños de SER, que se aventuró al escenario para cantar 'Me apunto', con el énfasis puesto en la frase repetida del coro: 'El impedimento está en el pensamiento'. Con sus sillas de ruedas, con los brazos que a veces faltaban, las risas se amontonaron en los rostros de los niños que acompañaron al artista de 38 años en esa búsqueda constante por la sensibilidad.
Justo después, apareció en el escenario la ecuatoriana Mirella Cesa, con la que Sie7e escribió a cuatro manos su último sencillo 'A besos', que cantaron con fuerza y complicidad, justo antes de que Cesa le dedicara al músico su canción 'La buena fortuna'. 'La gente ataba la buena fortuna con algo material pero mi buena fortuna fue conocer a este ser humano y se la dedico a él', dijo.
La nutrida lista de invitados siguió con Sí Señor y Jae Cruz, que juntaron sus voces para la canción 'Don't Worry Be Happy', una versión original de la canción de Bobby McFerrin, que tomó el lema del sabio Meher Baba que así respondía a cómo solucionar los problemas del mundo. Con ella, se realizó el primer tributo de la noche, dedicado al comediante fenecido Luis Raúl que apareció en el video musical de la canción.
Parejas con las cabezas juntas, amigas que bailaban al unísono, una madre con su hija en brazos, las palmadas brotaban de una masa de rostros jóvenes y de un puñado que lucen sus arrugas. Con sus sillas vacías y sus muchas sillas llenas, el Coliseo fue testigo de los numerosos vítores ante los títulos de las canciones, de la entrada de los invitados y de las historias de Sie7e.
Y entonces hizo su aparición el maestro del reggae en Puerto Rico, a quien Sie7e le lanzó un fuerte 'gracias' por haberle permitido hace nueve años cantar frente a una audiencia significativa. Millo Torres entró al escenario con su guitarra colgada del hombre para entonar las notas de 'Mucha cosa buena'.
Juntos, realizaron un tributo a la figura más icónica del reggae, Bob Marley, cuyo cumpleaños 71 coincidió con esa noche de concierto, 'mágica' como la llamó el artista de la noche. Las melodías de 'One Love', 'Three Little Birds' y 'Get Up, Stand Up' brotaron de un enérgico Millo Torres y un emocionado Sie7e.
Con la certeza de que rendir honor a diez años de carrera también rescata canciones menos conocidas pero que cuelgan del alma, Sie7e se acercó más al público con la compañía sola en el escenario de su guitarra acústica, y rememoró aquellos años universitarios en el Recinto de Río Piedras – solo mencionar ese Recinto de la Universidad de Puerto Rico provoca un fuerte estruendo en el público, cuando Facundo Cabral, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés – otro estruendo para esos nombres – guiaron con sus canciones su modo de ver la vida.
Desde ahí, cantó 'Por si las dudas' y 'Te regalo una promesa', y con ellas saltaban las historias protagonizadas por Jessica, nombre que se mantuvo presente a través de todo el concierto para narrar momentos de precariedad económica, de tensiones, que siempre se resolvían con el amor mutuo de la pareja. Con un vitoreado instrumental de guitarras junto a Saúl Delgado y Exe Torres, y con 'Por toda la vida', cuyas primeras notas las recibe una muchacha, sentada sobre la arena, que ondea una bandera boricua y se pone la mano en el corazón cerró el set acústico.
A su vez, esos diez años de carrera también se toparon con el rechazo y la presión de la industria musical. En algún momento de esa búsqueda, un productor descartó un disco de Sie7e porque sus canciones tenían demasiada letra cuando un coro muchas veces repetido era suficiente. Así, presentó la canción 'Te repito', que sirve como sátira de los rockstars y las identidades forzadas.
El espacio se calentó y los ánimos se elevaron con la entrada de 'Dale pa' la calle', que unió a Sie7e con la Tribu de Abrante, y con ellos, se pararon de sus asientos los espectadores, y comenzaron a mover sus cuerpos al ritmo de la percusión, y así se mantuvieron a través de 'Toma, come y vete' y 'Cógelo ahora', con la cual el músico Sie7e saltó del escenario y caminó por el área de arena hasta subir por las escaleras del público general.
'Tenía que bajar y sentir esa energía de ustedes', dijo. La salida en falso se llenó con un vigoroso estruendo del público que aclamaba más canciones, a lo que Sie7e respondió con 'A prueba de amor' y por último, su canción más reconocida 'Tengo tu love'. Hace unas semanas repetía que estaba loco por dejar el alma en el escenario de ese Coliseo convertido en playa. Lo hizo.