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Diabetes contribuye a envejecimiento prematuro de vasos sanguíneos en pacientes jóvenes

Los adolescentes con diabetes Tipo- 1, los obesos o con hipertensión arterial,  tienen más probabilidades de tener padecer de esta condición.

La obesidad puede causar diabetes.
Foto: EFE

La diabetes en jóvenes y adolescentes puede provocar el envejecimiento prematuro de los vasos sanguíneos, riesgo que esta afección comparte con la presencia de hipertensión y la obesidad en esas edades.

La información sobre los estudios que llevaron a esta conclusión fue publicada recientemente en el Journal of American Heart Association y el resultado de los estudios es que los adolescentes con diabetes Tipo- 1, los obesos o con hipertensión arterial,  tienen más probabilidades de tener signos de envejecimiento prematuro de los vasos sanguíneos en comparación con los adolescentes sanos.

Para este estudio se evaluaron los riesgos cardiovasculares y parámetros arteriales de 1,809 jóvenes con diabetes Tipo-1, para los cuales se recopiló información demográfica, de antropometría, de presión arterial y de laboratorios al inicio del estudio y luego, cinco años después.

Los participantes al momento de las mediciones arteriales tenían una edad media de 17.6 de edad, el 50% eran mujeres, el 76% fue descrito como blancos no hispanos, el 10% negros no hispanos, el 12% eran hispanos y el 2% fueron descritos como “otros”. El 26% de los participantes estaban sobrepeso, el 14% eran obesos y el 13% fueron clasificados como hipertensos. Se resalta que el control glucémico en el grupo bajo evaluación en este estudio era pobre.

Se evaluó la salud de la arteria carótida mediante técnicas de ultrasonido y también la velocidad de la onda del pulso. El ultrasonido midió el grosor de las dos capas internas del vaso sanguíneo, conocido como grosor de la íntima media carotidea. La velocidad de la onda del pulso mide, por otro lado, qué tan rápido fluye la sangre a través de los vasos para determinar la rigidez arterial. Ambas medidas se tomaron también al comienzo del estudio y cinco años después.

Completada la extensa evaluación, la conclusión fue que los adolescentes con obesidad, diabetes tipo 1 o con presión arterial alta tuvieron mayor cambio en el grosor y la rigidez de sus arterias y más probabilidades de tener arterias carótidas más gruesas y rígidas. Esta es la arteria principal que suministra sangre al cerebro. Las medidas se hicieron en comparación con otros jóvenes que no presentaban estas condiciones.

Estos resultados, recalcan los investigadores, proyectan un mayor riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares tempranos entre los adolescentes con diabetes, obesidad, o presión arterial sistólica alta, e implican que un mejor control glucémico y otras intervenciones para reducir los factores de riesgo cardiovasculares pueden prevenir este tipo de eventos en el futuro entre individuos jóvenes.

Los autores del estudio advierten que la diabetes es una de las enfermedades crónicas más comunes entre niños y jóvenes y afirman que afecta a uno de cada 433 jóvenes en Estados Unidos.

“En la medida que esta proporción continúa creciendo, esto resultará en una incidencia mayor de enfermedades cardiovasculares entre jóvenes, y esta es una de las mayores causas de muerte entre adultos”, señalan. “Un mecanismo para el incremento de enfermedades cardiovasculares pueden ser las anormalidades en la estructura y función vascular que se ha encontrado en adolescentes que padecen de diabetes”.