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Solo 33% de “safe kits” atrasados se han enviado a procesar

El Instituto de Ciencias Forenses necesita fondos para enviar 439 safe kits al laboratorio en los Estados Unidos, cifra que forma parte más de 2,000 que tiene la agencia.

Entrevista a María Conte Miller, directora ejecutiva del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) necesita dinero para procesar 439 “safe kits” —que detectan evidencia de agresión sexual en el cuerpo de una víctima—, que corresponden en su totalidad a eventos ocurridos en el pasado año 2020 y forman parte de un universo mayor de muestras sin procesarse.

Los 439 están dentro de 2,251 “safe kits” que han sido llevados al ICF a lo largo de varios años. Sin embargo, los 439 son los únicos que carecen de presupuesto y, hasta el momento, tampoco forman parte de una investigación que les inyecte urgencia para acelerar el trámite.

“Hay 439 donde tenemos que identificar los fondos, que los vamos a incluir en la petición presupuestaria del año 2022. Llegan muchos kits, pero no todos tienen quizás un sospechoso o no todos tienen un proceso investigativo en curso o un proceso judicial. Todos son igualmente importantes, pero desde el punto de vista legal, no va a haber perjuicio por el hecho de que no se haya procesado, porque si se requiere que se procese, pues ese kit se le da la prioridad necesaria y se procesa”, explicó la doctora María Conte Miller, directora ejecutiva del ICF.

La doctora subrayó a NotiCel que el proceso de solicitud de fondos de la agencia es uno de burocracia absurda, en el cual el ICF debe justificar sus necesidades ante personas que desconocen cómo opera la agencia.

Un 33% enviado

De 2,251 “safe kits” en total, solo 751 (o un 33%) se han enviado al laboratorio de referencia en los Estados Unidos que analiza las muestras, llamado Bode Cellmark.

“El ‘backlog’ [retraso] de ADN no es solo Ciencias Forenses Puerto Rico, es un asunto que está presente en muchos laboratorios. Casi todos los laboratorios que tienen servicio de ADN tienen un ‘backlog’ y por eso hay propuestas federales para atender esta necesidad”, expresó Conte Miller.

El envío fue posible a raíz de una asignación presupuestaria del Negociado de la Policía de Puerto Rico de $1.2 millones que se quedó corta. La doctora detalló que los 751 kits se enviaron en septiembre de 2019, pero no fue hasta mayo de 2020 que el laboratorio entregó el resultado de 331 de ellos.

Hasta la fecha, 264 kits de ese grupo comenzaron a procesarse, pero los otros 156 no se han trabajado. Estos últimos serían completados con una subvención federal que el ICF consiguió, proveniente de Nueva York. El dinero también costeará el envío de otros 1,061 “safe kits” que siguen en Puerto Rico.

Desglose:

751 kits

  • 331 procesados
  • 264 comenzaron a procesarse
  • 156 sin procesarse

1,061 kits in enviarse

439 kits del 2020 sin fondos para enviarse

Total: 2,251

También conocido como “rape kit”, el “safe kit” ayuda a identificar a la persona que cometió la violación. La información obtenida de la muestra se ingresa en una base de datos que contiene los nombres de personas que han cometido este tipo de agresión anteriormente.

Luego de que los hospitales de la Isla toman las muestras, las envían al ICF y entonces la agencia los lleva a Bode Cellmark.

“Aunque son miles de kits, hay que escoger un laboratorio que cuente con las referencias, con las credenciales y básicamente se reduce casi a este laboratorio. No es que podemos enviar un grupo aquí, otro grupo allá para acelerar el proceso. No. Estos son estudios demasiado especializados que uno no tiene alternativa”, aseguró la doctora.

El pasado 1 de diciembre, el ICF regresó a ser una entidad independiente dentro de la Rama Ejecutiva, luego de unos tres años bajo la sombrilla del Departamento de Seguridad Pública. Aunque restan trámites administrativos para completar el desenganche de ambas entidades, Conte Millar subrayó que el ICF requería más autonomía, especialmente en el área de compras y reclutamiento de personal, para que las operaciones no se detengan.

A modo de ejemplo, mencionó la necesidad de personal para el área de balística, evidencia digital y serología forense, además de químicos para completar los informes toxicológicos, que a su vez redondean lo que es el informe de autopsia. Poco antes de cerrar el 2020, la agencia logró ponerle punto final a casos que databan del 2013, a raíz de la ausencia de personal.

Periodista que cubre temas de gobierno, tribunales y política. También le interesan los deportes, las películas y la música. Es exalumna de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.