El Primer Circuito de Apelaciones de Boston revocó la convicción federal de Pablo Casellas Toro en su caso por supuestamente mentir sobre un carjacking. La decisión está basada en que los jueces apelativos entienden que el juicio debió ser movido de jurisdicción para evitar prejuicio del jurado.

Con esta determinación, Casellas podría quedar libre de inmediato ya que, de la misma manera, un tribunal apelativo en la jurisdicción de Puerto Rico acaba de concederle una petición de nuevo juicio en el caso por asesinato de su esposa, Carmen Paredes, en el que había salido convicto y sentenciado a 109 años de cárcel.

La decisión del apelativo federal fue emitida por tres jueces que no están asignados al Primer Circuito, vienen de otros, de la misma manera que el juicio federal fue conducido por un juez de otro distrito, todo en atención a que el acusado es hijo del juez federal del Distrito de Puerto Rico, Salvador Casellas.

Una lectura de la decisión revela claramente que los jueces apelativos usaron expresiones de la misma fiscalía y el juez durante el caso para su decisión. Son varias las citas que se usan en las que la fiscalía y el juez expresan sus reservas sobre si de verdad era posible conseguirle un jurado imparcial a Casellas a la luz de la gran cantidad de publicidad que tuvo el caso.

El panel cita a la fiscalía aceptando que la publicidad fue 'masiva' y 'sensacionalista'; y, en cuanto a las referencias del caso de asesinato que se hicieron en el caso posterior de carjacking, cita a la fiscalía comentando que 'así que estamos diciendo, usted sabe, que (los casos) están relacionados, y entonces después le estamos pidiendo (a los jurados) que pretendan que no lo están'.

Pero el puntillazo en el razonamiento de los jueces pareció ser el hecho de que el caso federal se realizó y se sometió a un jurado federal después de que un jurado puertorriqueño había convicto a Casellas del asesinato de su esposa.

'Un jurado podría desacreditar opiniones infundadas de los medios o de otras personas. Sin embargo, podría tener dificultad desacreditando u olvidando la opinión de otro jurado, doce compañeros ciudadanos, de que un acusado es culpable en un caso relacionada que acaba de concluir... Aquí, como el recién terminado caso de asesinato y este caso están relacionados, la convicción de asesinato invitaba a un prejuicio sobre su culpabilidad', dijeron los jueces apelativos.

'Casellas será relativamente desconocido fuera de Puerto Rico. En vez, fue enjuiciado en Puerto Rico, en una atmósfera que prejuiciaba la justicia fundamental del juicio. Este tribunal presume que la publicidad anterior al juicio prejuzgó la habilidad de Casellas para ser juzgado por un jurado justo e imparcial', concluyeron.

El 17 de junio de 2012, Casellas reportó que había sido víctima de un carjacking, el día después ofreció declaraciones a un agente del FBI, el 25 de junio consintió a que el FBI registrara su vehículo, quienes programaron el registro para el 16 de julio, pero el 14 de julio Paredes fue asesinada y parte de la teoría del caso de asesinato fue que el carjacking fue una farsa para crea una coartada de que sus armas de fuego habían sido robadas. El 22 de enero de 2014 un jurado lo encontró culpable de asesinato y ocho días después se le presentó la acusación federal por carjacking, en la cual un jurado lo encontró culpable de tres cargos de declaraciones falsas, pero el juez lo exoneró de dos y ahora el apelativo lo revoca todo dejando al arbitrio de fiscalía si decide buscar un nuevo juicio o no.

En aparente desconocimiento de los sucesos a nivel de los tribunales locales, los jueces federales dicen en una nota al calce que 'dada la sentencia de 109 años que está cumpliendo Casellas por su convicción de asesinato, se podría uno preguntar justamente si un nuevo juicio en un cargo de declaración falsa es un uso apropiado de recursos judiciales y ministeriales, pero esa pregunta no está sometida a este tribunal'.

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