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Sigue el aumento del COVID-19 en las vísperas de una nueva Orden Ejecutiva

En un periodo de 11 días hubo un aumento de 6,622 casos entre probables y confirmados y 68 muertes.

El Secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, admitió que con los datos disponibles no se justificaría realizar clases de manera presencial en el sistema de educación público.
Foto: Nahira Montcourt

A solo días de que venza la Orden Ejecutiva (OE) vigente el 15 de agosto, y en medio de una crisis política por la puesta en pausa de las primarias, la gobernadora Wanda Vázquez Garced se dispone a firmar una nueva directriz para controlar el coronavirus sin contar con números claros.

Se desconocen los pormenores de las medidas a ser anunciadas, pues Vázquez Garced debe reunirse con los integrantes del "Task Force" Médico y su contraparte Económica.

Tampoco se sabe hasta cuándo estaría vigente la nueva OE, aunque durante este proceso se han extendido por dos y tres semanas. En este caso, comenzaría a regir el 16 de agosto, fecha en que se ha propuesto la continuación de las primarias del Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático.

El 31 de julio, cuando se anunció la OE vigente, los números del Departamento de Salud indicaban que en Puerto Rico habían 16,781 casos probables y confirmados de COVID-19 y 219 muertes. Menos de dos semanas después, para el 11 de agosto, el reporte arrojaba 23,403 casos probables y confirmados y 287 muertes.

Es decir, en un periodo de 11 días hubo un aumento de 6,622 casos entre probables y confirmados y 68 muertes. Aunque el incremento es evidente, se desconoce con exactitud la tasa de positividad de COVID-19 —o sea, la cantidad de contagios— en la Isla y si las medidas tomadas durante ese mes fueron exitosas para contener el crecimiento del virus.

La persistencia de estas fallas en el manejo se acarrean desde julio, según un mensaje televisado de la Primera Ejecutiva, y fueron constatadas durante esta semana por el secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano.

Durante una entrevista con Noticel Investiga, el Secretario de Salud admitió que con los datos disponibles no se justificaría realizar clases de manera presencial en el sistema de educación público.

Los números en los que se basó también ubicaron la tasa de positividad de COVID-19 en la Isla cercana al 10%, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la llegada a cinco por ciento debía ser el límite a las reaperturas de la economía de un país o una jurisdicción.

La inexactitud, de acuerdo a González Feliciano, se debe a que se han realizado menos pruebas moleculares diarias que las recomendadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

“El CDC dice 150 pruebas por cada 100,000 habitantes para que ese número absoluto tenga valor. Nosotros tenemos 3.2 millones, eso sería alrededor de 4,800 por cada 100,000 habitantes”, expresó el funcionario en una entrevista radial.

En su alocución, el Secretario de Salud explicó que en Puerto Rico se realizan de 3,000 a 3,500 pruebas moleculares diarias. En otro momento durante esta emergencia, ese número rondaba las 4,500.

A esto se le suma que los reportes diarios de contagios de COVID-19 de Salud no corresponden en su totalidad al día anterior, porque hay un retraso de al menos una o dos semanas en los números, según confirmó el doctor Miguel Valencia, quien labora en el sistema de vigilancia de la agencia.

Parte de la disminución de pruebas administradas se debe a la escasez de reactivos para procesar pruebas moleculares.

No fue hasta dos días después de las primarias —y cinco meses de pandemia— que la Gobernadora se reunió con la empresa Roche Diagnostics para garantizar la priorización de Puerto Rico en la adquisición de reactivos.

Con el compromiso efectuado el martes 11 de agosto, se procesarían pruebas para 11,000 pacientes semanales, a razón de 44 mil mensuales, a través de los laboratorios de referencia privados.

Roche Diagnostics prometió implementar la técnica de “pooling” en los casos de la Isla, una medida aprobada por la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a mediados de julio para maximizar los recursos.

Mediante esta técnica, se combinan las muestras de varios pacientes en bloque para compartir el reactivo. En el caso de que el resultado sea negativo, se concluye que todos los pacientes dentro de esa muestra están libres de COVID-19. En cambio, si el resultado es positivo, se repetiría la prueba de forma individual para conocer cuál de todos porta el virus.

Científicos puertorriqueños han abordado esta idea desde al menos el mes de abril, sin embargo, no fue hasta julio que la FDA dio su visto bueno a nivel federal. El Puerto Rico Public Health Trust, programa del Fideicomiso para Ciencia Tecnología e Investigación de Puerto Rico, fue uno de los que propuso esta metodología como una solución viable ante la falta de acceso a las pruebas para detectar el COVID-19.

Periodista que cubre temas de gobierno, tribunales y política. También le interesan los deportes, las películas y la música. Es exalumna de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.