El jurado en el caso federal contra la exmaestra de la escuela Manuel Torres Villafañe en San Lorenzo, Yaira Cotto Flores, se retiró a deliberar el jueves en la tarde, luego que las partes entregaran sus respectivos casos y presentaran argumentos finales.

Cotto Flores fue acusada en el 2016 de un cargo por transportar a un menor de edad - estudiante suyo - para sostener relaciones sexuales con el. La fiscalía federal planteó que Cotto Flores abusó de su poder para forzar al estudiante - que en ese entonces tenía 14 años - a tener sexo con ella.

Durante la vista, celebrada en el tribunal federal del Viejo San Juan y presidida por el juez Daniel Domínguez, la fiscal federal Elba Gorbea presentó argumentos de cierre por parte del ministerio público. Gorbea destacó el contenido de los mensajes de WhatsApp que Cotto Flores sostuvo con el menor de edad, los cuales demostraban cómo ambos desarrollaron una relación afectuosa entre noviembre del 2015 y marzo del 2016, cuando se descubrió la relación.

De las 833 páginas de mensajes, Gorbea estableció cómo Cotto Flores planificó transportar al estudiante al motel El Oriental en San Lorenzo el 1 de marzo.

'Prefiero entrar al motel aquel q afuera en el carro pq no es seguro', lee un mensaje enviado por la exmaestra el 28 de enero del 2016.

Otro mensaje enviado por ella establece que ella reconoció la gravedad de sus acciones y las posibles consecuencias del comportamiento de ambos. 'Si tu mamá hace una querella ps ahí sí explota el escándalo más grande del mundo', reza otro mensaje enviado el 29 de enero.

Gorbea repasó el contenido de los testigos que declararon durante el caso y que trabajaban en la escuela. Según la fiscal, del testimonio de la maestra, Evelyn Crespo, se desprende que hubo un cambio notable en la conducta del menor de edad, mientras que el maestro Arturo Martínez declaró que notaba cómo Cotto Flores defendía las tardanzas al estudiante.

Entre los testimonios tambien se alegó que la exmaestra y el menor de edad fueron vistas en la escuela agarrados de manos.

Otro mensaje presentado, con fecha del 2 de marzo del 2016, demuestra que Cotto Flores tuvo sexo con el menor de edad. 'Dito bb tranquilo es super normal……. Era tu primera vez bb', leia el mensaje enviado un día despues de los hechos.

Defensa insiste hechos no se sostienen más allá de duda razonable

De parte de la acusada argumentó su defensor legal, Luis Rivera, quien comenzó su alocución al jurado planteando que su decisión debe estar basada en hechos que demuestren la comisión de delito más allá de duda razonable. En ese sentido, insistió que la evidencia presentada no es suficiente para comprobar que Cotto Flores transportó a un menor de edad en su vehículo hasta un motel.

'Si creen que la evidencia del gobierno es casi casi, pues no los han convencido más allá de duda razonable', expresó Rivera en sus declaraciones al jurado.

Rivera catalogó el contenido de los mensajes previo al 1 de marzo del 2016 como mensajes de fantasía entre ambos y demuestran que nunca sostuvieron relaciones sexuales en ese momento. El abogado además acusó al menor de edad de mentir en su testimonio para concentrar las consecuencias de su relación en Cotto Flores.

En ese sentido, retó la teoría de la fiscalía de que el menor de edad se montó al mediodía en el vehículo de Cotto Flores, un Kia Rio gris, luego de caminar desde la escuela al restaurante La Casa de Abuela, localizado a corta distancia de la escuela, para ir al motel a tener sexo con Cotto Flores. Tres horas despues, Cotto Flores lo dejó en el restaurante, el menor regresó a la escuela, dónde fue confrontado por su madre y la principal sobre su salida.

Rivera produjo el testimonio de uno de sus testigos, un menor de edad y compañero de clase de la víctima, quien declaró que recordaba cómo vio a su compañero montarse en un vehículo color blanco en un parque de pelota cerca de la escuela. Este testigo tambien alegó ver la víctima llegar del lado contrario al que ubica el restaurante, llegando de un parque de pelota aledaño a la escuela.

El abogado de Cotto Flores tambien recordó que en el registro de ausencias que firmó el menor, luego de llamar a su madre para pedirle excusarse de clases para ir a la casa de su abuela y a un barbero, indicaba que su ausencia fue por motivo de enfermedad. Esa notificación suponía ser comprobada por una madre voluntaria dentro la escuela o la propia administración escolar, algo que Rivera resaltó nunca se dilucidó durante los testimonios.

Por otra parte, Rivera cuestionó por que las autoridades federales nunca utilizaron el contenido del celular de Cotto Flores para comprobar su culpabilidad, ni encontraron rastros de DNA en el motel. Gorbea atendió el detalle del DNA indicando que obtenerlo resultó imposible debido a que las sábanas dentro el hotel se cambiaban varias veces durante el día.

La fiscal tambien cuestionó el testimonio del testigo de la defensa, indicando que no pudo precisar de manera consistente el color de la camisa que tenía la víctima ese día. En ese sentido, la fiscal Gorbea sostuvo que la verdadera fantasía yace en las declaraciones del testigo de la defensa.

El cargo que pesa contra Cotto Flores la expone a entre 8 y 10 años de reclusión, de ser encontrada culpable. No obstante, cualquier veredicto de culpabilidad debe ser unánime para lograr una convicción. En este caso, el jurado está compuesto de 9 hombres y 7 mujeres.