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SAN JUAN WEATHER
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Qué hace falta para que tengamos una verdaderaadministraciónpública?

La pregunta que da título a este artículo es iconoclasta , y para algunos , probablemente resulte ofensiva . No es mi deseo herir sensibilidades , como tampoco lo es menospreciar la aportación pasada o presente de decenas de miles de servidores públicos . Lo hecho , hecho está , con sus aciertos y desaciertos , y sobre todo , con sus profundas consecuencias .

Hay que atreverse a mirar críticamente , muy críticamente , lo que se ha hecho y las profundas omisiones en que se ha incurrido durante decadas , para poder encontrar y señalar las causas que nos han traído hasta este punto . Tambien hay que agregar , que mucho de lo que no se ha hecho tiene que ver con las condiciones ' externas ' que dificultan hacer y encaminar proyectos gubernativos en Puerto Rico. Hace falta una mirada crítica para jamaquear , es decir , para dar un primer paso metódico hacia la toma de conciencia de las limitaciones que le han sido impuestas a nuestro pueblo, y de las otras que son de entera manufactura local.

Decir que la administración pública languidece , o que nunca ha florecido una verdadera administración pública en Puerto Rico es una manera de ' agarrar el toro por los cuernos ' y de quizás meterse en problemas dialógicos , pues habrá quien decida apagar el interruptor de la escucha o lectura atenta antes de abrirse a este tipo de ideas y de discusiones .

Cuando hablo de una verdadera administración pública , me refiero a la integración de esas tres palabras con enfasis especial en el adjetivo verdadera . Pues hay que decir que hasta esta fecha , cuando todavía Puerto Rico no ha tenido gobierno propio en más de medio milenio , hablar de administración pública referirá necesariamente a una especie de sortilegio en el manejo del aparato gubernativo , en la creación de estructuras y reparto de recursos públicos y de funciones y en la administración -- buena o mala , justa o desigual , pública o privatizada -- de tales recursos .

La existencia de mandatos y de organismos gubernativos no supone , ni conlleva una verdadera administración pública , ni siquiera una semblanza de Administración Pública . Quizás una explicación de porque no sabemos ni por dónde vamos en materia de gobernanza democrática , sea precisamente , porque nunca hemos disfrutado de gobierno propio , ni de democracia participativa . Es decir , porque hemos construido un espejismo de administración pública en el cual casi todo se vale o 'me vale', incluso el espejismo y la vocación del espejismo , minando con ello la confianza , la credibilidad , la estima propia , el anclaje eficaz , la capacidad de dirigir y mandar , y demasiadas cosas que damos por establecidas , aunque no existan , ni hayan existido , si bien ilusiones potentes de tiempo en tiempo han hecho que algunos piensen que sí existen .

¿ Significa esto que no se ha administrado el país con arreglo a principios de sana administración pública ? En principio significa eso mismo . Pero , ello no quiere decir que no haya ejemplos , cuando se tomaron decisiones racionales y razonadas , metódicas y fundamentadas en cuanto a política pública , legislación , programas , asignaciones , organización y manejo de recursos .

Sin embargo, ante la rampante falta de gobierno propio , ante la importación y superposición de modelos y programas , ante la implantación de un modelo de gobierno enfocado -- particularmente en las pasadas cuatro decadas -- en la postración , la improductividad y la incapacidad para auto-gobernarnos , los resultados han sido penosamente previsibles y los retrocesos muy profundos y últimamente , acelerados .

¿Es posible desarrollar una buena administración pública sin que exista gobierno propio , ni gobernanza democrática ? No, no es posible . En tales condiciones , sólo puede manejarse una semblanza de gobierno eficiente , que no es lo mismo que gobierno propio en gobernanza democrática , ni verdadera administración pública .

¿ Que significa una semblanza de gobierno eficiente ? Significa que con arreglo a determinados propósitos , objetivos y metodologías se pueden organizar los recursos públicos de una manera o forma en que se cumplan esos objetivos satisfactoriamente . Ello dependerá de cuáles son los objetivos y de cuáles son los criterios de cumplimiento vistos a traves del lente evaluativo . La racionalidad en el manejo de los recursos y en el cumplimiento de los objetivos nunca equivaldrá a una verdadera administración pública .

Nadie afirmaría hoy que el formidable aparato de guerra y la administración de la Alemania de la Segunda Guerra Mundial -- decadas y epocas aparte -- ejemplifican un modelo de verdadera administración pública por más eficientemente que hubiesen sido organizados y administrados los recursos de cara a los objetivos trazados . de hecho , la administración pública cobra vida moderaba y real a partir de las experiencias de esa guerra y de la reconstrucción , reorganización y nacimiento de nuevos Estados .

Aparte de la soberanía , el gobierno propio y la gobernanza democrática , ¿ que hace falta para que pueda darse o florecer una verdadera administración pública ?

Primero: Confianza basada en el conocimiento público de las instituciones y de su funcionamiento

No puede florecer una verdadera administración pública si el Pueblo -- prefiero llamarlo Demos, en lugar de la gente -- no conoce las instituciones , ni se involucra en su funcionamiento . Cuando se enlazan conocimiento y participación ciudadana , fecunda la transparencia , la fiscalización , la auto-fiscalización , la responsividad , la responsabilidad institucional y ciudadana , y los niveles de compromiso con el Bien Común .

La confianza en el Bien Común , en la existencia de un proyecto común y en un gobierno en común dirigido a adelantar proyectos y objetivos comunes , propicia la gobernanza democrática como aspiración y como hecho . La convergencia participativa de la mayor diversidad de intereses puede balancear y nivelar el debate y los niveles de influencia de intereses poderosos .

Segundo: Organismos en que se materialice la representatividad y donde se propicie la participación

Cuando resulta difícil o imposible que los ciudadanos tomen directamente las decisiones gubernativas , se hace imprescindible la existencia de organismos y cuerpos representativos . Los Parlamentos y los cuerpos legislativos son todavía un instrumento que propicia esa participación . Las reglas y oportunidades de acceso a ser miembro , así como los organismos complementarios que propician diferentes tipos de participación en el consejo y la toma de decisiones en parlamentos , legislaturas , consejos y asambleas , son igualmente indispensables para que las normativas positivas tengan una base amplia de aceptación y de legitimación . Ello orienta de manera más equilibrada las políticas públicas , la legislación , los programas y la reglamentación y con ello se amplía el sentido de pertenencia y de propiedad de cada ciudadano sobre el gobierno y sus instrumentos .

Tercero : Vigencia y respeto de los derechos humanos y de los instrumentos que los fortalecen

Los derechos humanos se fortalecen recíprocamente y los ciudadanos , y quienes gobiernan a su nombre , tienen la obligación de fortalecerlos y de protegerlos . Donde florece la vigencia de los derechos humanos y el respeto a los instrumentos que los fortalecen , florece una verdadera administración pública .

Los ciudadanos y la cultura cívica , que se anida en una sociedad respetuosa de los derechos humanos , son la defensa natural a la consecución del Bien Común , a la solidez de los instrumentos que lo viabilizan y a la Justicia que se deriva consecuentemente de esa vigencia .

Los organismos y funcionarios públicos deben albergar y tutelar estos instrumentos y valores fundamentales , como lo son el Bien Común , la Justicia y los derechos humanos , con el mismo tesón con que debe hacerlo una ciudadanía saludable .

Cuarto : La condición ciudadana como valor

Ser sujeto de obligaciones y de derechos fundamentales comunes , ser portador de una identidad y cultura cívicas , y de una conciencia ciudadana se constituye en el abono ideal para una administración pública no solo verdadera , si no significativa y fructífera . De ese abono deben surgir ciudadanos mucho más preparados para gobernarse y para asumir la administración con orientación inequívoca a la búsqueda de la Justicia y del Bien Común .

Ser ciudadano a plenitud dignifica la condición ciudadana y enaltece la convivencia , la cooperación , la solidaridad y aquellos valores que son necesarios para fortalecer la Justicia y la búsqueda colectiva del Bien Común .

El ciudadano equilibrado que habita en una sociedad justa donde opera una verdadera administración pública , entenderá la necesidad del servicio en la consecución del Bien Común .

Quinto: Entender que ni el gobierno , ni una verdadera administración pública son un negocio , ni una oportunidad de negocios

Hace falta una comprensión cabal por ciudadanos , empleados públicos y gobernantes que ni el gobierno , ni una verdadera administración pública son un negocio , ni una oportunidad de negocios . La era del Mercado-Estado ha visto disolverse las formas y manifestaciones más sutiles del ejercicio de la autoridad pública en el marco del estado social y del estado benefactor. Ya hace tiempo -- más marcadamente desde la decada de los noventa del siglo veinte -- que el neoliberalismo como ideología de Estado ha ocupado el campo con sus lógicas que sirven al mercado. Al mismo tiempo que se han acelerado la financiación como elemento central de la economía mundial, y el carácter más abstracto de la riqueza y su concentración; asimismo los Estados , los gobiernos y los ciudadanos han perdido control sobre aspectos que son fundamentales a la gobernanza y a la Ciudadanía . La condición ciudadana parece haberse devaluado tanto como el contenido real de sus derechos frente a un control del aparato del Estado que se ejerce desde planos metanacionales , transnacionales y supranacionales .

Riqueza concentrada , con circulación acelerada y de carácter cada vez más abstracto , precipitada por las nuevas tecnologías y formas post-corporativas han convertido el escenario internacional y local en una multiplicidad de mercadillos donde todo es negocio y la vida misma de los sujetos se organiza con arreglo a una lógica de oportunidad y rentabilidad. De hecho , la persona natural --el ciudadano -- ha perdido un enorme espacio frente a las personas jurídicas que abstractalizan más la riqueza y la toma de decisiones . El Estado tradicional y los gobiernos , pierden control sobre y frente a ese 'libre hacer ' corporativo , que resulta determinante en la toma de decisiones inmediatas y a mayor plazo .

Este enfasis mercatorio y desciudadanizador ha hecho cambiar de facto, y tambien de jure, la visión misma que se tiene o tenía de la gobernanza participativa . La concentración de control de riqueza , tecnologías , finanzas y economía , se suma a la del control de medios de comunicación, lo que hace del gobierno y de su ejercicio una parcela más de reparto de negocios y de control mercatorio .

Lo descrito no es una visión futurista , es un fenómeno que fue anunciado tempranamente en sus etapas iniciales por personas como el presidente saliente de EEUU, Dwight David Eisenhower en su mensaje de despedida en 1960.

De manera que, paulatinamente y a veces a dentelladas aceleradas --con gradaciones y diferencias claro está , según los diferentes países -- lo público ha estado siendo desplazado a lo privado y lo privado se ha ido apropiando de las esferas que se entendieron como una parte de lo público durante la primera mitad del siglo XX.

El planteamiento inicial de este acápite : ' Hace falta una comprensión cabal por ciudadanos , empleados públicos y gobernantes que ni el gobierno , ni una verdadera administración pública son un negocio , ni una oportunidad de negocios ', parece no sólo una ilusión, antes bien parece un sueño inalcanzable. Pero hay que construirlo y hacerlo realidad .

Nota dialógica

Cuando se precipita la discusión hasta este punto de la curva, justo es que nos preguntemos que sentido tiene seguir discutiendo una realidad mercatoria en apariencia tan aplastante , determinante y que probablemente sea refractaria a cualquier desaceleración desciudadanizante .

Aquí radica precisamente , en la desaceleración desciudadanizante , una de las primeras claves de hacia dónde deben encaminarse la sociedad --civil o no-- los ciudadanos y el propio gobierno , dondequiera que existan , o puedan existir esferas participatorias de la gobernanza . Ello , incluso , al margen de que haya o no gobierno propio , soberanía o Estado .

Sexto : Hay que promover a toda costa la desaceleración desciudadanizante

La desciudadanización es el menoscabo de la condición ciudadana . La condición ciudadana supone , entre otras características, que somos personas con derechos humanos , portadoras de dignidad , de libre albedrío y de capacidad para gobernar nuestro destino. Supone vida en sociedad y comunidad, ejercicio de libertad en solidaridad y voluntad para gobernarnos.

Esta condición ciudadana , salvo excepciones , se está perdiendo aceleradamente en el orbe . Aun en las 'democracias' tradicionales, el ejercicio democrático parece haberse convertido en un ritual estacional, eleccionario , cada cierto tiempo , en lugar de ser una práctica cotidiana . Esa perdida de participación real, que no es simplemente de carácter formal, si no que tambien es sustantiva , ha precipitado la aceleración de la desciudadanización.

Debe construirse en cada sociedad , alrededor de sus gobiernos y organizaciones, un proyecto que será necesariamente alterno, de reciudadanización . Ello requiere una ruptura con el ritualismo seudo-democrático y una genuina conciencia y profundidad de parte de quienes ocupan cargos públicos , sean o no electivos . Revalorizar la ciudadanía a título individual y colectivo tiene que ser una meta fundamental en la reconstrucción de la esfera pública que posibilite una verdadera administración pública .

Pero la reciudadanización como antídoto a la desciudadanización no puede ser un mantra, ni una simple predica . Requiere esfuerzos educativos enormes , diálogo y conversación continua, desfrivolización del discurso público , enriquecimiento y creación de nuevas estructuras y formas participativas ciudadanas , y sobre todo , voluntad para equilibrar el individualismo rampante y el egoísmo economicizante que ahogan la esfera de lo público y de lo gubernativo .

Para ello , hay que reiterar lo afirmado en el acápite anterior: Hace falta una comprensión cabal por ciudadanos , empleados públicos y gobernantes que ni el gobierno , ni una verdadera administración pública son un negocio , ni una oportunidad de negocios . De ahí, que es dañina toda pretensión de equiparar el negocio privado con la gestión pública . Aunque ello se haga continuamente por mercaderes sin entrar a la política o haber incursionado en ella como candidatos --los más astutos nunca se postulan -- pues lo hacen a traves del inversionismo político , el control mediático , la designación o elección de testaferros , control de los programas políticos de candidatos que serán futuros vencedores electorales , y mil tecnicas y formas sutiles o crudas desde el propio ámbito local e internacional.

Septimo : Hay que cuidarse de las trampas financieras locales e internacionales

Al Estado debilitado por la desciudadanización y el control mercatorio --e incluso a los territorios sin gobierno propio -- se les va privando de su capacidad de tomar decisiones . El modelo supranacional financiero, modelo que tiene como uno de sus efectos, concentrar , en 26 personas más riqueza que la de la mitad más pobre del mundo --tres mil quinientos millones de personas-- ha encontrado en el financiamiento , es decir , en la generación de prestamos y en la especulación financiera , un instrumento mucho más poderoso que el tradicional control de los recursos naturales y de la fuerza barata de trabajo del cual se sirve.

Se trata del endeudamiento , de la adicción a tomar a prestamo y a endeudarse más , unida a la hipoteca y ejecución de la soberanía Estadual , a traves del pago perpetuo de intereses por prestamos diseñados para que nunca se acaben de pagar. La refinanciación , el ajuste de terminos prestatarios y nuevas concesiones a ese capital financiero corporativo transnacional perpetuan un ciclo macabro de empobrecimiento .

Argentina, Grecia y Puerto Rico han sido durante los pasados 30 a 40 años , excelentes laboratorios de experimentación e implantación de estos instrumentos financieros , vaciado de facultades , empobrecimiento cívico y tecnicas de medición y control. Lo que le ha pasado a países soberanos , tambien le sucede a territorios coloniales . El modelo parece haber tenido notable exito para quienes prestan .

Octavo: hay que entender por que los recursos gubernativos resultan insuficientes y como lo evitamos

Los gobiernos no son intrínseca , ni naturalmente ineficientes a la hora de parear ingresos y gastos , o de generar sobrantes . Malas políticas públicas , mala planificación, contrataciones exuberantes , derroche y otras formas de corrupción son causas de gastos insostenibles . Políticas de exenciones contributivas alucinantes y corruptas , sumadas a incompetencia en los cálculos y proyecciones de ingresos , a autoengaños , o a simple displicencia administrativa son responsables de que no se recaude lo que se necesita. Si ambos vectores de fuga de recursos -- gasto corrupto y recaudos frustrados -- se controlan adecuadamente mediante una buena gestión pública es posible tener presupuestos balanceados . Si por el contrario el endeudamiento sin propósito o con despropósitos es la orden del día, los recursos fiscales resultarán insuficientes , el endeudamiento se agravará , se descapitalizarán mediante la venta o la cesión los bienes que tardaron más de una generación en crearse , y se empobrecerá a la población y su calidad de vida .

Noveno : Hay que crear un clima favorable para robustecer la administración pública y crear una verdadera Administración Pública en Puerto Rico

Es muy difícil , pero se pueden crear condiciones que permitan desacelerar la desciudadanización, fomentar la participación concienzuda de la gente en nuevas estructuras de evaluación y fiscalización , abrir la transparencia y el acceso de los ciudadanos a los entes fiscalizadores y creadores de las normas jurídicas , y abrir la participación pública a todas las esferas e instancias de disposición fiscal.

Junto al acceso al gobierno propio y a una participación democrática y democratizante que sea garante de los derechos humanos , ese clima de robustecimiento es alcanzable , pues ambas son premisas ineludibles para plantar y desarrollar una verdadera Administración Pública .

Decimo : ¿Vale la pena prepararse para ser un servidor público en el escenario local e internacional del Puerto Rico de hoy?

Categóricamente sí, pues en ello , se nos va la vida colectiva , la vida como nación.

El neoliberalismo mercatorio consiguió empotrar la idea de que menos gobierno era el mejor gobierno . Esa miniaturación del gobierno , de sus competencias e injerencias resultaba muy conveniente a la hora de conseguir costes sociales menores -- menos contribuciones , menos redistribución de la riqueza -- y a la hora de promover un ' dejar hacer ' sin controles . El capital sin control, ni brida , orientado estrictamente a la ganancia como supremo valor y al egoísmo individualizado , degrada la calidad de vida , la justicia social y la equidad ; tiende a promover la concentración de riqueza en pocas manos y tambien el abuso de los recursos naturales y la explotación del trabajo .

Ese neoliberalismo mercatorio y sus secuelas promovieron gobiernos debilitados , al servicio de las lógicas del capital y en su vertiente más degradada : políticas fiscales dirigidas al enriquecimiento mayor privado y a la dilapidación del capital social y natural. De ahí, que se avivase la idea de que lo privado siempre es mejor que lo público e incluso que se pasase del 'ideal' de un gobierno más pequeño, al absurdo de un no gobierno , o a la teoría de que el gobierno es innecesario . La hiperbole caricaturesca y grotesca de este pensamiento propone la eliminación o reducción de cuerpos representativos , la eliminación de organismos reguladores y de legislación y reglamentación , la transferencia de áreas reglamentadas por el Estado a autoreglamentación empresarial , la creación de áreas de derecho blando en las que el Estado casi no interviene o no lo hace en absoluto .

No en balde , se ha reducido no sólo el tamaño del aparato gubernativo público , si no que se privatizan áreas de gobernanza pública , mientras se degrada el servicio público , la autoestima del empleado gubernamental y el producto mismo de toda actividad gubernativa : la coherencia social, el orden y la seguridad -- siempre relativos -- y la vigencia y vitalidad de los derechos humanos .

La descripción y análisis contenidos en los párrafos precedentes , debiera persuadir a toda persona preocupada por la calidad de vida , por la aspiración democrática y por los derechos humanos , sociales y colectivos por hacerse partícipe de la gestión y de la función pública , y por contribuir a revitalizarla . Debería mover la fibra ciudadana hacia la búsqueda de poderes y facultades para que colectivamente ejerzamos nuestros derechos políticos para gobernarnos, administrar y gestionar bien , es decir , por el Bien Común .

La tarea , no obstante, es compleja y requiere esfuerzos concertados prolongados , pues se ha devastado mucho del tejido social que existía , se ha vandalizado 'lo público ', y, se han abandonado áreas en que no se han desarrollado competencias sociales suficientes y que precisan atenderse mediante procesos y experiencias educativas masivas .

A nivel formal quienes incursionen en el estudio de la política , la administración y la gestión deberán prepararse intensivamente -- acaso mucho más que sus predecesores -- en las ciencias sociales ,tales como la política , la economía y la sociología ; en la administración pública , el derecho, la cultura , y la creatividad interdisciplinaria .

Deberán esforzarse por prestigiar el paisaje obliterado de una disciplina noble y generosa , como es la del servicio público a la gente y a la Patria. Así , el estudiante o quien incursione en estas áreas será a un mismo tiempo restaurador y creador ; portador de destrezas dialógicas y negociales notables; defensor de la equidad y de la justicia con apellido social; y deberá empeñar juventud y vida al aprendizaje creativo y productivo desde el placer del servicio .

Ser servidor público y estudiar con esmero para prepararse continuamente ante desafíos como los descritos , es un acto reitero , de generosidad y de patriotismo meritorio al cual vale la pena dedicarle la vida .

En estos tiempos de satisfacciones inmediatistas , de relatividades abundantes , y de excesivas realidades virtuales -- y mucha menos virtud -- acaso , sea demasiado pedir esmero y dedicación en pos del Bien Común , del servicio público , de la justicia social y de los derechos fundamentales . Pero , no sólo hay que pedir, hay que pedir y hacer , y contribuir a que lo consigamos . Porque de lo contrario, gobernará el Mercado y su bully, y no es posible contentarse con simplemente ofrecer puños en la boca a manera de metáforas.

*El autor es doctor, abogado, profesor y estudioso de los procesos legislativos y reglamentarios . Fue asesor y luego portavoz del PIP en la Cámara durante 24 años.

El exlegislador Víctor García San Inocencio. (Gaman)

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