Ajeno a aceptar lujosos obsequios, el medallista olímpico Jaime Espinal recibió hoy la llave de un moderno vehículo valorado en 30 mil dólares, reconociendo que el mayor de los regalos, en un año de tanto éxito, ha sido la compañía de Dios.

Antes a pie, en pon y carros alquilados, ahora la guaguita Honda CRV azul transportará a Espinal a su club de lucha y a repartir el mensaje cristiano que lo mueve.

'Esto es algo muy bonito para mí, es una puerta más que se me abre, es algo que voy a usar para bien, pueden estar seguros de eso. Esta es la parte donde le agadezco a Dios y todo lo que ha hecho por mi. No los voy a defraudar, yo voy a seguir bregando bien. Me comprometo a ayudar en lo que pueda a la a la juventud en Puerto Rico; ese es mi propósito, esa es mi meta', dijo Espinal al recibir la llave de su carro de manos del presidente de Bella Group, Carlos López- Lay.

El luchador, quien además de su plata en las Olimpiadas en Londres, alcanzó la tercera posición en el torneo internacional de lucha de Rumania y la medalla de oro en el Campeonato de Lucha Citta di Sari en Italia, relató que en sus últimos combates en Londres se quedaba solo en un pequeño camerino y conversaba con ese ser espiritual.

'Le decía 'acho Papito Dios si tú me das una medalla, todas las cosas que voy a hacer con ella', y empezaba a hablarle, quizás como si estuviera loco'.

Para Espinal, fue la mano divina quien lo ayudó a lograr varios movimientos que catalogó como 'espectaculares, grandes, amplios y difíciles'.

Espinal contó que fue el veterano luchador Franklin Gómez quien lo introdujo hace un año y medio a la iglesia pentecostal, y que desde entonces siente mucha paz.

Agrdeciendo la colaboración con la cadena Univisión, López-Lay mencionó que el gesto es parte de la responsabilidad social coorporativa de la empresa para ayudar a jóvenes atletas para que se sigan desarrollando.