Colocar a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) bajo el mando de una comisión independiente que contrarreste sus excesos monopolísticos, y la modificación, o hasta eliminación, de la aplicación del salario mínimo federal en la Isla son dos de las recomendaciones que resaltan en un informe que emitió el Banco de la Reserva Federal de Nueva York sobre la capacidad que tiene Puerto Rico para competir y ser eficiente.

El estudio con la recomendación de poner a la AEE bajo el yugo de un grupo externo fue revelado en el marco de la Convención Anual de la Cámara de Comercio el viernes pasado, a la misma vez que el país quedó sin energía eléctrica por un apagón masivo que afectó prácticamente todo el país por varias horas.

El diagnóstico de nuestros problemas, y las recomendaciones, no son cómodas, por lo que no es de extrañar que, una vez publicado, el informe pasó inadvertido y tuvo pocos promotores en la clase política y empresarial. De hecho, en vez de que el informe fuera punto de partida para una discusión sobre cómo reformar la AEE, los escándalos de esa agencia dominaron la guerra político partidista la semana pasada, culminando con el apagón del viernes y la renuncia de su director ejecutivo Otoniel Cruz.

'El informe representa un análisis técnico no partidista y debe verse en esa misma línea', advierte el documento a manera de introducción.

Entre las expresiones que más resaltan están:

-Desde 1970 nuestra economía está estancada.

-Puerto Rico no disfruta lo que produce. La diferencia entre la riqueza que sale de aquí, y la que se queda, es de $30,000 millones anuales. Se produjeron $95,000 millones, pero nos quedamos con $65,000 millones.

-Ocupamos una mala posición a nivel mundial en la cantidad de jóvenes que, pudiendo trabajar, no lo hacen.

-El trabajador promedio en Puerto Rico se gana la mitad de lo que gana su contraparte en Estados Unidos, pero el beneficiario promedio del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) se gana más de lo que se gana un beneficiario promedio en Estados Unidos.

-En cuanto a educación, existen dos Puerto Rico: uno de personas altamente educadas, y otro que compone 'un segmento inusitadamente grande de trabajadores relativamente poco diestros'.

-Debido a que las leyes federales nos obligan a usar barcos estadounidenses para el transporte, cuesta aproximadamente $3,063 transportar un contenedor de veinte pies de bienes domésticos y comerciales desde la costa este de los Estados Unidos hasta Puerto Rico; mientras que el mismo contenedor llevado a República Dominicana cuesta $1,504, y llevado a Jamaica cuesta $1,687.

-Los precios de la vivienda aquí han caído entre un 13-14% desde los niveles pico de 2007 hasta finales de 2011, comparado con una caída de 19-20% en Estados Unidos continentales durante el mismo período.

-El empleo total se redujo alrededor de 13 por ciento o aproximadamente 140,000 empleos entre su pico en 2005 y mediados de 2010.

Cuáles son las recomendaciones? El abánico no es amplio y tampoco tiene muchos detalles. Pero hay algunas cargadas de énfasis, particularmente someter la AEE a la supervisión de una comisión de personas independientes, pero con preparación técnica suficiente, y examinar la aplicación del salario mínimo para suspender su aplicación, modificarlo, o crear una clase salarial aplicable a los jóvenes de forma tal que en las primeras experiencias de empleo no se ganen el salario mínimo completo, sino que vayan aumentando su salario según aumenta su experiencia y destreza.

Sobre el salario mínimo, indican que tiene un efecto distinto aquí que en Estados Unidos ya que acá es prácticamente el tope del salario promedio, mientras que allá los salarios promedios están por encima. Además, en un zarpazo directo al orgullo del trabajador puertorriqueño subrayan que los estudios comparativos han demostrado que en la comparación de productividad, Puerto Rico está por debajo de Estados Unidos, Bahamas, Jamaica y México.

En cuanto a la AEE, plantean que la comisión independiente 'tendría acceso total a los registros contables internos y podría proteger a los consumidores mediante el control de los costos... [l]a revisión y publicación de la información acerca de la eficiencia operativa de la agencia son particularmente importantes porque la AEE tiene la autoridad legal para pasar sus costos a los clientes—un arreglo que reduce el incentivo de la agencia de administrar estos costos agresivamente'.

Bajo el machete quedarían también los subsidios, créditos y tarifas especiales porque 'al bajar las tarifas para algunos clientes se elevan las tarifas de otros'. La recomendación incluye un plan 'B': pedirle al Congreso que coloque a la AEE bajo la jurisdicción de la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC).

'Apoyamos sin reserva esta propuesta sobre la junta reguladora, ya que es un factor imprescindible para modernizar la industria eléctrica en Puerto Rico', reaccionó Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para la Nueva Economía.

En el área de costos de transporte, el Banco parece anticipar que el Congreso podría otorgar una suspensión de cinco años en la aplicación de las leyes de cabotaje para evaluar cómo la reducción de costos afecta los negocios y el comercio. Luego de ese análisis, la suspensión podría ser permanente, lo cual nos daría flexibilidad en el uso de buques de carga.

La burocracia gubernamental es otro de los aspectos que no escapa la mirada del Banco, pero, también, suman otros costos de hacer negocios en Puerto Rico, como 'los costos comerciales del crimen y la violencia, la transparencia de la formulación de política pública por parte del gobierno, prácticas de contratación y despido, y favoritismo en las decisiones de los funcionarios del gobierno'.

Según el Banco, una cosa final es necesaria en la implantación de cualquiera de estas medidas: mejorar la recopilación y publicación de datos confiables, aspecto en el cual mencionó favorablemente el trabajo del Instituto de Estadísticas, a cuyo director ejecutivo la Administración Fortuño intentó destituir.

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Para el resumen del informe, pulse aquí.

Para el mensaje del Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, pulse aquí.