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SAN JUAN WEATHER
Economía

Normandie no será demolido y volverá a ser un hotel de lujo, asegura dueño nuevo

La transacción de $8.6 millones fue concretada después de una batalla legal en Texas y el propietario nuevo atribuye la compra al aumento en valor de propiedades secuela de la Ley 22.

La estructura Art Deco icónica y, más aún, la leyenda, del hotel Normandie en Puerta de Tierra se encaminan hacia su primer siglo de existencia bajo el cuidado de un grupo neoyorquino especializado en convertir propiedades históricas en hospederías que aseguró no va a demoler la estructura, aunque todavía estudian qué remedios tendrán que aplicar para preservarla después de deterioro por vandalismo, abandono y el azote de los elementos.

En entrevista con NotiCel, Ezra "Eddie" Ishay, de The Ishay Group, explicó que los dos elementos principales por los que completaron la compra por $8.6 millones fueron la seguridad que le proveyó el gobierno de que su diseño de restauración los harían elegibles para obtener un crédito contributivo de 20% y el aumento en valores del mercado de bienes raíces en la isla provocado por las compraventas realizadas por los beneficiarios de la anterior Ley 22 para incentivos a inversionistas, que ahora están recogidos en la Ley 60.

Ishay, de hecho, se convirtió en beneficiario de los incentivos en mayo de 2020 cuando, después de un año de vivir en la isla gestionando la compra del hotel, se dio cuenta que debía convertirse en inversionista residente y aumentar sus posibilidades de rendimiento si en un futuro revenden el Normandie.

Adelantó también que, igual que lo fue en su origen, la estrategia de su grupo con el Normandie es convertirlo en un hotel de lujo.

"Necesitas desarrollar esta propiedad como una propiedad de lujo, que lo fue en su momento así que estamos manteniéndonos fieles a su tracto histórico, para poder justificar una renovación extensa", planteó Ishay sobre el proyecto que tiene inversión estimada de más de $100 millones.

"Es una cantidad exorbitante para reconstruir y se necesita poder sacar una cantidad de dinero por cuarto", añadió.

Recientemente ha sido materia de discusión pública la manera en que los precios de propiedades están aumentando en distintos puntos de la isla como secuela a que inversionistas beneficiarios están adquiriendo propiedades a precios más altos de lo que usualmente se registraban. Esto incluye no solo propiedades para desarrollo sino también existentes que tienen residentes de largo plazo que enfrentan aumento en su renta o desahucios.

Ezra Ishay.
Foto: The Ishay Group

Además del crédito de 20%, el financiamiento contempla los beneficios federales por las "zonas de oportunidad", así como el acceso a fondos federales de reconstrucción bajo el programa CDBG-DR, para lo cual el representante popular Ángel Matos sometió una carta de endoso el 8 de diciembre pasado al gobernador Pedro Pierluisi y el alcalde de San Juan, Miguel Romero.

Ishay dijo que no conocían a Matos cuando éste promovía la expropiación y demolición de la estructura en marzo pasado y que no son donantes políticos. Una búsqueda en la Oficina del Contralor Electoral no reflejó donativos políticos de Ishay en Puerto Rico. Según el Registro de Cabilderos del Departamento de Justicia, el bufete McConnell Valdés LLC son los cabilderos del grupo comprador.

"Lo bello del Normandie es que puedes ser apolítico. Seas azul, rojo, verde, amarillo, todos quieren ver a esta propiedad revivir", comentó.

El desarrollador planteó que actualmente el terreno es más valioso sin el edificio que con el edificio, pero "no estamos mirando una demolición total. Definitivamente estamos buscando preservar la integridad del diseño y el edificio... todo lo que podamos salvar en el edificio, lo planificamos salvar".

Pero esa promesa está encerrada en signos interrogatorios porque el propio Ishay admite que todavía están a la mitad de las evaluaciones estructurales forenses que revelarán la extensión de los daños y las alternativas remediativas. Esto incluye estudios sobre la capacidad de resistencia sísmica del edificio de siete pisos y sótano inaugurado en 1942.

Si esta nueva propuesta de desarrollo tiene éxito, el Normandie podría entrar en una etapa brillante dentro de una historia que ha estado llena de altas y bajas.

Félix Benítez Rexach y su esposa, Lucienne Suzanne Dhotelle.
Foto:

Cuando abrió sus puertas en 1942, representó la realización del sueño febril del ingeniero viequense Félix Benítez Rexach, quien quiso evocar el diseño del crucero S.S. Normandie, en el que viajó con su esposa, la francesa Lucienne Suzanne Dhotelle. La pareja instaló su residencia en el penthouse y revistió cada rincón de la propiedad y sus 173 habitaciones con los detalles de mayor lujo en la época, incluyendo piscina interior en el primer piso, dos salones de banquetes, casino, restaurante y áreas comerciales.

El hotel fue faro para las celebridades y la clase política hasta los años 60 del siglo pasado, cuando fue cerrado. En 1976 fue embargado por el Servicio de Rentas Internas federal; en 1980 entró en el Registro Nacional de Lugares Históricos; y en 1990 volvió a abrir restaurado solo para cerrar en 1998 por los estragos que le causó el huracán Georges.

Tras otra renovación millonaria, reabrió en 2005 para volver a cerrar en 2009. En el 2013 lo adquiere Interra Capital Group, con sede en Texas y en el tribunal federal de ese estado se desarrolló la lucha legal que sirvió de antesala a la transacción del 13 de enero pasado.

Según los expedientes del caso, el grupo de Ishay entró en un acuerdo con Interra el 1 de julio de 2019 con un depósito de $800,000 que obligaba al entonces dueño a preservar la propiedad en el estado que tenía a esa fecha durante el tiempo que tomaría cerrar la transacción final. Pero una visita en febrero de 2020 reveló daños graves en elementos del diseño original, como un mural, así como áreas en estado "irreconocible", como el salón comedor y el ballroom del sexto piso. Esto provocó reclamaciones contra Interra y la amenaza de que el grupo de Ishay no completaría la compra.

Pero en octubre de 2020 surgió la propuesta de otro desarrollador para adquirir la propiedad en un precio similar al discutido con el grupo de Ishay.

Esto provoca la demanda contra Interra en Texas en la que el grupo de Ishay pide un interdicto que evitara la venta a otro desarrollador y una orden para que Interra cumpliera con los términos de su acuerdo con Ishay. El 18 de noviembre de 2020, el juez federal Lee H. Rosenthal denegó la solicitud de interdicto argumentando que "la demanda refleja algunas de las vicisitudes que Puerto Rico ha sufrido en años recientes" y que "en vista de las condiciones económicas de Puerto Rico causadas por múltiples desastres naturales y la pandemia del coronavirus, el tribunal determina que potencialmente obstaculizar la venta y desarrollo del hotel haría un flaco servicio al interés público".

De hecho, el juez anotó su conclusión de que algunos de los daños que mostraron los demandantes no eran vandalismo sino resultado de los terremotos.

Luego de esa denegatoria, los demandantes retiraron su reclamación y las conversaciones siguieron hasta cerrar la venta la semana pasada.

Ishay adquirió la propiedad a través de la entidad The Normandie Oz LLC, pero el desarrollador y su hermano David componen la empresa The Ishay Group, con sede en Nueva York y especializada en adquirir y renovar edificios históricos para desarrollo comercial.

Su conexión con el Normandie corre en la familia.

"Mi padre se quedaba en el Caribe Hilton cada año con su padre. Creemos en el desarrollo económico aquí (en Puerto Rico). Cuando vimos (al Normandie) vacío, no entendíamos cómo algo tan significativo podía estar ahí vacío", recordó.

"Es uno de los edificios más icónicos, no solo en Puerto Rico, sino en todo el Caribe", puntualizó.

Vea también: Joven que pintó el Normandie envía mensaje a quienes lo critican

Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.