Mil presos palestinos siguen en huelga de hambre
Más de mil presos palestinos se mantienen hoy, por segundo día consecutivo, en huelga de hambre para protestar por sus condiciones de detención, sin que las autoridades penitenciarias hayan comenzado negociaciones.
'Unos 1.200 reclusos han rechazado las comidas de la mañana y nos han informado de que no comerán hoy y que seguirán adelante con la huelga', informó a Efe la portavoz del servicio de prisiones israelí, Sivan Weizman.
Otros 2.000 presos que ayer rechazaron los alimentos con motivo del Día del Prisionero si desayunaron hoy.
La portavoz explicó que 'no se está llevando a cabo ningún tipo de negociación con los huelguistas', la mayoría de los cuales -alrededor de un millar- están en cárceles del sur del país.
El Ministerio de Prisioneros palestino eleva a 1.600 los presos que están cumpliendo la huelga de hambre y asegura que esta cifra crecerá en los próximos días y que la protesta se extenderá escalonadamente a las 25 cárceles israelíes.
El ministro de Prisioneros, Isa Qareqe, expresó su preocupación por la falta de unidad de los reclusos, que ha hecho que solo una parte del total de 5.700 se sumen a la huelga.
En una carta que el Comité para la Lucha de los Prisioneros logró sacar de una prisión, este organismo promete 'que continuará la batalla hasta que se consigan los derechos y demandas', según publica hoy el diario Al Ayam.
En la misiva se asegura que o logran sus derechos o 'morirán como mártires'.
En otro documento aprobado en la prisión de Nafha, el comité de reclusos acuerda no retirarse de la huelga 'sin conseguir un mínimo de demandas', que incluirían el fin de las penas de aislamiento, el permiso para las visitas de familiares de Gaza y aquellos de Cisjordania que lo tienen prohibido, la mejora de las condiciones de detención y el fin de las redadas nocturnas y de los cacheos a familiares.
El comité acuerda que si alguna facción política se retira de la huelga se le aplicarán medidas punitivas como 'el aislamiento nacional durante no menos de tres años, suspensión organizativa por el mismo periodo y exposición mediática de quienes incumplan el pacto'.
El documento también delimita lo que los reclusos pueden consumir: exclusivamente agua y sal, quedando fuera las vitaminas, glucosa y sueros.
Las autoridades israelíes dejaron ayer en libertad al preso Jader Adnan, que se mantuvo en huelga de hambre durante 66 días a principios de este año, informó hoy el diario palestino Al Hayat Al Jadida.
Se trata del segundo preso que ha sido liberado tras una prolongada huelga de hambre, después de Hana Shalabi, que fue deportada a Gaza recientemente.
Otros diez reclusos palestinos llevan ya semanas sin comer, al menos cuatro de ellos alrededor de cincuenta días, añade la fuente.