Iglesia salvadoreña aboga por cierre de Guantánamo
La iglesia católica de El Salvador dijo hoy que espera que se cierre la prisión de la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba) y respaldó el refugio que el Gobierno salvadoreño dio a dos antiguos detenidos de ese penal.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, consideró como un gesto de 'humanidad' que el Gobierno haya aceptado el pasado miércoles, a petición de Estados Unidos, a dos musulmanes uigures de origen chino que fueron liberados de Guantánamo.
'Ojalá que toda la prisión de Guantánamo termine; sería ideal para el bien del mundo, de la democracia y de la libertad', manifestó el prelado en rueda de prensa después de la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
Estados Unidos instaló esa prisión militar en territorio cubano en enero de 2002, para recluir a sospechosos de terrorismo, después de los atentados perpetrados en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
El presidente estadounidense, Barack Obama, no ha podido cumplir la promesa que hizo en 2009 de cerrar el penal de Guantánamo, por la oposición del Congreso de su país, que ha bloqueado la posibilidad de su desmantelamiento gradual.
Escobar comentó que 'la opinión mundial en general es positiva' ante el hecho de que 'sean puestos en libertad' muchos detenidos que 'vienen sufriendo la prisión por motivos políticos' en Guantánamo.
'Y si en esta dinámica a El Salvador le toca recibir a dos, a uno o a más de las personas que felizmente han salido a la libertad, nosotros no le vemos ningún inconveniente', añadió.
'Es un tema de humanidad, es necesario que tengamos una actitud solidaria y positiva ante situaciones como estas', enfatizó el arzobispo.
La Cancillería salvadoreña otorgó el estatus de refugiados a los dos musulmanes uigures que fueron trasladados el miércoles a San Salvador por Estados Unidos, después de una década de estar detenidos en Guantánamo.
Ambos estaban detenidos desde 2002 junto a otros uigures, un grupo étnico que vive en la región de Xinjiang, en el noroeste de China, acusado y perseguido por terrorismo por el régimen de Pekín.
En 2008 un tribunal federal estadounidense determinó que los 17 uigures que había entonces en Guantánamo no suponían un peligro para Estados Unidos y ordenó su liberación.
En el centro de detención de Guantánamo aún quedan 169 presos.