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Canonizarán a monseñor Óscar Arnulfo Romero

Tras ser asesinado.

La canonización en el Vaticano de monseñor Óscar Arnulfo Romero, 'un hombre bueno' y santo desde hace mucho para los salvadoreños, hará universal su legado, dijeron a Efe religiosos que lo conocieron o que han asumido el compromiso de difundir sus ideales en defensa de los más debiles.

El papa Francisco anunció este sábado que Romero, la 'voz de los sin voz', asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa en una capilla de San Salvador, será elevado a los alteres el 14 de octubre próximo en el Vaticano, durante el consistorio ordinario.

Rudís Santos Rivas, párroco de la iglesia de Anamorós, que fue el primer templo que estuvo a cargo de Romerotras ser ordenado en Roma en 1944, dijo a Efe que 'las canonizaciones casi siempre han sido en Roma'.

En el caso de Romero 'la idea que ha surgido es la de ver a monseñor Romero no solo como el santo de America, sino salir un poco del continente', y que ese carácter 'especial' lo adquiriría siendo canonizado en el Vaticano.

El cura señaló que el pueblo de Anamorós no tiene la capacidad económica para asistir a la misa de santificación en Italia, pero que desde que se conoció la autorización del papa Francisco de canonizar a Romero ha entrado en una 'espectativa de alegría, de fiesta' en ese lugar donde se guardan grandes recuerdos de monseñor.

Anamorós es un municipio del occidental departamento de La Unión, ubicado a unos 218 kilómetros de San Salvador, al que Romero llegó dos años despues de ser ordenado sacerdote y en el que, en los tres meses que se mantuvo, logró crear cercanía y vínculo con la gente.

'El legado más importante fue el acercamiento con la población' porque en esa epoca, antes de 1965 (cuando concluyó el Concilio Vaticano II), con los sacerdotes era muy difícil comunicarse', añadió Rivas, quien tambien recordó cómo Romero visitaba los cantones para convivir con los feligreses.

Gabriel Argueta, vicario de la parroquia que lleva el nombre el 'obispo y mártir' en Ciudad Barrios, lugar que vio nacer y crecer a Romero, opinó por su parte que canonizar a Romero en el Vaticano contribuirá a presentarlo como 'modelo de persona, de cristiano'.

Tambien a difundir el legado de Romero de defensa de 'la justicia, de los derechos humanos, de la honestidad, de la verdad, del anuncio del evangelio y de la igualdad de las personas'.

'Ese legado no debe de morir, debe de cobrar vida, especialmente en las nuevas generaciones', pese a que 'trabajar en este tiempo por ello no es fácil, en una sociedad tan desequilibrada, tan llena de injusticia y corrupción', acotó el cura.

Rosa Gutierrez, quien fuera ayudante de Romero en Santiago María, donde estuvo destinado como obispo entre 1974 y 1977, destacó por su parte que el beato mártir era, 'por encima de todo, un hombre bueno, humilde y el mejor amigo de los pobres de El Salvador'.

A sus 80 años, Rosa recuerda con 'tristeza' el asesinato de Romero, pero su rostro se torna en felicidad cuando piensa que el mártir, beatificado el 23 de mayo de 2015 en San Salvador, se convertirá en santo en pocos meses y se hará realidad el sueño de verlo como 'San Romero de America', como es llamado por los salvadoreños.

'En sus homilías decía grandes verdades que sabía que no gustaban a todos, pero así era su personalidad, una forma de ser que lo llevaba a luchar contra las injusticias y pedir por la paz en momentos muy duros en el país', recordó relató Gutierrez, de 80 años.

Trata de recordar las palabras exactas repetidas insistentemente por el beato y aunque a su recuerdo se viene el significado de las mismas, no logra traer a su memoria aquella frase que 'marcó a los salvadoreños de bien' y que no es otra que 'les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, ¡cese la represión!'.

La lucha de Romero fue, para la ayudante, 'la razón por la que fue asesinado, pero tambien el motivo por el que lo beatificaron y ahora lo van a canonizar, aunque el siempre fue un santo'.

Cientos de salvadoreños participan en una marcha en conmemoración del aniversario del asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero en una calle de San Salvador (El Salvador). (EFE/Archivo)
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