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Opiniones

No podemos bajar la guardia

La secretaria de Recreación y Deportes, Adriana Sánchez destaca que tenemos un deber ciudadano de levantar nuestra voz para reclamar igualdad; y el deporte no es la excepción.

Adriana Sánchez, secretaria de Recreación y Deportes.
Foto: Archivo/NotiCel

Esta semana hemos sido brutalmente golpeados con un acto de injusticia social, discrimen, prejuicio y abuso, entre otros tantos adjetivos que podrían describir la situación que vimos en Minneapolis con George Floyd.

Inevitablemente me hizo recordar que la semana pasada participé del programa Zona de Informe Futbolístico, creado y moderado por unos jóvenes futbolistas del área Centro-Sur con un futuro brillante. En él discutimos muchos temas interesantes, el desarrollo del fútbol en la Isla, mi preferencia por los Changos de Naranjito sobre los Plataneros de Corozal en el voleibol superior masculino y el merengue sobre el reggaetón. Como último tema, discutimos la participación de las mujeres en el deporte y las desigualdades, las oportunidades –o falta de ellas– en esta industria, el discrimen y los prejuicios. No quiero equiparar las consecuencias que tienen ambas situaciones, una de ellas con un desenlace irremediable, pero ambas parten de las mismas premisas.

Al igual que con el COVID-19, no podemos bajar la guardia. Tenemos un deber ciudadano de levantar nuestra voz y usar nuestros espacios para reclamar igualdad en todos los ámbitos posibles; y el deporte no es la excepción.

Recientemente, hemos visto en el Equipo Nacional de soccer femenino de Estados Unidos (USWNT) las portaestandartes de la lucha por la igualdad salarial. El mejor equipo femenino de fútbol del mundo, obviamente mejor que su contraparte masculina, lleva 4 años litigando en California que se les trate de la misma manera que al equipo masculino. Desde cosas sencillas, como la dieta para las comidas, los hoteles en los que las alojan durante los torneos, los campos en los que juegan, hasta los bonos que reciben y, finalmente, la compensación que reciben por su trabajo: ser las mejores del mundo. A principios de mes vieron un duro revés cuando el juez del Tribunal de Distrito desestimó su causa de acción principal, la salarial, y mantuvo únicamente las reclamaciones accesorias. Sin embargo, este equipo –como nos tiene acostumbrado– no se rinde, y ya notificaron su intención de apelar esta determinación.

Otro ejemplo de perseverancia son las jugadoras de WNBA, quienes, a través de su Asociación de Jugadoras (WNBAPA), llegaron a un acuerdo (Colective Bargain Agreement) histórico. Desde esta temporada 2020, cuando sea que se pueda llevar a cabo, las veteranas verán un aumento en el tope salarial de hasta 82%, mientras que los salarios mínimos para las novatas también fueron aumentados. Otro cambio significativo es el trato que se le dará a las jugadoras que hayan quedado embarazadas o estén pasando por procesos de maternidad, cualquiera que sea este, adopción, maternidad subrogada y tratamientos de fertilidad, entre otros. Para las jugadoras embarazadas, se les garantiza el 100% de su salario mínimo, cuando antes recibían solo 50% de su compensación. Además, incluyen cláusulas como reembolso de gastos de cuido de niños y alojamiento en unidades con 2 habitaciones cuando viajan con hijos menores de 13 años.

Como decía antes, cada uno de nosotros, hombres y mujeres, tenemos que usar nuestros foros para adelantar la causa de la igualdad. En octubre de 2018, firmé en el Departamento de Recreación y Deportes una orden administrativa para que toda actividad deportiva que requiera del aval o endoso del Departamento, como condición para dicho aval o endoso, presente evidencia de que el evento deportivo se da en igualdad de condiciones y en premiaciones. Gestionamos que Carla Cortijo diese clínicas de baloncesto a niñas puertorriqueñas de escasos recursos libre de costo y por 2 años consecutivos hemos tenido participación de 30 equipos de baloncesto femenino en el torneo de Jr.NBA. El año pasado vimos a Paloma García como la primera puertorriqueña en representarnos en el Campeonato Mundial de Jr. NBA. Y estos logros me llenan de orgullo.

Pero resta camino por recorrer. Aprovechemos que, afortunadamente, tenemos 8 mujeres dirigiendo el deporte en países Iberoamericanos, las conozco a todas y tienen el mejor interés de sus ciudadanas como norte. Esta es una gran oportunidad para establecer políticas públicas que mejoren las condiciones para las niñas y mujeres deportistas, pero sobretodo les den oportunidades. Seamos perseverantes, tengamos la conversación y actuemos sobre las injusticias e inequidades.

La autora es secretaria de Recreación y Deportes. Posee un bachillerato en Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico y un Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la misma institución. También ostenta un máster en Derecho de Deportivo de la Escuela Universitaria Real Madrid Universidad Europea.