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Hace falta más afecto humano y menos negocio

Justo cuando Teresa Castejón pensaba que ningún hogar de crianza la recibiría porque ya tenía 17 años, una desconocida, a traves del Departamento de la Familia, le abrió mucho más que las puertas de su casa, sino tambien le brindó el afecto y los cuidados que la joven requería. Hoy Teresa llama madre a esta mujer, y aunque ya cumplió la mayoría de edad, va y viene según gusta porque se ha convertido en una miembro más de la familia desde hace tres años.

Abrir la nevera a cualquier hora; así como comer y dormir sin un horario rígido marcaron la diferencia con los otros hogares donde pasó parte de su juventud. 'Todo era una orden, no sentía que estaba en mi casa, pero acá ella siempre me hizo sentir que estaba en mi casa', comentó la joven quien estudia enfermería en Arecibo, profesión que aprendió de su madre de crianza, Beatriz Quiñones, con quien ha compartido durante tres años.

'Ella es mi mamá. Somos mejores amigas, lloramos y reímos juntas', insistió Castejón, a la vez que explicó que los cuatro hijos adultos que tiene Quiñones también la tratan como familia.

Ese tipo de interacción es el que busca el Departamento de Familia, ahora que ha iniciado una campaña de medios para aumentar la cantidad de personas inscritas en el programa de hogares de crianza de la Administración de Familias y Niños (Adfan). Aunque en el momento hay 1,300 hogares de crianza, la administradora Vanessa Pintado menciona que el enfoque del departamento no es aumentar la cantidad, sino duplicar en calidad al allegar familias quele den deportes, música y arte a los niños.

'Aunque hay una subvención que es de acuerdo a la edad de los menores, no le estamos haciendo énfasis porque no queremos que ese sea el interés. Nuestro interés es que ayuden al menor', mencionó Pintado.

En el pasado el Departamento ha atendido querellas de algunos hogares de crianza, que se han inscrito en el programa por la subvención y han abusado de los menores, en lugar de promover el afecto y la confianza. Ese fue el caso de Teresa, quien había sido removida de su hogar a los 12 años debido al Alzheimer de su abuela, y ubicada en un hogar en Barceloneta, que la trataba como una 'esclava'.

'No me gusta hablar de eso... En ese momento yo creía que era normal hasta que nos sacaron de allí y me di cuenta que no, que ese era un trato indebido', comentó la joven, quien ahora disfruta de un trato cálido y familiar en el pueblo de Florida.

Pintado destacó que, precisamente, para evitar ese tipo de situaciones han reforzado los requerimientos para el programa. Toda persona que desee participar debe ser evaluado por los trabajadores sociales del departamento, quienes visitan el hogar y hacen entrevistas a los vecinos.

Los adultos que no puedan asumir la responsabilidad de tener un menor diariamente en su hogar, tienen la alternativa de compartir con los niños en los fines de semana. Vanessa Marzán, de 40 años, es una de las que comparte un fin de semana al mes con dos niñas del Hogar de Niñas de Cupey. Dese hace tres años comparte con una joven de 15 años y una niña de 6, además de traerlas a su hogar en verano y días feriados.

'Las niñas que tienen un recurso de pases constante han tenido un resultado más positivo que otras niñas porque tienen la oportunidad de conocer lo que es un entorno familiar saludable', comentó.

La mujer, quien labora como jefa de comunicaciones en un hospital, mencionó que siempre le enseña a sus niñas que los privilegios que gozan cuando están con ella son posibles porque obtuvo una educación y trabaja. 'Trato de recalcar que no dependan del gobierno, ni de un hombre', comentó Marzán.

El resultado positivo que han tenido los programas como éstos radica en la confianza y afecto que le brindan los adultos a estos menores. Los jóvenes, al fin y al cabo, lo que necesitan es una mano amiga y un entorno familiar saludable. La adopción no es la única alternativa que tienen para alcanzarlo.

'Eso es un papel, un cambio de apellido, pero lo que llena más es que toda una familia te quiera', resumió Teresa, quien también ofrece talleres de autoestima a otros jóvenes.

'Nosotros somos el vivo ejemplo. Siempre digo que tú no eres de dónde vienes, tú eres en lo que te desarrollas', recalcó la joven.

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*Esta historia publicó originalmente a las 8:41 a.m.

Teresa junto a su madre de crianza, Cándida Quiñones, y su hermana. (Suministrada)
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