Tras la salida de la exsecretaria interina Concepción Quiñones de Longo.

Luego de la renuncia de la exsecretaria del Departamento de Salud, Concepción Quiñones de Longo, es incierto si se realizó la compra de 713 ventiladores que se pretendían añadir al inventario para atender la incidencia de casos del coronavirus, o COVID-19, que así lo requirieran.

Uno de los efectos de este peligroso virus es la dificultad respiratoria entre los contagiados, por lo que a nivel mundial se ha insistido sobre la disponibilidad de ventiladores en los hospitales.

Según una cotización en poder de NotiCel, los ventiladores suponían llegar entre cuatro o cinco meses a un costo de cerca de $14 millones. No obstante, se desconoce si el contrato finalmente fue firmado.

Ayer, en una entrevista con el analista Jay Fonseca, la ex titular interina de Salud dijo que no firmó la orden de los ventiladores porque decía que llegarían a Puerto Rico en 14 meses.

NotiCel supo, mediante una fuente interna del Departamento de Salud, que ante la renuencia de Quiñones de Longo para firmar la orden de compra se alertó de la situación y la orden fue enmendada para recibirlos entre cuatro a cinco meses.

Según fuentes de NotiCel, la exsecretaria Quiñones de Longo no participó de la negociación de este contrato, lo cual apunta a que se tomaban decisiones sin su consentimiento o conocimiento, tal como lo denunció con el manejo de 500 “test kits” que se suponía llegarán al Laboratorio de Salud Pública de la agencia, pero que en su lugar quedaron en manos del equipo médico, o “task force”, creado por la gobernadora, Wanda Vázquez Garced, para asesoría durante la emergencia.

En entrevista posterior a su renuncia con NotiCel, Quiñones de Longo afirmó que se le “excluyó de múltiples reuniones de este ‘task force’” y no tenía comunicación directa ni constante con la Gobernadora.

El pasado jueves, Vázquez Garced anunció que el “task force” tendría más responsabilidades para responder al proyectado aumento de casos del virus. Entre las nuevas tareas, trascendió que el “task force” le recomendó al Negociado de Manejo de Emergencias (NMEAD) emitir órdenes de compra para equipo como 2,500 ventiladores.

Hasta el momento del anuncio, esa recomendación no se había materializado en una compra.

Previo a su renuncia, Quiñones de Longo, así como Jessica Cabrera, directora de la Oficina de Bioseguridad de Salud, indicaron que se contaba con 880 ventiladores en la Isla, de los cuales 345 estaban en uso.

Por falta de datos y proyecciones, desde un inicio el Gobierno de Puerto Rico ha afirmado que desconoce la cantidad real de equipo médico que necesitaría para atender esta emergencia. No obstante, la exfuncionaria reconoció en su momento que 880 ventiladores se trataba de una cantidad muy limitada para subsanar una emergencia mayor.

En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo, pidió que se permitiera la manufactura de ventiladores para atender la crisis mediante el Defense Production Act. Al presente, Estados Unidos es la nación con mayor número de casos registrados de COVID-19.

Según CNN, Nueva York ha adquirido 7,000 ventiladores, sumados a los 4,000 que ya estaban en funcionamiento a principios de semana. Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump indicó que la apodada Gran Manzana recibiría dos envíos de 2,000 ventiladores de parte de la reserva nacional. Sin embargo, Cuomo alertó que el estado necesita alrededor de 30,000.