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Melinda Romero no quiere que le digan "cabildera"

Dijo, además que es católica, pero practica su religión fuera de Puerto Rico.

Melinda Romero confesó hoy que no le gusta que la llamen cabildera porque ella no cambia sus ideales por dinero.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

Melinda Romero Donnelly, una de las delegadas electas para trabajar por la estadidad en Washington, afirmó hoy que llamarle cabildera es una falta de respeto porque ella no vende su ideal de estadidad.

En una entrevista radial (WKAQ) la exlegisladora le pidió, en tono molesto, al presentador Rubén Sánchez que no la llamara cabildera.

“El cabildero es la persona que defiende la posición de la persona que le paga. Alguien puede ser cabildero provida hoy y mañana puede ser proaborto si alguien le paga más. Yo no soy cabildera y mucho menos cabildera de la estadidad porque yo no cambio mi posición como el viento y la marea”, dijo Romero Donnelly.

“(Los electos) son delegados congresionales y otros al Senado. El delegado aspira a hacer una función específica, en este caso traer la estadidad para Puerto Rico. Ese es el fin de nosotros”, agregó.

“¿Se molestó?”, le preguntó el presentador.

“Claro que sí. Con todo el que quiere dar la connotación de minimizar la tarea que nosotros tenemos que hacer llamándonos cabilderos como si cambiáramos de posición dependiendo del viento o la marea. No soy cabildera de nadie. Nunca lo he sido ni jamás lo sería porque mis ideales no los vendo”, contestó.

Ayer, en entrevista con "El push de la mañana" de NotiCel, Romero Donnelly abogó porque se apruebe un salario de $150 mil anuales para los delegados electos. De lo contrario, dijo que la juramentación de los delegados estaría en peligro.

Lea más en: En peligro la juramentación de los delegados por la estadidad

Por otro lado, Romero Donnelly criticó la venta de dos edificios históricos en el Viejo San Juan por parte de la Arquidiócesis de San Juan y acusó al arzobispo Roberto González Nieves de robarse el dinero de las pensiones de los empleados de la Arquidiócesis.

“Me parece una desfachatez absoluta que luego de haber robado todas las pensiones de los empleados de la Arquidiócesis de San Juan -y los utilizó sabrá Dios para qué- y ahora…tiene que vender las propiedades más antiguas que tiene la Iglesia Católica probablemente en todo este hemisferio”, dijo.

“Yo creo que las personas que comulgan en esas iglesias se tienen que levantar en reproche y exigirle al Arzobispo que tiene que tomar otras medidas…No puede tener la desfachatez de venderlo todo porque te robaste todo”, manifestó.

Tras la pregunta del presentador de si es católica, Romero Donnelly contestó: “Soy católica. No practico la religión en Puerto Rico. En Estados Unidos y cualquier otra parte del mundo la practico, pero aquí se hace muy difícil por la exagerada politización que hay en las iglesias y porque no le voy a aportar un solo centavo al Arzobispo”, aseguró.

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