Dicen que el deporte une a un país y este año lo evidenció a la perfección. Ciertamente, las ejecutorias de los atletas del patio causaron ese sentir patrio y solidaridad en cada uno de los eventos deportivos más importantes ya sea en plena competencia o fuera del terreno de juego, así como en los momentos más importantes como pueblo.

La isla disfrutó de los momentos que dejó el beisbol y sus protagonistas en el 2017. Comenzando con el fin a la sequía campeonil en una Serie del Caribe. Los Criollos de Caguas se encargaron de acabar con los 17 años sin conquistar un título caribeño al ir hasta la casa del campeón, Mexico derrotándolos en el partido final de la jornada y adjudicándose el campeonato.

La pelota tomó otra fiebre y nueva dimensión con Los Rubios y su histórica gesta. El Equipo Nacional de beisbol, por segundo año consecutivo, consiguió el subcampeonato en el Clásico Mundial de Beisbol luego de llegar al partido final con foja de 7-1.

Con sus estrellas jóvenes, como Carlos Correa, Javier Báez, Francisco Lindor y sus veteranos en Yadier Molina, Carlos Beltrán y demás, unieron a un país por un mes completo, donde no importó la derrota por el título, los puertorriqueños se desbordaron para recibirlos como sus campeones.

Continuando con las emociones del diamante, considerado por muchos conocedores como el mejor receptor de las grandes ligas, Iván 'Pudge' Rodríguez, recibió su honrosa exaltación al Salón de la Fama en verano. En su segundo intento, el vegabajeño alcanzó el 76 por ciento para su entrada al salón de los inmortales. Se convirtió en el cuarto puertorriqueño con una placa en Cooperstown.

Algunas semanas más tarde a la exaltación de 'Pudge', tambien se inmortalizaba otro momento único en la leyenda deportiva del país. Otra caravana de campeones fue programada para las "12 Guerreras", las jugadoras del baloncesto femenino que tambien alcanzaron la historia. El quinteto, ante toda adversidad -incluyendo sus pasajes de regresos previo a la segunda parte del torneo-, obtuvo la medalla de bronce en el torneo AmeriCup y, por ende, su pase al torneo Mundial, su primero en la trayectoria del baloncesto femenino en la Isla.

Algunas de esas protagonistas regresaron a la Isla del Encanto para el reconocimiento, y entre ellas, la veterana Pamela Rosado conmovió a todos demostrando su pasión, pero tambien motivó a sus 11 compañeras para alcanzar esa gesta.

Por si fuera poco, a principios del mes de septiembre, el deporte volvió a celebrar otra gesta mundialista y claro, en el deporte femenino, genero que consiguió importantes logros como el baloncesto femenino, Mónica Puig y Adriana Díaz, entre otras, por los pasados años.

La figura importante lo fue María Perez, la judoca oriunda de Carolina. En la categoría de los -70 kilogramos, Perez alcanzó la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Judo celebrado en Budapest, Hungría. Este logro se convirtió en el tiempo de reivindicación para la femina tras la eliminación en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.

Hasta este punto, Puerto Rico disfrutó de los eventos más importantes en el ámbito deportivo, pero luego, todo cambio y la solidaridad se cambió de papeles.

Tras el paso del huracán María, los atletas del país fueron solidarios con la situación que vive la isla despues del fatídico 20 de septiembre. La tenista puertorriqueña y medallista de oro en los pasados Juegos Olímpicos, Mónica Puig, declaró su amor por Puerto Rico entre lágrimas, con el subcampeonato en su último evento del año, conquistado un día despues de los primeros 30 días del ciclón. A los dos días, Mónica estaba en Puerto Rico y acompañada de su colega, María Sharapova, ayudando a los más necesitados.

Puig no se quedó sola en los esfuerzos de recuperación y Beltrán tambien hizo lo propio, justo despues de ganar su único anillo de Serie Mundial y anunciar su retiro. Aunque la labor social de Beltrán se dio desde que disputaba la recta final de la temporada con los Astros de Houston, el exbateador ambidiestro llegó al país a mitad de noviembre para visitar su pueblo, Manatí, y entregar personalmente los suministros.

Quien tambien emuló esa gesta lo fue su excompañero, el campo corto, Carlos Correa, quien regaló bultos y juguetes a los niños de su pueblo, Santa Isabel. En el preciso lugar donde Correa celebró su elección como Novato del Año de la Liga Americana, cientos de compueblanos tuvieron una fiesta navideña como parte de la fiesta preparada por el jugador. El siore de los Indios, Lindor, tambien repartió su ayuda, así como el patrullero de los Mellizos, Eddie Rosario y otros jugadores.

En fin, el deporte y sus fieles en el país tuvieron un año impensable aún en las buenas y las malas.