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Faltan datos en el "Dashboard" de Salud para poder planificar fin del toque de queda

Entre otras cosas, no se sabe cuántos casos positivos están atendiéndose con aislamiento en su hogar o con hospitalización.

Captura del panel de control de Salud sobre el COVID-19 el 10 de abril de 2020.
Foto:

El panel de control (“dashboard”) de la pandemia COVID-19, en Puerto Rico y en cualquier lugar del mundo, no es una herramienta para “bajar la ansiedad”, sino de diagnóstico, proyección y planificación.

Por eso es que se ha estado reclamando tanto y por eso, después de su dilatada publicación el jueves por parte del Departamento de Salud, quedan preocupaciones sobre su utilidad.

La eficiencia en el manejo de los datos también ha quedado en entredicho luego que ayer Viernes Santo, el Departamento de Salud admitió que hubo un error en los números divulgados en el panel cuando se hizo público el jueves por primera vez.

En la noche del jueves, se informó que el número de muertes había subido a 40, pero luego se volvió a bajar a 33, la cantidad que se había anunciado por la mañana de ese mismo día.

Luego, la agencia explicó mediante su portavoz de prensa, que la diferencia de siete casos correspondía a muertes donde un médico determinó que esos pacientes tenían un cuadro clínico compatible con COVID-19, aunque no se había realizado una prueba diagnóstica confirmatoria.

Desde que llegó al cargo el 28 de marzo, el secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, había prometido que el panel de control se abriría al público en 24 a 48 horas.

La culpa en el atraso la colocó en el escritorio de la gobernadora Wanda Vázquez Garced, quien dijo debía autorizarlo, y, más recientemente, en el Centro federal de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), de quien dijo que había hecho un cambio en el criterio de datos que provocó un atraso adicional en la publicación del panel.

“[E]l dashboard existe desde el primer día que yo llegué aquí. Desafortunadamente no se ha presentado para garantizar que todas las variables son claras y definidas... Les voy a dar el link para que puedan abrir el dashboard y así baje la ansiedad”, dijo González Feliciano ayer con notable agotamiento por los cuestionamientos públicos sobre el panel y todas las demás carencias que ha demostrado el Departamento de Salud en la emergencia desde antes de su llegada al cargo.

Pero, como en otros asuntos, las exigencias del público sobre el panel son resultado de una falta de claridad de parte del gobierno.

En este caso, La Fortaleza, el "Task Force" médico y el Secretario de Salud participaron en este vuelta y vuelta y vuelta sobre la herramienta a pesar de que desde el 17 de marzo el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR), la agencia con el poder en ley para liderar el manejo de datos en el gobierno, había creado y publicado una herramienta de visualización que se alimentaba, precisamente, de los datos de Salud.

Además, desde el 2 de abril, la Escuela Graduada de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico también había desarrollado una herramienta de visualización de datos con ayuda de la empresa privada.

En vez de recurrir a la pericia del Instituto, y de la Escuela Graduada y el sector privado, para que se encargaran de la divulgación de los datos, la Gobernadora emitió una orden ejecutiva creando un delito para el que divulgara estadísticas de la pandemia antes de que lo hiciera Salud y siguió deteniendo la publicación del panel de Salud, a la misma vez que su equipo lo usaba internamente para tomar las decisiones sobre el encierro de la población bajo el toque de queda, como lo evidenció en su propia cuenta de Twitter.

Y ahora que el panel de control debutó públicamente, ¿qué?

Sin entrar en deficiencias importantes en la navegación, las leyendas y la visualización de los datos, el panel disponible hasta la hora de publicación de esta nota, carece de la mayoría de los datos que expertos locales e internacionales señalan como los vitales para conocer la verdadera propagación del virus en una jurisdicción y para planificar cómo salir, de manera segura, de los encierros y el toque de queda porque quedarse en casa no es un fin en sí mismo, es solo una de las herramientas para atender el contagio.

Por ejemplo, en Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos, se plantea la necesidad de tener la cifra de las personas que han muerto fuera del hospital, sea en su casa o en la calle, y que podrían estar relacionadas con el COVID-19 porque no demuestran otras causas claras de muerte, como podría ser un asesinato.

El panel de Puerto Rico provee suicidios y muertes totales, pero no hay un filtro para sacar las muertes violentas o para identificar las que ocurrieron fuera de hospitales.

“Los casos reportados diariamente no transmiten el verdadero estado de la propagación del virus”, estableció en The New York Times, Gabriel Leung, un epidemiólogo cuyos credenciales van desde fundar el Centro Colaborativo para la Epidemiología y el Control de Enfermedades Infecciosas de la Organización Mundial de la Salud hasta asesorar, hoy por hoy, a los gobiernos de China y Hong Kong sobre el coronavirus.

Reportar casos a diario es la única estrategia de comunicación que ha tenido Salud hasta ahora para explicar la magnitud de la pandemia en la Isla.

Leung precisó que la clave para poder diseñar el periodo cíclico de apertura y cierre que se va a requerir por meses, hasta que haya una vacuna, es poder precisar cuán rápido se puede propagar el virus en una población porque eso está relacionado a la capacidad del sistema de salud de esa jurisdicción para manejar los casos.

Para eso, se necesita “datos robustos” que viene de hacer pruebas y de tener visibilidad de la necesidad de recursos médicos que provoca cada infectado con síntomas, como esta de la Universidad de Hong Kong.

El raciocinio de la propuesta de Leung es algo que fue establecido en Puerto Rico también por el Dr. Arturo Massol en una columna en NotiCel temprano en la emergencia: las pandemias se combaten con vacuna y también creando inmunidad, permitiendo cierto grado de propagación para que la población desarrolle resistencia al virus porque el encierro no se sostiene a largo plazo y solo pospone la infección.

El doctor Ibrahim Pérez, exdirector de Salud de San Juan y con larga trayectoria en la salud pública de la Isla, estableció las necesidades de información que hay para atender el virus en su etapa de hoy, no en la del inicio de la pandemia, en una columna para NotiCel:

“Necesitamos saber las visitas diarias y acumuladas de casos con condiciones respiratorias agudas que visitan cada sala de emergencia del país. Necesitamos saber la cantidad de camas regulares, camas de intensivo, ventiladores, equipos de protección y recursos humanos que tiene cada institución hospitalaria, y sus necesidades diarias. Necesitamos saber las hospitalizaciones y altas diarias y acumuladas de casos de coronavirus que registra cada hospital del país que atiende casos con dicho diagnóstico. Necesitamos saber las hospitalizaciones y altas diarias y acumuladas a camas de cuidado intensivo. Necesitamos saber los pacientes que están en ventiladores, diario y acumulado. Necesitamos saber los fallecimientos de pacientes de coronavirus que ocurren en cada hospital diariamente, y si los mismos ocurren en cama regular, intensivo con o sin ventilador”, sostuvo en su columna.

En cuanto a pruebas, el panel de Salud solo provee el neto de positivos, negativos, inconclusas, realizadas y pendientes, pero no correlaciona eso con utilización de recursos en hospitales por lo que, por ejemplo, no se sabe cuántos positivos están atendiéndose con aislamiento en su hogar o con hospitalización.

El propio IEPR había solicitado a Salud datos de cada caso como la fecha de comienzo de síntomas y la fecha de toma de la muestra o fecha de envío de la muestra.

También sobre pruebas, Espacios Abiertos (EA) publicó que la Isla es la penúltima jurisdicción de Estados Unidos en cantidad de pruebas realizadas por cada 100,000 habitantes y el episodio de las pruebas compradas a una empresa de construcción por $38 millones habla por sí mismo sobre la capacidad gerencial del gobierno para obtener más pruebas.

El analista de política pública de EA, Daniel Santamaría, opinó que, como fortalezas, el instrumento de Salud tiene desglose por regiones y municipios, capas de datos sobre instalaciones de salud, datos demográficos y cierto desglose en cuanto a camas y ventiladores.

Pero, como debilidades, observa que los datos no se pueden descargar para mayor análisis, el diseño no responde a necesidades de usuarios con discapacidades, no despliega bien en teléfonos (inteligentes), no provee glosario para entender qué abarca cada dato, no indica las razones por las cuales existen casos sin adjudicar a sus respectivos municipios, no presenta el número de recuperados ni “ningún tipo de información de rastreo”.

Sobre los datos que permitirían planificar para una apertura controlada, el panel no provee la conclusión científica del gobierno sobre la capacidad de propagación que tiene el virus y no provee datos que permitan correlacionar cómo se ha comportado cada caso en cuanto a su necesidad de recursos médicos.

Como herramienta digital en el mundo moderno, el panel se queda corto también en la medida en que no está acompañado por mecanismos para que sus datos puedan ser compartidos mediante lo que se conoce como API, o lo mismo que lo que permite que programadores (como los del grupo Code 4 Puerto Rico) o instituciones en la Isla puedan tomar esos datos y correlacionarlos o convertirlos en herramientas útiles para el público.

El ex principal oficial de informática del gobierno, Giancarlo González, ofreció como ejemplo que la propagación del virus se puede monitorear desde la etapa de síntomas, antes de pruebas, si el panel de Salud incluyera en formato compartible los códigos de diagnóstico que se generan en las reclamaciones a los planes de salud cuando los pacientes visitan médicos y hospitales.

“Hay una tendencia mundial de crear nuevas agencias enfocadas en atender el tema de cómo se entregan mejores servicios y datos de manera digital. En Puerto Rico esta entidad se conoce como PRITS, o el Puerto Rico Innovation and Technology Service, pero la misma ha tenido un pobre desempeño”, dijo González en su blog.

A su punto, y al momento de la publicación de esta historia, la directora ejecutiva del PRITS, Glorimar Ripoll no ha hecho una sola declaración sobre cómo su entidad está trabajando en la respuesta gubernamental a la pandemia.

De hecho, la cuenta de Twitter de la funcionaria no tiene actualizaciones desde el 10 de marzo y la cuenta de PRITS no tiene actualización desde noviembre de 2019.

Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.