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''Estoy triste porque no se me escuchó''

Tras el retiro de su nombramiento ante posibilidad de ser colgado en el Senado, el juez Roberto Rodríguez Casillas ponderará si aceptaría una renominación.

El juez Roberto Rodríguez Casillas.
Foto: Luis Alberto Lopez

Por casi 25 años de su vida, el juez Roberto Rodríguez Casillas se ha dedicado a escuchar las dos partes de una historia, cada vez que preside una sala judicial.

Y lo único que esperaba era que cuando le tocara el turno de ser evaluado para el puesto de juez asociado del Tribunal Supremo, también él fuera escuchado.

Sin embargo, el Senado de Puerto Rico decidió bajar hoy, martes, su nombramiento por descargue, sin la oportunidad de que se celebraran vistas públicas para poder contestar preguntas de los legisladores y que el país escuchara su pensar de asuntos trascendentales para el país.

Y, aunque el gobernador de Puerto Rico Pedro Pierluisi retiró su nombramiento antes de que se celebrara la votación -en la que se cree iba a ser colgado- y deja vigente la posibilidad de una renominación, el propio juez dijo que debe ponderar seriamente si lo aceptaría.

Rodríguez Casillas aceptó sentirse triste por la forma en que fue atendido en el Senado su nombramiento porque ''le hubiese gustado ser escuchado''.

“(Siento) Mucha tristeza y reconociendo que es una prerrogativa que tiene el Senado, creo que cualquier nombramiento que la constitución mandata para que sea examinado, debería, por lo menos, descargar la función de escuchar. No de decidir todavía, sino escuchar. Y a esos únicos fines es mi tristeza”, dijo Rodríguez Casillas a este medio digital.

“No se me ha escuchado. De nuevo, respeto esa prerrogativa del Senado, pero, ¿qué te puedo decir? Me siento triste porque no se me escuchó”, agregó.

Nota relacionada: Gobernador retiró nombramiento al Supremo de Rodríguez Casillas

Con un tono de voz que reflejaba su pesar, Rodríguez Casillas dijo que habló esta tarde con el gobernador, luego que se conociera que su nombramiento bajaría por descargue sin tener el beneficio de la celebración de vistas públicas y le pidió que retirara su nombramiento.

Dijo que deberá pensar si se expondría al proceso nuevamente en caso de ser renominado para el puesto.

“Eso es un asunto que tendría que sentarme a discutirlo con mi familia. Estas presiones no son fáciles. Tendría que sentarme y ponderarlo”, indicó el juez, quien en mayo próximo cumple 25 años en la Judicatura.

Rodríguez Casillas, quien es producto del sistema de educación pública de la Isla, tiene un bachillerato en Artes y Administración Comercial de la Universidad Interamericana (UIPR) y un juris doctor de la Universidad de Puerto Rico. También, una maestría en Justicia Criminal de la UIPR y otra en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón.

El actual profesor de justicia criminal tiene un máster en Derecho Español Vigente y Comparado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y un Diploma de Estudios Avanzados del Programa Doctoral de Estudios de Derecho Público y Privado del Instituto Universitario de Derecho Comparado de dicha institución universitaria española. Asimismo, está en el proceso de presentar su tesis de doctorado del Programa de Doctorado en Derecho de la UCM.

La carrera judicial de Rodríguez Casillas empezó cuando ejerció como oficial jurídico en el Centro Judicial de San Juan y posteriormente laboró como oficial jurídico de la exjueza del Tribunal de Apelaciones, Ygrí Rivera. Más adelante, en el 1997, fue nominado por el exgobernador Pedro Rosselló González como juez municipal del Tribunal de Primera Instancia de Carolina y en el 2004 fue ascendido por la exgobernadora Sila María Calderón a juez superior del Tribunal de Primera Instancia. Desde el 2011 hasta el presente Rodríguez Casillas es juez del Tribunal de Apelaciones. Ha sido presidente del Panel de Jueces del Tribunal Apelativo y presidente de la Asociación Puertorriqueña de la Judicatura.

Vea también: Exigen vistas públicas para el nombramiento del juez Rodríguez Casillas al Supremo

Sus credenciales como jurista y servidor público lo hicieron merecedor de ser considerado para llenar la vacante en el más alto foro judicial de la Isla.

Sin embargo, desde que fue nominado por el gobernador en enero de este año, el presidente del Senado, José Luis Dalmau, expresó que no era una prioridad llenar la vacante del Tribunal Supremo.

Al bajar su nominación hoy, martes, por descargue, se vislimbraba que sería colgado.

Algunos de los legisladores en el hemiciclo mostraron su inconformidad con el proceso, al reclamar, precisamente que no tuvieron la oportunidad de evaluar adecuadamente al candidato para un puesto tan importante como el de juez superior del Supremo.

''En términos estrictamente parlamentarios, no había ninguna alternativa porque estaban poniendo contra la pared a los legisladores de considerar sí o no un nombramiento sin tan siquiera ir a una vista. Si yo fuera senador, también votaría en contra. ¿Cómo voy a poder juzgar a alguien que no tengo hechos de ninguna categoría?', reflexionó el togado.

''En estos momentos es de introspección. No se puede tomar a la ligera, porque el mensaje es claro. Uno ve la actuación de que básicamente no aceptan (mi nombramiento)", subrayó.

Sin embargo, también quiso dejar claro que su situación no debe desanimar a personas que tienen la capacidad de ocupar cargos importantes en servicio público y temen pasar por situaciones similares.

''Si Dios te ha dado la oportunidad de prepararte, de ser una persona con cierta sapiencia y privilegio que no lo tiene todo el mundo, no es que me guste o no, para mí es un deber ponerte al servicio (del país). No solo en los cargos públicos. En la vida privada también. Los que tenemos el privilegio de estar preparados y tener las herramientas (debemos) dar un paso al frente. No pensar en uno, sino pensar en otros, en los menos, en los que no tienen, no hay que escoger. Es un deber hacerlo”", sentenció.