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Elba Aponte y su accidentado camino hacia la secretaría de Educación

El nombramiento de la educadora se tambalea luego de la sesión de interpelación.

La designada secretaria de Educación, Elba Aponte Santos, repasa sus notas durante la sesión de interpelación.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

El pasado 2 de diciembre, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia presentó a Elba Lisette Aponte Santos como su candidata para dirigir el Departamento de Educación, una agencia herida por una lucha partidista intestina y maculada nuevamente tras el arresto de la pasada secretaria Julia Keleher.

“Necesitamos mujeres en puestos de envergadura en el Gobierno”, afirmó Pierluisi Urrutia antes de cederle la palabra.

Una maestra de educación especial convertida en presidenta de la Asociación de Maestros, Aponte Santos ofreció un mensaje de un minuto y veintitrés segundos. Detrás de una mascarilla quirúrgica, lució incómoda y nerviosa ante los focos de los medios de comunicación.

Habló del acceso a la educación como un derecho constitucional y reconoció la educación con perspectiva de género -objetada por los grupos conservadores y religiosos- como un elemento esencial para promover una educación que construya una sociedad justa y equitativa. También -a preguntas de la prensa- abordó rápidamente el asunto de la pandemia y el regreso a clases en tiempos del Covid-19, un tema que dijo debía ponderarse con detenimiento y discutirse con los diversos componentes de la comunidad escolar.

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Ese mismo día, la Federación de Maestros y la Mesa Social objetaron su designación argumentando que representaba un posible conflicto de interés puesto que asumiría las riendas de la agencia luego de representar a las maestras y maestros del sistema de educación pública. Pero la Federación Americana de Maestros elogió la designación de Aponte Santos, quien ocupó el cargo de vicepresidenta del gremio.

De talante sobrio, la educadora comenzó a desmoronarse en la opinión pública por la manera ligera en que parecía abordar asuntos urgentes como la implantación de un currículo con perspectiva de género y el plan para reabrir las escuelas públicas del país ante la aspiración del Gobernador de retomar las clases presenciales en marzo en medio de la crisis salubrista creada por el coronavirus, que al momento ha cobrado 1,907 vidas en la Isla.

En medio de la elaboración de ese plan, Aponte Santos nombró al polémico excomisionado electoral del Partido Nuevo Progresista (PNP), Héctor Joaquín Sánchez Álvarez como subsecretario de Educación y mano derecha.

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De inmediato, algunos senadores del Partido Popular Democrático señalaron que el nombramiento de Sánchez Álvarez contradecía la postura de la administración actual que prometió no politizar las agencias públicas. Pero además del historial de activismo político de Sánchez Álvarez, el ahora subsecretario ha sido señalado por supuesto hostigamiento sexual y hostilidad hacia compañeros de trabajo en la agencia.

Ante la ansiedad que causó la propuesta del retorno de los estudiantes al salón de clases, la designada Secretaria, que se encuentra en el proceso de presentar su tesis para completar un doctorado en autismo y educación especial, empezó a soltar detalles sueltos e incompletos de un plan de apertura de las escuelas que requiere la aprobación del Departamento de Salud.

La falta de información concreta provocó citaciones para comparecer ante la Federación de Alcaldes, que agrupa a los primeros ejecutivos municipales del PNP, y a múltiples entrevistas en radio y televisión. Queda pendiente todavía un encuentro con la Asociación de Alcaldes.

Con esos vientos, el jueves Aponte Santos llegó a la sesión de interpelación de la Cámara de Representantes para responder preguntas por espacio de 11 horas. Lejos de conseguir adeptos, algunos legisladores la acusaron de ofrecer contestaciones vacuas y hasta de recibir asistencia por un auricular oculto en su oído. Muchos cuestionaron su capacidad para ocupar la jefatura de la agencia con el mayor presupuesto del país.

Ayer, la educadora acusó al presidente de la Cámara Baja, Rafael “Tatito” Hernández Montañez de crear un montaje para ridiculizarla ante el país. También cuestionó el trato hostil que recibió con la manera amable que el mismo cuerpo trató al designado secretario de Salud, Carlos Mellado López, durante su sesión de interpelación la semana pasada.

“Fue una falta de respeto”, afirmó en entrevista radial.

Hasta ayer Aponte Santos no había sometido sus documentos a la Comisión de Nombramientos del Senado, pero ya surgían voces que aseguraban que no contaba con los votos para pasar el cedazo del cuerpo.