Luego de dos días de vistas de transición en Guaynabo, el comite del alcalde entrante Ángel Perez Otero sostuvo que la oficina del exalcalde Hector O'Neill García asumía el control de procesos que no le correspondían como mantener custodia de contratos municipales.

'Las preocupaciones van aumentando. Ayer vimos y entendíamos que teníamos que expresar que el municipio se estaba micro manejando. Hoy yo me atrevería a decir que no solo se estaba micro manejando, sino que se estaba manejando como una empresa familiar en la cual se hacen las transferencias y se manejan los asuntos de manera informal, a veces sin que una parte tenga conocimiento de la otra y sin las implicaciones económicas que eso tiene para otro sector del propio negocio, en este caso del propio municipio. Como si las transferencias se pudieran hacer sin mayores repercusiones', explicó Antonio Pabón Batle, presidente del Comité de Transición del alcalde electo.

La intrusión de la Oficina del Alcalde ha sido el 'modus operandi' en Guaynabo, al menos por los pasados ocho años y contrario al protocolo en los demás municipios, según se reveló durante la intervención de la Secretaría Municipal en el segundo día de vistas.

La Secretaria Municipal supone encargarse de los contratos y las subastas, entre otros asuntos con el propósito de preservar la 'sana administración'.

'Entonces, nos mencionan que en Guaynabo el custodio o la persona custodia de los contratos es la Oficina de la Vicealcaldesa o el Vicealcalde, no la Secretaría Municipal cuando eso es un documento que debe estar en manos de la Secretaría Municipal. Ese acto supone que el control de esa información la tiene la Oficina Del Alcalde', atribuyó Pabón Batle tras finalizar la ponencia de la secretaria municipal Marta Fuentes González.

Por otro lado, se informó que la Junta de Subastas de Guaynabo ha continuado sus operaciones a pesar de la vacante en la silla presidencial y el miembro de interés público. Éste último lleva dos años desocupado debido al fallecimiento de su integrante previo.

A raíz de los cuestionamientos del Comité de Transición de la administración entrante, la Secretaria Municipal reconoció que no se ha abierto una convocatoria en el municipio para el puesto. Sí han intentado, confesó, contratar a una persona por medio de recomendaciones y a través del acercamiento a conocidos.

Mientras, el Comité de Transición encontró discrepancias en el programa federal que establece un consorcio entre Guaynabo y Toa Baja, dirigido a la preparación de jóvenes para adentrarse al campo laboral.

'Esperan a julio de 2017 cuando ya no hay un alcalde en propiedad y cuando se reconoce que viene una nueva administración para establecer que hace falta un Seguro Social patronal distinto, que hace falta dividir el consorcio y la administración total del consorcio del municipio, cuando por lo menos 17 de los empleados de confianza que han mantenido allí y manejado y pagado a través de transferencias han sido establecidos por la administración anterior [del exalcalde O'Neill García]', declaró Pabón Batle.

El consorcio es una iniciativa manejada por una Junta Local, compuesta por los municipios de Guaynabo, Toa Baja, Toa Alta y Cataño, y una Junta de Alcaldes, con los líderes ejecutivos de los pueblos mencionados. Ante la falta del delegado guaynabeño, el vicepresidente de la Junta Bernardo Márquez asumió el rol interino de presidente.

En términos de presupuesto, se informó que el consorcio maneja $3,762,905 de fondos federales en el año fiscal en curso. En el 2016, recibió $3,278,560. Para el salario de empleados, se utiliza ese dinero pero se ejecuta a través del municipio. También, $60 mil se destinan anualmente al pago del arrendamiento del quinto piso de la alcaldía.

Aunque la nómina correspondiente a Guaynabo consiste de 17 puestos de confianza en la iniciativa, a quienes el municipio le hace aportaciones al plan médico, la directora ejecutiva Jackeline Feliciano lo considera un ente 'separado' y abogó por más independencia.

Al enterarse que el consorcio está bajo investigación por la Oficina de la Contralora, el Comité de Transición solicitó un informe de la cantidad de transferencias atribuidas al programa, así como otros detalles económicos.

Tras la jornada del segundo día, aún se desconoce la cantidad de empleados de confianza que laboran en Guaynabo. Ayer, el Comité de Transición que cada dependencia ha manejado sus finanzas de una manera muy particular, tomando en consideración únicamente sus necesidades, las cuales no se reflejan en anotaciones en estados financieros.

En los procesos, el grupo de transición —completado por Ramón Meléndez, Aura González y los contadores públicos José González Torres y Luis Torres Llompart— encontró múltiples irregularidades en el manejo de fondos, falta de protocolos en las áreas de registro y en el control de inventario de las dependencias.

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