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SAN JUAN WEATHER
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Huracanes dejan al descubierto décadas de negligencia gubernamental

En preparación para el cambio climático

Dinelle Henley siente temor por su natal Cane Garden Bay, una de las playas más emblemáticas y prístinas del Caribe.

Al igual que gran parte de las Islas Vírgenes Británicas (BVI por sus siglas en ingles), el popular pueblo costero fue devastado por vientos, olas e inundaciones cuando el ojo del huracán Irma pasó directamente sobre el territorio el 6 de septiembre.

Ochenta millas náuticas al oeste, Alexis Correa se siente igual. Aunque Dinelle y Alexis no se conocen, hablan idiomas diferentes y sus gobiernos no tienen ninguna relación, Correa tambien ha visto de primera mano lo que la furia de un huracán de categoría 4 es capaz de hacer a una isla pequeña y vulnerable. Cuando el 20 de septiembre el huracán María devastó a Puerto Rico con sus vientos de 155 millas por hora, voló techos, estructuras, puentes y carreteras en toda la isla.

Pero Correa ha estado viendo un preludio de esta destrucción en su comunidad durante más de una decada. El mar primero se llevó el centro comunal y cultural de su barrio Parcelas Suárez en el municipio de Loíza.

Luego, el huracán María se llevó la cancha de baloncesto y el parque. Los lugares eran una parte integral de esta comunidad una de las más afectadas por la pobreza, la delincuencia, la discriminación y la limitada movilidad social en Puerto Rico. Su destrucción ha dejado a los residentes prácticamente sin opciones.

'Aquí nos reuníamos la Junta Comunitaria y los residentes, pero tambien celebrábamos las bodas, y los quinceañeros', dijo Correa mientras miraba las ruinas del edificio, que tambien servía como guardería antes de que cerrara en 2002 debido al daño causado por la erosión. 'Nos movimos a la cancha de baloncesto en el parque. Pero el huracán María la destrozó y ya no tenemos un lugar donde todos podamos encontrarnos. Dependemos de comunidades hermanas, pero no todos los residentes pueden llegar', agregó.

En Santa Cruz, el agricultor orgánico Luca Gasperi está igualmente angustiado, pero no sorprendido. Él cree que las tormentas consecutivas de septiembre que azotaron a las Islas Vírgenes Estadounidenses (USVI por sus siglas en ingles) fueron consistentes con otros patrones climáticos que había estado notando por años.

'Todo es más intenso', dijo mientras su esposa, Christina, vendía vegetales un sábado por la tarde en la finca de 40 acres que operan en las tierras de los padres de el.

Luego enumeró las evidencias: una sequía prolongada en el 2015, unas lluvias cada vez más pesadas y, por primera vez en más de una decada, de repente, no puede cultivar brócoli. Otro huracán, agregó, podría ser la gota que colme la copa.

'Para nosotros es preocupante, si sucede de nuevo ...', dijo, mientras su voz se apagaba. 'La forma en que las tormentas de este año se fortalecieron tan rápido es el asunto'.

Henley, Correa y Gasperi culpan al cambio climático acelerado por el calentamiento global, y a la inacción de sus gobiernos la gravedad de las perdidas de sus islas, y están preocupados de que el oceano y los eventos climáticos extremos como Irma y María continúen exponiendo la fragilidad de sus infraestructuras así como las defectuosas prácticas de construcción que persisten en estos territorios.

Según una investigación regional el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) y media docena de medios de comunicación del Caribe, sus historias son un retrato de cómo el cambio climático no solo erosiona las costas de estos territorios y otras islas del Caribe, sino que además destruye la vida comunitaria y la actividad económica, a plena vista, sin que los gobiernos tomen acción para proteger a los ciudadanos.

Los expertos concurren. Ramón Bueno, coautor de uno de los pocos estudios existentes sobre cambio climático en el Caribe, dijo que hay consenso en la comunidad científica en que el aire más caliente en la atmósfera, causado por el calentamiento global, transporta más humedad, la cual, a su vez, aumenta el nivel del mar y provoca tormentas más fuertes, con más lluvia y peores marejadas.

Estas fueron algunas de las conclusiones del informe más reciente del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en ingles), titulado 5to Informe de Evaluación (AR5), publicado en noviembre 2014. El IPCC, donde colaboran más de 2,000 científicos de 195 países socios, es la principal fuente mundial de información científica sobre el cambio climático y sus efectos.

'Mientras que puede ser que la frecuencia en el número de huracanes no cambie mucho, o incluso que disminuya algo en su total, lo que es cada vez más probable con el calentamiento es que una mayor proporción sean de 'altas categorías' -- o sea que probablemente veamos más de los peores aunque en total no hayan más tormentas', dijo Bueno.

El científico trabajó en el Instituto Global de Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad de Tufts (GDEI, por sus siglas en ingles) y fue científico del Instituto Ambiental de Estocolmo y, además, desde 2013 ha sido un consultor independiente especializado en cambio climático.

'El problema es que, como el 2017 puso bien claro, unas pocas tormentas de categoría 4 o 5 representan una muy seria amenaza a la sustentabilidad de las comunidades en las islas del Caribe; peor cuando el mismo sitio es 'tocado' por más de una. Tras María, una mera tormenta tropical, o huracán de categoría 1, sería devastador', agregó.

El Dr. Kerry Emanuel, profesor de ciencias atmosfericas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde actualmente está trabajando en dos estudios sobre el impacto de los huracanes en el Caribe, afirmó que hay consenso en dos efectos del cambio climático: primero, el nivel del mar está subiendo y, segundo, la cantidad de lluvia está aumentando.

Puede ver el reportaje completo pulsando aquí.

El aire más caliente en la atmósfera, causado por el calentamiento global, transporta más humedad, la cual, a su vez, aumenta el nivel del mar y provoca tormentas más fuertes, con más lluvia y peores marejadas. (Leandro Fabrizi Ríos / CPI)

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