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Tribunales

¿Podrá representarse a sí mismo? Lo que se verá en vista judicial del sobrino de Ricky Martin

El caso en el Tribunal de San Juan se verá hoy a las 3:30 pm en la sala 306 del juez Arnaldo Castro Callejo.

Ricky Martin.
Foto: JUAN COSTA RIVERA / NOTICEL

El caso de Dennis Yadiel Sánchez Martin, sobrino del afamado artista puertorriqueño Ricky Martin, tendrá hoy un nuevo capítulo: se celebrará una vista judicial en la que se debe determinar si el joven puede representarse por derecho propio.

Sánchez Martin no cuenta con representación legal, ya que los abogados Jaime Alcover Delgado y Fredeswin Pérez Caraballo renunciaron a defender al sobrino del cantante el pasado 1 de enero por “diferencias irreconciliables, que nos impiden brindar una adecuada representación conforme exigen los cánones de ética que rigen nuestra profesión”.

Tanto Alcover Delgado como Pérez Caraballo habían reemplazado en el caso a la licenciada Vanessa Bernal.

Sin abogados que lo representen en el tribunal, Sánchez Martin -un periodista independiente de 21 años que padece el síndrome de Asperger- deberá demostrar que se puede defender a sí mismo en el pleito legal, que será transmitido tras una decisión del Tribunal Supremo que accedió a la petición de un periódico nacional (El Vocero).

El caso en el Tribunal de San Juan se verá hoy a las 3:30 pm en la sala 306 del juez Arnaldo Castro Callejo.

La vista, que iba a ser virtual, finalmente no lo fue debido a que Sánchez Martin alegó que debido a su condición le dificultaba presentarse a través de videoconferencia, por lo que en la tarde de hoy tendrá todos los focos sobre sí y podrá ver satisfecho "su desesperado deseo de atención", según reclama la defensa del artista internacional.

El pasado 2 de julio, se destapó una orden de protección al amparo de la Ley 54 expedida contra Ricky Martin por parte de su sobrino, quien alegaba haber sostenido una relación íntima con el cantante por espacio de siete meses y que tras su supuesto rompimiento aseguró que temía por su seguridad porque veía al artista merodeando su residencia en una Range Rover negra.

La orden fue expedida entonces por la jueza Raiza Cajigas Campbell, del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, tras una solicitud exparte de la víctima, quien no acudió a la Policía sino al tribunal a estampar la denuncia, que se regó por el mundo en pocas horas y se transformó en un escándalo mediático global.

Transcurrieron varios días en el que el artista llegó a presentar un disco ("Play"), se expresó sobre el proceso ("la orden de protección en mi contra se basa en alegaciones totalmente falsas"), recibió el respaldo de su hermano Eric y la División de Delitos Sexuales de la Policía investigó una denuncia de su sobrino por intimidación, hasta que el 21 de julio -en una vista para determinar si se otorgaba o no una orden de protección en contra de la estrella internacional-, la supuesta víctima desistió de continuar con la querella en contra del cantante, por lo que su caso fue archivado.

Tras conocerse la noticia del resultado de la vista judicial que fue transmitida por videoconferencia, el propio Martin, desde California, reaccionó a través de las redes sociales (''La verdad prevalece (Truth prevails)'', mientras que su abogado Joaquín Monserrate Matienzo fue más allá: “Nos tomó por sorpresa. Nosotros estábamos preparados para la guerra".

Pero la declaración de guerra finalmente llegó el 8 de septiembre de 2022, día en que la representación legal de Ricky Martin, compuesta esta vez por los abogados Dora Monserrate Matienzo y José Andreu Fuentes, demandó al sobrino del artista por $30 millones y lo acusó de extorsión, persecución maliciosa y difamación

La demanda detalla una serie de comunicaciones de parte de Sánchez Martin a su tío antes, durante y después del episodio de la orden de protección que se resumen como una "campaña de asesinarle su reputación e integridad mediante imputaciones falsas y maliciosas".

Además, el recurso judicial señala que las acciones del sobrino "han causado que el demandante y su familia no se sientan seguros en Puerto Rico" y pidieron que, además de lo relacionado a los daños económicos, le ordene a Sánchez Martin que "se abstenga inmediatamente de comunicarse con el demandante y su familia, ya sea personalmente, telefónicamente o mediante las redes sociales".

Esta solicitud es sobre la base de un historial de comunicaciones no deseadas del sobrino a su tío que, según el documento, comenzaron en octubre de 2021 y continuaron después de que se archivara la orden de protección.

La respuesta del sobrino a la demanda del 8 de septiembre pasado se produjo dos días después y fue a través de una denuncia por agresión sexual contra Ricky Martin, cuya defensa las catalogó de "ofensivas y falsas", mientras que el Tribunal de Primera Instancia de San Juan concedía el día 12 de ese mes una orden de protección al cantante al amparo de la Ley contra del Acecho y en contra de Sánchez Martin.

Hoy la demanda sigue su curso debido a que Ricky Martin, con las denuncias de su sobrino, "vio amenazadas sus oportunidades de negocio", ya que se le cancelaron "contratos millonarios y proyectos artísticos presentes y futuros".

Los daños fueron valorizados en $10 millones, más $20 millones por daños a su reputación que, hasta ahora, era una "intachable ganada a través de su larga trayectoria artística y altruista por los últimos casi 40 años de su vida".

Vea: Extienden por un año orden de protección en favor de Ricky Martin